Algún día las tertulias serán mudas
Algunos programas sientan a los tertulianos de izquierdas a un lado y a los de derechas a otro, para que el espectador no se confunda de escuadra
Alguien que comentaba mi último libro me encontraba “irritantemente elusivo” en mis planteamientos políticos. Decía que presumía de escribir claro, pero allí no se aclaraba ni dios. Buena lección, pensé: uno puede confesar a quién vota, como hago en ese libro, e incluso puede contar algunas intimidades para explicar filias y fobias ideológicas, pero nada de eso basta al ciudadano acostumbrado a la trinchera y al vocerío, que echará de menos la consigna clara y el argumentario de turno que revele en nombre de qué sigla se habla. Tal vez por eso algunos programas sientan a ...
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Alguien que comentaba mi último libro me encontraba “irritantemente elusivo” en mis planteamientos políticos. Decía que presumía de escribir claro, pero allí no se aclaraba ni dios. Buena lección, pensé: uno puede confesar a quién vota, como hago en ese libro, e incluso puede contar algunas intimidades para explicar filias y fobias ideológicas, pero nada de eso basta al ciudadano acostumbrado a la trinchera y al vocerío, que echará de menos la consigna clara y el argumentario de turno que revele en nombre de qué sigla se habla. Tal vez por eso algunos programas sientan a los tertulianos de izquierdas a un lado y a los de derechas a otro, para que el espectador no se confunda de escuadra. Algún día les pondrán camisetas de colores, como los equipos de fútbol. Cuando pase eso, la tertulia podrá ser muda y gestual, pues el público ya sabrá lo que cada tertuliano va a decir antes de que lo diga. Más o menos como sucede ahora, pero sin palabras, tal vez con música.
Si estos y otros escritos míos tienen algún valor es que ni yo mismo sé qué van a decir. Pienso mientras escribo, irritantemente elusivo de mí mismo, y a veces hasta me sorprendo expresando cosas contrarias a las que pensaba antes de escribir. Pero eso no me hace indescifrable ni tahúr, tan solo humano o, como me definió una vez Arcadi Espada, “un crónico que hace sus palotes en la prensa socialdemócrata”. Dónde iba a hacerlos, si no, siendo como soy un socialdemócrata de mierda.
Tras otro curso de hacer palotes en la prensa socialdemócrata toca descansar en agosto para ver si en septiembre salen menos torcidos. La educación exige desear a los lectores que descansen también en agosto y que volvamos en septiembre menos agrios y más elusivos. Yo haré lo posible en lo que me toca.
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