Carlos Marco, el músico que ayuda a cantar a los famosos ocultos de ‘Mask Singer’
El exintegrante de la banda Auryn se encarga de entrenar las voces y construir el repertorio de los participantes del programa, como Isabel Preysler y La Toya Jackson
“Es surrealismo puro. ¿Quién se iba a imaginar que Isabel Preysler se iba a meter a concursar en un programa de televisión y menos bajo el disfraz de una gata?”, exclama Carlos Marco (Alicante, 30 años), exintegrante junto a Blas Cantó de la banda Auryn, sobre la sorpresa final que ...
“Es surrealismo puro. ¿Quién se iba a imaginar que Isabel Preysler se iba a meter a concursar en un programa de televisión y menos bajo el disfraz de una gata?”, exclama Carlos Marco (Alicante, 30 años), exintegrante junto a Blas Cantó de la banda Auryn, sobre la sorpresa final que Mask Singer ofreció a los espectadores de Antena 3 la semana pasada. El músico es una de las pocas personas que conoce la identidad de los participantes que se esconden bajo las máscaras, como director musical del programa. Colaborador habitual de la productora del espacio, Fremantle, en formatos como Factor X (Telecinco) o Family duo (À Punt), Marco no solo ensaya con los conocidos concursantes del espectáculo presentado por Arturo Valls. También prepara, graba y produce un repertorio personalizado que se amolde a sus capacidades, si no son cantantes profesionales, o que difumine sus rasgos más característicos, en el caso de que lo sean.
“Cuando hicimos la videollamada inicial para saber de su afinación y su timbre, Isabel me interpretó una nana que le cantaba a sus hijos cuando eran pequeños y una canción navideña”, recuerda desde una de sus academias de canto, baile y negocio musical, Jukebox, en Madrid. Para el cantante, a la hora de seleccionar los temas de cada participante influye más la personalidad de los personajes que interpretan, “que no siempre tiene que ver con la de los concursantes”, apunta. El año pasado Paz Vega “decidió darle a su Catrina mexicana un discurso muy cañero y feminista”.
De los participantes de esta temporada, Marco recomienda que el espectador siga la evolución del repertorio preparado para Plátano, en el caso de que se clasifique para varias rondas. Cada uno de ellos graba de golpe una tanda de temas suficientes como para aguantar cuatro programas, asegura el entrenador vocal, aunque luego no se vean en pantalla todos ellos. Por lo que participantes que han caído en la primera ronda de eliminaciones, como el periodista Pepe Navarro o la propia Preysler, cuentan con grabaciones que permanecen inéditas. “Muchos de ellos me piden que se las pase. Existe medio disco de [la estrella de Instagram] Georgina Rodríguez, lo que no sé es cómo no se ha editado y lanzado a las plataformas”, dice entre risas sobre la que fue una de las actuaciones de la primera temporada. Su versión del Si por mí fuera de Beret fue de las más comentadas en redes sociales.
El ejemplo de que la preparación puede mejorar su rendimiento vocal es el de la mexicana Genoveva Casanova. Conocida en España por haber formado parte de la familia Alba, “comenzó con muchos miedos” y terminó en la final bajo la máscara de Caniche “siendo muy divertida y cantando a un nivel muy alto. Podría grabar un disco entero”, elogia el entrenador de voz, que también crea y produce las sintonías de Fremantle, como Top Star (Telecinco), The Dancer (TVE) y la propia Mask Singer. Formado en el campo de la publicidad y con “mucha tele vista” a sus espaldas, combina sus estudios con su experiencia sobre un escenario para asesorar a todos los niveles a la productora. El éxito que los programas de talentos están teniendo en España en los últimos años, con una presencia mucho mayor que la telerrealidad, se explica, según Marco, por “la personalidad tan musical del país. Aquí a la gente le gusta cantar y el nivel medio es muy bueno. Quizá es la falta de repertorio y del apoyo profesional adecuado el que hace que muchos de esos talentos que vemos en televisión no logren tener una carrera discográfica. No es suficiente con tener buena voz”.
A pesar del haber elevado el nivel de popularidad de sus concursantes, Mask Singer no está consiguiendo los mismos resultados de audiencia de su primera tanda de episodios. Mientras que cosechó en 2020 cuotas de pantalla que nunca bajaron del 21,5%, en su emisión de los miércoles, el cambio de día a los lunes y el competir de manera frontal con el Supervivientes de Telecinco le ha hecho bajar este año en sus dos primeras entregas a cifras en torno al 16%. Esta semana, el programa cambia de día de emisión y pasa a los miércoles. Sobre lo que falta por ver en esta segunda temporada, el músico lanza una advertencia: “Aunque el público cree que el programa elimina primero a los concursantes con el caché más elevado, todavía quedan muchas cosas por ocurrir esta temporada, con personajes muy conocidos que no han hecho nunca televisión”.
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