Disney quiere ser la única
En febrero desembarca en España el sello Star con contenidos para adultos mientras la compañía llena su plataforma de franquicias clásicas, de ‘Star Wars’ y de Marvel
En el futuro que retrata la novela El atlas de las nubes, todas las películas se llaman disneys y las salas de cine, disneyariums. Para 2021, el cine y la televisión no habrán pasado a ser exclusivo de Disney. Todavía. Pero la compañía dirigida por Bob Chapek parece querer lograr algo que suena igual de distópico: transformar a su audiencia en verdaderos creyentes que solo tengan tiempo para ver lo que salga de sus oficinas directo a su plataforma digital, Disney+.
No ha sido un buen 2020 ...
En el futuro que retrata la novela El atlas de las nubes, todas las películas se llaman disneys y las salas de cine, disneyariums. Para 2021, el cine y la televisión no habrán pasado a ser exclusivo de Disney. Todavía. Pero la compañía dirigida por Bob Chapek parece querer lograr algo que suena igual de distópico: transformar a su audiencia en verdaderos creyentes que solo tengan tiempo para ver lo que salga de sus oficinas directo a su plataforma digital, Disney+.
No ha sido un buen 2020 para una de las mayores empresas del mundo. Vale, tampoco lo ha sido para el bar de la esquina o para Zara. Aunque el golpe a los parques de atracciones y cruceros Disney, sin fecha de regreso, se hará notar durante varios ejercicios financieros. La compañía, que había logrado copar un tercio de la cuota de mercado cinematográfica, no ha podido tampoco lanzar en salas sus grandes estrenos. Pero, pese a los miles de despidos y una profunda reestructuración de cada rama, la pandemia ha tenido un efecto colateral positivo. En noviembre de 2019 desembarcaron en el streaming. Y la covid hizo que esa decisión, aparentemente tardía, fuera ideal. En diciembre de 2020, y como dijo Leia de Obi Wan en La guerra de las galaxias, en él reside su única esperanza. Así lo hicieron entender la semana pasada a sus inversores.
En un año, la plataforma de entretenimiento en casa ha alcanzado casi los 87 millones de suscriptores, muy por encima de lo estimado, aunque por debajo de los 150 millones de Amazon Prime Video y los 195 de Netflix. Hoy predicen que para 2024 alcanzarán los 350 millones. Disney no busca acercarse, quiere ser la primera y única. ¿Cómo? Explotando lo que nadie más puede aprovechar: sus populares marcas. Convertir todo en franquicia, y confeccionar al gusto lo que sabe que buscan sus fanáticos. Una y otra vez.
La falta de originales era una asignatura pendiente en Disney+, más centrada en familias y en esos niños adictos a repetir sus películas favoritas. La presentación hizo que esto dejara de ser un problema, al anunciar que estrenará 100 títulos al año, así como planes de 10 series de Star Wars y una treintena de títulos de Disney y Pixar. Tras Bruja escarlata y Visión en enero, en 2021 debutarán además otras cinco series con superhéroes Marvel. Los aficionados no tendrán mes sin episodios. Para dar contexto; en los 12 años desde Iron Man, el sello ha estrenado 22 películas. Solo el viernes, Marvel adelantó 24 proyectos.
Esto se complementará desde el 23 de febrero con el desembarco del contenido no familiar a la plataforma en Europa. El precio de Disney+ subirá dos euros, hasta 8,99, para cubrir una de las necesidades reclamadas desde su lanzamiento. El sello Star será espacio del catálogo adulto de Fox (tristemente el nombre de la clásica major ha sido borrada para que no se confunda con Fox News), Searchlight y las televisivas ABC, Hulu y FX. Entre los títulos que destacaron: La jungla de cristal, Modern Family, Bob’s Burguer, It’s Always Sunny in Philadelphia, Kingsman, Anatomía de Grey, Buffy, Homeland, 24, La favorita, Terminator, The Shield y Padre de familia. Incluso producirán una serie de Alien, creada por Noah Hawley (Fargo). Todo eso también es Disney.
Los números son mareantes. Disney se asemeja con este anuncio a una editorial de cómics de superhéroes. Donde, si alguno de sus personajes tiene un mínimo de seguidores, recibirá su serie o película: Falcon y el Soldado de invierno, Ojo de halcón, Loki… Del cerdo se aprovechan hasta los andares. Lo mismo es aplicable a Star Wars, que ha encajado las series como otra pieza de un universo que lleva en expansión con libros y tebeos desde los setenta. Tendrán serie la jedi Ahsoka, Obi Wan Kenobi o Lando. La maniobra, claro, no habla por sí misma de la calidad intrínseca de cada proyecto, motivo de un análisis diferente. The Mandalorian, por ejemplo, ha resultado ser un entretenimiento digno, sin importar el objetivo de vender muñecos, y alguna serie Marvel se presenta de lo más rompedor de su universo.
Al fin y al cabo, el ratón Mickey tiene queso de sobra para fichar a algunos de los mejores de Hollywood. La muestra es que una secuela de El rey león se vuelve intrigante al saber que la dirigirá Barry Jenkins, responsable de Moonlight. Esa misma estrategia se replicará en la serie precuela de La bella y la bestia, Sister Act 3, la revisión de Tres hombres y un bebé, la serie del perro de Up, los nuevos Chip y Chop, la epopeya galáctica de Buzz Lightyear, la secuela de Willow o la quinta de Indiana Jones. Todo es susceptible a ser una franquicia infinita. Todos serán originales Disney (nunca una palabra fue tomada tan a la ligera).
¿Entonces dónde deja esto a las salas? Nunca la diferencia entre el cine y la tele estuvo tan desdibujada como en 2020. Durante la presentación parecía hacerse un esfuerzo para no aclarar qué películas iría a cines y cuál se vería en casa, salvo en el caso de Marvel, cuyos filmes se anunciaron sin ambages para salas, empezando por Viuda negra. Disney, de momento, no ha sido tan rupturista como Warner. Tiene suficiente contenido serializado para llenar las arcas, y sabe que para que los taquillazos den beneficios deben pasar por la experiencia colectiva. Si bien es verdad que dejaron sospechosamente fuera de la charla producciones de Fox adultas con un presupuesto menor. Quizás porque esa marca no triunfa en Bolsa. Quizás porque la ventana no está aún clara. O quizás porque el próximo paso de Disney sea comprar salas para crear una experiencia propia donde solo proyectar disneys.