“¿Ya no te acuerdas de mí?” La estafa de los falsos amigos en apuros que inunda WhatsApp
Los intentos de fraude a través de aplicaciones de mensajería crecen mientras los usuarios despliegan habilidades para abortarlos con humor
Los intentos de estafa se han generalizado. La Policía lleva unos meses advirtiendo de nuevas modalidades a través de WhatsApp, aprovechando supuestas urgencias de dinero y suplantando a familiares y amigos. Algunos son tan burdos que los propios usuarios consiguen abortarlos incluso con humor.
Todo comienza con un saludo anónimo desde un teléfono no registrado en la agenda del destinatario y con prefijos extranjeros. La víctima potencial realiza la pregunta lógica: ¿Quién eres? A partir de ahí, con más o menos habilid...
Los intentos de estafa se han generalizado. La Policía lleva unos meses advirtiendo de nuevas modalidades a través de WhatsApp, aprovechando supuestas urgencias de dinero y suplantando a familiares y amigos. Algunos son tan burdos que los propios usuarios consiguen abortarlos incluso con humor.
Todo comienza con un saludo anónimo desde un teléfono no registrado en la agenda del destinatario y con prefijos extranjeros. La víctima potencial realiza la pregunta lógica: ¿Quién eres? A partir de ahí, con más o menos habilidad, el estafador pretende que sea el destinatario quien le dé las claves de su falsa identidad.
- ¿Tanto tiempo ha pasado que ya no te acuerdas de mí?
- Lo siento, pero no te tengo en la agenda de contactos y tu estado de WhatsApp solo dice: Dios es amor.
- Mi nombre empieza por C, replica el delincuente utilizando una letra común en los nombres.
- Debes ser Cristo, entonces.
- Jajaja, soy Carlos.
- ¿Qué Carlos? ¿El sobrino de Juan?
A partir de ese momento, el delincuente cuenta con una identidad facilitada por el propio destinatario y lanza el anzuelo. Cuenta que está en el aeropuerto de cualquier país extranjero (en este caso era Brasil, aunque el prefijo del móvil era boliviano), bloqueado y sin dinero, por lo que solicita ayuda económica para salir del atolladero.
-Creí que andabas por Londres, replica la víctima potencial ante la sospecha.
-He tenido que viajar por trabajo. ¿Cómo te va a ti?, explica el timador para ganar confianza.
-Bien, en ingeniería, como siempre.
-Ah, qué bien.
-Inténtalo con otro. Carlos habría sabido que nunca he trabajado en ingeniería.
Ricardo Sanz, jefe de seguridad para empresas de Evolutio, explica con un ejemplo simple cómo reaccionar ante cualquier intento de estafa procedente de una fuente desconocida: “Si te encuentras a alguien que no conoces por la calle, normalmente, no le saludas; pues tampoco hay que responder a una dirección de correo o un número de teléfono extraño”. Si queda la duda, como este usuario, una posibilidad es hacer una afirmación cuya veracidad solo conozca la persona por la que se hace pasar.
Algunos destinatarios recurren al humor y han publicado sus reacciones en Twitter. Es el caso de Frida, quien ha publicado en la red social: “Llegó el día. Me han intentado estafar y he aprovechado para montarme una telenovela”.
Frida le facilita a la estafadora una identidad falsa y, de inmediato, cuando recibe la petición de dinero, le acusa de haberse tirado a su novio tres días antes de su boda. “¿Y tú quieres que ahora yo te haga un favor? Pero qué cara más dura tienes… ¿Qué pasa? Que Paco te ha dejado. ¿Es eso?”, continúa con la broma para armar su telenovela. La timadora desaparece.
Mónica Escudero, periodista y coordinadora en @elcomidista también ha compartido su reacción en Twitter a un intento similar. “Adivina quien te puede estar escribiendo de aca del extranjero que te aprecia mucho”, arranca la conversación. Las faltas de ortografía y gramaticales son un indicador de la estafa.
Escudero replica: “Pues no lo sé, pero te voy a contar una cosa. Yo soy un príncipe nigeriano que tengo una enorme herencia para dejarle a alguien, ya que no tengo descendencia ni familia. ¿No estarás interesado? Solo tendrías que hacer unas gestioncillas de darme dinero y tal…. Si tanto me aprecias, seguro que te interesa darme dinero”.
Estos intentos de estafa son fácilmente identificables. Pero hay otros más sofisticados que juegan con una urgencia de un familiar cercano. Este el aviso realizado por la Policía: “Los estafadores contactan con mujeres y las engañan haciéndose pasar por sus hijos para solicitarles, de manera urgente, #dinero con el fin de hacer frente a un problema inmediato”. Según los agentes, en algunos casos han llegado a captar más de 2.000 euros.
Según ha explicado la Policía Local de Granada en un tuit en el que advierte de la proliferación de estas estafas, “se pueden detectar con facilidad, debido a que posee fallos gramaticales y ortográficos”. “En el caso de que hayas recibido el mensaje, es recomendable que bloquees al contacto”, recomiendan.
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