Menos accidentes pero reparaciones más caras y sofisticadas: la tecnología obliga a reconvertir los talleres

Los sistemas avanzados de ayuda a la conducción harán que se usen cada vez menos los martillos para alisar la chapa y más los ordenadores para comprobar la electrónica

Alerta en el retrovisor por la aproximación de un coche en un Alfa Romeo

Cada minuto hay en España 3,7 golpes de chapa entre vehículos, según los datos de la patronal aseguradora Unespa. Son pequeños siniestros que se saldan sin heridos y que, en muchos casos, podrían haberse evitado si los coches implicados estuviesen equipados con sistemas avanzados de ayuda al conductor (ADAS por sus iniciales en inglés).

Estas ADAS no aplican hechizos para funcionar, sino mucha tecnología. Elementos como cámaras que reconocen señales, marcas viales o simplemente en el firme; radares, emisores de ultrasonidos, más las unidades de procesamiento de la información... Toda es...

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Cada minuto hay en España 3,7 golpes de chapa entre vehículos, según los datos de la patronal aseguradora Unespa. Son pequeños siniestros que se saldan sin heridos y que, en muchos casos, podrían haberse evitado si los coches implicados estuviesen equipados con sistemas avanzados de ayuda al conductor (ADAS por sus iniciales en inglés).

Estas ADAS no aplican hechizos para funcionar, sino mucha tecnología. Elementos como cámaras que reconocen señales, marcas viales o simplemente en el firme; radares, emisores de ultrasonidos, más las unidades de procesamiento de la información... Toda esta electrónica hace que los coches actuales dispongan de altos niveles de seguridad. Sobre todo, los de gama alta, donde estas ADAS comenzaron a ser habituales desde el inicio de la década pasada en casi todos los nuevos modelos. Y desde entonces, su progresiva implantación ha ido rebajando su precio e incorporándose en automóviles más asequibles.

Hasta 51.000 accidentes podrían evitarse o ver mitigadas sus consecuencias gracias a estos sistemas

Con esta tecnología hoy ya hay coches capaces de acelerar y frenar solos, mantenerse centrados el carril, detectar objetos, peatones o ciclistas y frenar en caso de peligro. Incluso adelantar de forma autónoma. Un gran avance en la seguridad vial. Tanto que desde la Dirección General de Tráfico (DGT) afirman que “tienen un potencial de reducción notable de siniestros, sobre todo en colisiones frontales y en accidentes por salida de vía”. Según los cálculos de este organismo, hasta 51.000 accidentes podrían evitarse o ver mitigadas sus consecuencias gracias a estos sistemas.

En la Comisión Europea se trabaja para que los coches que aparezcan en el mercado a partir de mayo de 2022 estén equipados obligatoriamente con diversas ADAS. Estas ayudas “podrían salvar hasta 25.000 vidas y evitar cerca de 140.000 heridos graves hasta el año 2038”, se señala en un comunicado del organismo europeo. La comisaria Elzbieta Bienkowska, responsable de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes, explica que “con la obligatoriedad de los nuevos dispositivos avanzados de seguridad podemos lograr el mismo tipo de resultados que cuando se introdujo por primera vez el cinturón de seguridad”.

Alerta de mantenimiento de carril en un Mercedes-Benz S-Klasse Coupé.Daimler AG - Global Communications Mercedes-Benz Cars (Daimler AG)

No todos contentos

Estos avances en el campo de la seguridad vial, no son bienvenidos con el mismo entusiasmo por todos los sectores de la automoción. Uno de los posibles perdedores –si es que de la mejora de la seguridad vial resulta alguno– son los talleres de reparación de automóviles. En la medida que estos sistemas se vayan incorporando en los coches, es de esperar que los accidentes disminuyan y, sobre todo, los pequeños alcances en ciudad que se saldan sin heridos y con un resultado de unos rasguños o abolladuras en la chapa del vehículo. Por lo que, a menor cantidad de incidentes, menos trabajo para los talleres.

La patronal española de la red de concesionarios oficiales de venta de automóviles (Faconauto) señala que las ADAS son “un gran avance para evitar daños personales y una prioridad para el sector” pero creen que, “lógicamente, la facturación por intervenciones de chapa y pintura bajará”. Sin embargo, con la incorporación de toda esta tecnología embarcada en los nuevos modelos de coches es probable que la factura media de una reparación suba (fue de 436 euros en 2019 en los concesionarios oficiales).

Aniceto Guzmán, miembro del comité ejecutivo de la Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles (Cetraa), no está de acuerdo con esta afirmación. “Estos sistemas”, asegura, “no se averían tan fácilmente”. Guzmán explica que las ADAS incluso podrían “destruir empleo en los talleres multimarca y crearlo en los marquistas, que serán los que dispongan del costoso equipo especializado para realizar las intervenciones en los vehículos de una determinada marca”.

Estas nuevas tecnologías conducen hacia un nuevo perfil de trabajador, con talleres donde habrá menos martillos para alisar la chapa y más ordenadores portátiles para comprobar la electrónica del coche. Fuentes de Faconauto explican que “una vez instalados, estos sistemas han de ser recalibrados para asegurar que funcionan con la máxima precisión”, por lo que requiere de trabajos mucho más “especializados y técnicos”. Algo que ya están empezando a notar en los concesionarios, que piden un “impulso a la Formación Profesional Dual que será, todavía, más importante en un futuro”. Desde Cetraa coinciden en que “se necesitará personal más cualificado y formado” aunque puntualizan: “Recodificaciones, reprogramaciones, y otras operaciones similares es algo que lleva existiendo muchos años en la electrónica del automóvil”.

Puesto de conducción con ayudas en la Clase S de Mercedes Benz.Daimler AG - Global Communications Mercedes-Benz Cars (Daimler AG)

Más kilómetros, más incidentes

Pero para llegar a ese momento en el que la mayoría de los automóviles dispongan de ADAS pasará algún tiempo. En España no hay estudios sobre cuándo llegará, pero tardará, visto el actual ritmo de reposición de vehículos en el parque nacional. La patronal de los concesionarios norteamericanos (NADA, por sus iniciales en inglés) señala en un estudio titulado El concesionario del futuro que en el año 2025 todos los coches nuevos vendidos en aquel país llevarán algún sistema de este tipo. En este mismo trabajo, la organización se muestra optimista por la llegada de las ADAS porque se ha demostrado que los coches con este tipo de dispositivos, mayoritariamente de gama alta, recorren muchos más kilómetros anuales que los que no los montan y, por tanto, tienen más probabilidades de sufrir un accidente y también requieren más operaciones de mantenimiento. Como ejemplo ponen el caso de los Tesla y su sistema Autopilot de conducción semiautónoma: aquellos que lo equipan recorren unos 24.000 km al año; los que no, 16.000 km.

Además, desde NADA explican que, por ahora “la instalación ADAS está actuando más para aumentar el costo de reparación, en lugar de reducir la frecuencia de la colisión. Por lo tanto, el sector continúa prosperando tanto en términos de ingresos como de margen bruto, al menos por ahora”. Mientras tanto en España, país en el que la edad media de los turismos que circulan por España de más de 12 años, los talleres tienen tiempo para adaptarse a esa nueva realidad. Y aquí tanto Faconauto como Cetraa están de acuerdo: hay que estar preparado para adecuarse a todas aquellas nuevas tecnologías que incorporen los automóviles.

Diez cosas que tu coche ya hace por ti

Las primeras ayudas a la conducción llevan años en el mercado. Hoy se ven como básicas (que el limpiaparabrisas o las luces se activen solas) pero son de gran ayuda porque no roban atención al conductor. Repasamos las 10 ADAS más destacadas.

Centrarse en el carril

Los coches más modernos pueden incorporar una o varias cámaras que “leen” las marcas viales del firme y, algunos, hasta los bordes de la carretera incluso aunque no estén pintados. Con esta información, el vehículo avisa al conductor que se está saliendo del carril. Muchos modelos también corrigen levemente la dirección para mantener la trayectoria correcta.

Girar en una curva

El mismo sistema que permite al coche mantenerse en el centro del carril es el que hace que este pueda girar en amplias curvas de vías rápidas. Eso sí, este dispositivo está diseñado para evitar despistes y no para guiar de forma autónoma al coche, por lo que el conductor siempre ha de tener al menos una mano en el volante, en caso de no hacerlo, suena una alarma y, posteriormente, se desconecta esta función.

Aviso “anti kamikaze”

Los mismos dispositivos de lectura de señales que sirven para recordarle al conductor los límites de velocidad de la zona por la que circula, sirven para leer las señales de acceso prohibido. De esta forma, en caso de entrar en una calle o vía en sentido contrario, el coche emite un aviso sonoro para alertar al conductor del error y del peligro.

Mantener una velocidad constante

Los sistemas más sencillos funcionan acelerando el coche para que la velocidad no baje de la establecida. Los más modernos, además, frenan el coche en las pendientes y, si se programa, mantienen siempre la distancia de seguridad con el vehículo precedente.

Frenar automáticamente

En el caso de los controles activos de velocidad, se frena el coche para mantener la distancia de seguridad. Además, hay otros sistemas que detectan obstáculos, peatones o ciclistas y, en función de las circunstancias del tráfico y la velocidad pueden llegar a detener por completo el coche.

Aparcar

Estos sistemas llevan años entre nosotros y la seguridad que aportan es la de visitar menos el taller por roces tontos. Los más sencillos simplemente giran el volante y necesitan del conductor para elegir la marcha, acelerar y frenar. Los más complejos, pueden detectar el hueco y realizar la maniobra completa sin intervención del automovilista.

Mantener la temperatura interior

Hace tiempo que se puede encontrar en los coches y los fabricantes lo bautizaron como climatizador en lugar de aire acondicionado automático. En lugar de elegir nosotros la temperatura, caudal y dirección del flujo de aire, el sistema lo hace por nosotros tras fijar a qué grados queremos viajar.

Detectar malos olores

Muchos coches cortan automáticamente el flujo de aire exterior hacia el interior del habitáculo al detectar sustancias nocivas, humos del tráfico o partículas que pudieran producir mal olor. En cuanto el sistema detecta de nuevo “aire puro”, desconecta la recirculación y deja pasar el aire limpio.

Utilizar las luces

Un sensor en el interior del cristal del parabrisas detecta los cambios de luminosidad y enciende o apaga las luces de cruce. Los sistemas más avanzados también permiten, por la noche, el cambio entre el haz de cruce y de carretera, ya que detectan los vehículos que se acercan de frente o aquellos que circulan delante de nosotros y a los que nos aproximamos. Hay sistemas que, además, pueden circular siempre en “largas” y crear una zona de sombra donde esté el conductor del otro vehículo.

Activar los limpiaparabrisas

Un sistema muy popular, y barato, que incorporan gran parte de los automóviles. Activa el limpiaparabrisas de forma automática al detectar gotas de agua en el cristal. Cuanto mayor es la densidad de gotas localizada, más aumenta la velocidad del limpia. Muy útil para evitar despistes del conductor.

Leer los mensajes de texto

Una buena parte de los modernos sistemas multimedia que incluyen los coches son capaces de leer mensajes de texto, ya sean SMS o de aplicaciones de mensajería. De igual forma, se pueden dictar usando solo la voz. Evitar apartar la vista de la carretera y las manos del volante.

Avisar a los servicios de emergencia

El sistema de llamada automática de emergencia es obligatorio para todos los coches homologados desde marzo de 2018. Funciona así: cuando se sufre un accidente a partir de una cierta gravedad (suele ir asociado a la activación de los airbags), automáticamente se realiza una llamada al servicio de emergencia más próximo y da cuenta del incidente, facilita la posición exacta del vehículo, su marca, modelo, matrícula y tipo de combustible.

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