Reportaje:

Internet contra el acoso escolar

Varias instituciones ofrecen un correo electrónico de atención a víctimas de 'bullying' y a sus familias

Jokin fue el primer caso de acoso escolar en provocar la atención mediática, pero no es la única víctima de un fenómeno tan antiguo como el patio del colegio. Para ayudar a los escolares a superar el trago y a sus familias a detectar los abusos a tiempo, el Gobierno vasco y el navarro han puesto en marcha un servicio de atención vía correo electrónico y ya han recibido algunos cientos de consultas. Pero avisan: no hay que alarmarse, los verdaderos casos de bullying se pueden contar con los dedos de la mano.

"Internet es una herramienta fantástica para tratar con los adolescentes....

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Jokin fue el primer caso de acoso escolar en provocar la atención mediática, pero no es la única víctima de un fenómeno tan antiguo como el patio del colegio. Para ayudar a los escolares a superar el trago y a sus familias a detectar los abusos a tiempo, el Gobierno vasco y el navarro han puesto en marcha un servicio de atención vía correo electrónico y ya han recibido algunos cientos de consultas. Pero avisan: no hay que alarmarse, los verdaderos casos de bullying se pueden contar con los dedos de la mano.

"Internet es una herramienta fantástica para tratar con los adolescentes. Les da la posibilidad de comunicarse bajo la protección del anonimato y cuentan cosas que no hablarían cara a cara. Se genera una comunicación y una intimidad muy útiles. Por eso, nosotros procuramos contestar a vuelta de correo, generar empatía y, en ocasiones, la sola posibilidad de explicarlo les ayuda", cuenta Neli Zaitegi, una de las responsables del programa de convivencia en el País Vasco, que gestiona el proyecto. Su reducido equipo ha contestado a 101 personas, la mayoría madres preocupadas, y en alguna ocasión se ha visto obligado a dar cuentas a Inspección sobre situaciones de riesgo aunque, según asegura, "los casos de bullying verdadero se pueden contar con los dedos de la mano".

Zaitegi se explica: "El proyecto de www.ikasle.net nació a finales de octubre, después del suicidio de Jokin, cuando en el País vasco había mucha sensibilización con el tema y todos los padres creían que sus hijos padecían bullying sólo porque se hubieran peleado alguna vez en el patio del colegio o se llevaran mal con otro niño. Pero no hay que exagerar, no hay tantos casos de violencia verbal o física sistemática y continuada".

En su página han colgado estadísticas, informes y pautas de actuación para los padres y los alumnos, siempre recomendando que la mejor solución es acudir al centro escolar para que éste determine los pasos a seguir. Nunca agarrar la justicia con la mano. Además, avisan de que la sobreprotección paterna sólo sirve para agravar la situación. Impide a los menores aprender a gestionar sus problemas.

Navarra siguió el ejemplo de El País Vasco y a los dos meses inauguró un teléfono gratuito, el 900 841 551; y un correo electrónico, convive@cfnavarra.es. La psicóloga responsable insiste en no dar su nombre para que los afectados se sientan cómodos con su anonimato y cuenta que, al igual que en el País Vasco, la mayoría de consultas las efectúan los padres y docentes, que son los que conocen la existencia del servicio gracias a la prensa. Por eso mismo, la semana pasada llevaron a cabo una campaña de reparto de folletos en los colegios y esperan ayudar a más personas.

Además, otros lugares a los que acudir en la Red son SOS Bullyin (615.944.702 y sosbullying@hotmail.com), el defensor del menor de Madrid, fundación ANAR y asociación PRODENI.

Pero a pesar de las iniciativas y la concienciación social, no es oro todo lo que reluce. Zaldegi, la responsable del País Vasco, reconoce que la Red limita la capacidad de actuación al no poder intervenir cuando el afectado no facilita su identidad. Y la misma herramienta que puede servir para proporcionar aliento en algunos casos ha servido para que una niña del mismo instituto de Jokin siguiera sufriendo el acoso de sus compañeros. Éstos se pusieron en contacto con escolares de su nuevo instituto a través de Internet para que siguieran intimidándola.

Imagen de un aula de 3º de la ESO en un colegio madrileño.GORKA LEJARCEGI

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