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Cuidar el sistema inmunitario, una carrera de fondo

El ritmo de vida y algunas épocas del año exigentes, como el invierno, pueden poner a prueba las defensas del organismo. Una dieta equilibrada, junto a un descanso adecuado, el ejercicio físico y la gestión emocional ayudan al sistema inmunitario y conforman un buen estilo de vida. Seguir estos hábitos y tomar alimentos con vitaminas y minerales, como Actimel, son la base de una vida saludable y un sistema inmunitario fuerte

Mantener en forma el mecanismo de defensa del cuerpo requiere de cuidados durante todo el año. Además de una alimentación correcta hay que dormir bien, reducir el estrés, socializar y gestionar las emociones adecuadamente.Halfpoint (Getty Images/iStockphoto)

La nutrición constituye el recurso más potente para el ser humano a la hora mantener su salud. Ya en el siglo V a. C. Hipócrates ⎯más que una referencia, aún vigente⎯ aseguraba que el alimento era la mejor medicina. Y ese principio que manejamos desde la Antigüedad lo ha confirmado en las últimas décadas la inmunonutrición, la ciencia que estudia la relación entre aquello que comemos, la salud y la capacidad de respuesta del sistema inmunitario (SI).

El SI es el recurso del que dispone el cuerpo para defenderse de los gérmenes del exterior, pero también de protegernos internamente. Ese sistema está tan bien organizado que puede identificar millones de microbios distintos y lo hace a través de una compleja red de células, sustancias y órganos. Se estima que hasta el 80% de las células del SI se encuentran en el intestino. Y para que el SI se mantenga en plena forma y ayude a nuestro bienestar, entre otras cosas, debemos tener una alimentación equilibrada, rica en probióticos, vitaminas y minerales.

Muchos alimentos disponen de estos micronutrientes en mayor o menor cantidad. Pero ¿cómo asegurarse de que están presentes en la dieta diaria en épocas como el invierno que pueden poner a prueba nuestras defensas? Existen alimentos como Actimel, que contiene probióticos exclusivos L. casei además de vitamina D, B9, hierro, zinc y calcio, que ayudan al SI.

Está más que confirmado que una dieta completa y equilibrada es la base de una buena salud y un sistema inmunitario fuerte. Sin embargo, nuestras defensas no descansan, y es esencial cuidarlas de forma constante.AleksandarNakic (Getty Images)

Algunos de estos componentes los produce el cuerpo. La vitamina D se forma en la piel cuando nos da el sol y la vitamina K puede generarla la microbiota intestinal. Sin embargo, de la mayoría nos proveemos a través de la alimentación y son imprescindibles en la dieta. Así, la vitamina B9 es esencial para el crecimiento y la formación de glóbulos rojos, las células que transportan oxígeno a todas las partes del cuerpo.

El valor del equilibrio

Mantener en forma el sofisticado mecanismo de defensa que tiene el cuerpo requiere de cuidados durante todo el año. Además de seguir una dieta equilibrada, disponemos de otras herramientas para protegerlo: dormir bien, reducir el estrés y socializar y gestionar las emociones adecuadamente. Todos estos factores forman parte de un concepto de salud integral. Como apunta la OMS, “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social”.

Conservar el SI en buen estado es una carrera de fondo. La lista de nutrientes esenciales que ayudan a nuestras defensas es muy amplia y ha sido contrastada por la comunidad científica. A este grupo de nutrientes pertenecen los ingredientes de Actimel, también un aliado en este objetivo.

Lo que comemos es un pilar fundamental para la salud en general y para un correcto funcionamiento del SI. Según los especialistas, debe ir acompañado de un estilo de vida saludable que incluya, entre otros ingredientes, una alimentación equilibrada, un buen descanso y el ejercicio físico. Estos dos últimos juegan un papel fundamental para mantener a raya el estrés y aprovechar a tope cada día. Todos tenemos experiencia de lo productivo que resulta haber disfrutado de un sueño placentero y, en la misma medida, de las consecuencias de tener un descanso poco reparador.

No hay superalimentos que resuelvan problemas por sí solos, pero la suma de muchos elementos vinculados a la nutrición y al bienestar sí da resultados, como el caso de Actimel.

Un sistema inmunitario sensible

Según qué alimentos conformen nuestra dieta, de cómo y cuándo comamos, y en función de otros muchos hábitos de vida, el SI reaccionará de una forma u otra. El objetivo de una nutrición completa es que cada día proporcionemos al organismo los componentes esenciales para un funcionamiento óptimo y que el cuerpo disponga, entre otros recursos, de unas defensas listas para pasar cualquier prueba.

Vivimos en un mundo frenético, con un ritmo de vida muy exigente, y con frecuencia prestamos más atención a otras cosas que a la alimentación. A veces, comemos fuera de casa, y muchos niños lo hacen a diario en el colegio y no tenemos el control de lo que comen fuera de casa.

Actimel contiene probióticos exclusivos: L. casei además de vitamina D, B9, hierro, zinc y calcio, que ayudan a proteger el sistema inmunitario

Está más que confirmado que una alimentación completa y equilibrada es la base de una buena salud y un SI fuerte. Sin embargo, nuestras defensas no descansan, y es esencial cuidarlas de forma constante. Por eso, cada día puede complementarse la alimentación con Actimel, porque ayuda al SI.

La vitamina D, B9, hierro y zinc que contiene Actimel contribuyen al normal funcionamiento del sistema inmunitario. No hay soluciones mágicas ni superalimentos que prevengan o resuelvan problemas por sí solos, pero la suma de muchos elementos vinculados a la nutrición y al bienestar sí da resultados. Muchas familias ya lo saben, porque los han incorporado a su vida diaria. Saber qué comer y cómo hacerlo, así como adquirir hábitos que conformen un superestilo de vida personal y familiar es posible.