Los hogares LGTBI+ cobran un 20% menos que los de la población general

Los transexuales son quienes más sufren la discriminación en los ingresos por trabajo, con salarios de unos 20.000 euros anuales, según un informe elaborado por la Federación estatal del colectivo

Una mujer ondea una bandera LGTBI+ durante el Orgullo en Madrid, el pasado 1 de julio.SOPA Images (SOPA Images/LightRocket via Getty Images)

La realidad laboral del colectivo LGTBI+ refleja una discriminación en los ingresos por trabajo. Mientras que la población general cobra una renta neta media por hogar de 32.216 euros, en el caso del colectivo la cifra cae hasta los 26.077 euros, lo que supone casi un 20% menos. Así lo refleja el informe Estado socioeconómico LGTBI+, elaborado por la empresa 40dB y presentado este miércoles por la Federación Es...

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La realidad laboral del colectivo LGTBI+ refleja una discriminación en los ingresos por trabajo. Mientras que la población general cobra una renta neta media por hogar de 32.216 euros, en el caso del colectivo la cifra cae hasta los 26.077 euros, lo que supone casi un 20% menos. Así lo refleja el informe Estado socioeconómico LGTBI+, elaborado por la empresa 40dB y presentado este miércoles por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+), en el que se han realizado 800 entrevistas a población del colectivo mayor de 18 años.

Hay varias razones que explican esta desigualdad: el abandono temprano del hogar por el rechazo familiar o la inestabilidad laboral de las personas LGTBI+ son dos ejemplos. Un 71% de las personas LGTBI+ tiene una relación laboral de asalariado por cuenta ajena, lo que implica un 13% menos que la población general, que se sitúa en el 85%, por lo que tienen más dificultades para tener unos ingresos fijos. Por contra, hay un 9% más de población del colectivo que son empresarios o autónomos.

Para Ignacio Paredero, secretario general de FELGTBI+, la discriminación laboral agrava la brecha porque “dificulta ascensos y mejoras salariales”. “En muchas ocasiones, una persona LGTBI+ tiene que salir antes de su hogar y se ve obligada a abandonar su formación educativa, un hecho que repercute en su trayectoria laboral futura”, completa Paredero. La presidenta de FELGTBI+, Uge Sangil, expresa la necesidad de implementar los planes de igualdad en las empresas de más de 50 trabajadores, una exigencia recogida en el artículo 15 de la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, más conocida como la Ley trans, que se puso en vigor en febrero de este año. “Igualemos en derechos y en economía”, sentencia Sangil.

Las diferencias respecto a los ingresos medios anuales del hogar dentro del colectivo también son palpables. Los gais cobran por familia una cifra similar a la media de la población general, 31.900 euros, y se colocan en la posición más elevada dentro del colectivo. En la otra cara de la moneda se sitúan las personas trans, que cobran prácticamente 20.000 euros por hogar, y las personas asexuales, que ingresan algo más de 19.000. Aunque Paredero matiza que las diferencias pueden estar agravadas por el hecho de que estos dos grupos suelen vivir en mayor medida solos.

Los datos negativos arrojados respecto a los ingresos por hogar no se trasladan a los del paro, ya que la población LGTBI+ presenta una tasa (11,91%) ligeramente inferior a la media (13,3%). Aunque se observa una tendencia: a medida que aumenta el rango de edad entre las personas del colectivo, la tasa de desempleo se incrementa, con un pico del 33% en la población de entre 55 y 59 años.

Visibilidad

A pesar de los avances en materia de igualdad y visibilidad durante las últimas décadas, todavía existe un 25% de personas del colectivo que no ha salido del armario respecto a su orientación sexual o su identidad de género, según revela el informe. La variable de la edad es también determinante en esta cuestión: mientras que ocho de cada diez adultos de entre 18 y 44 años muestran su sexualidad de manera pública, solo cuatro de cada diez han dado el paso entre la población mayor de 65. La edad media de la salida del armario se sitúa a los 20 años.

Se estima que hay entre un 7% y un 8% de personas en España cuya orientación sexual es distinta a la heterosexualidad. Dentro del colectivo, la sigla con mayor representatividad es la de los bisexuales, ya que el 55% de los encuestados se identifica con esta orientación sexual. Los gais, con un 19,60%, y las lesbianas, con un 8,50%, completan la radiografía.

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