Condenado a 21 años de prisión el hombre que asesinó a su pareja en Murchante delante de sus hijos
Pedro María Ruiz, de 44 años, tendrá que pagar 150.000 euros a cada uno de los menores y otros 25.000 euros a la madre de la víctima
La Sección Segunda de la Audiencia de Navarra ha condenado a 21 años y seis meses de prisión a Pedro María Ruiz Jiménez, un vecino de Murchante que el 7 de julio de 2021 asesinó a su pareja, María Pilar Berrio, delante de los dos hijos menores de esta, que en aquel entonces tenían seis y 10 años. La sentencia ha determinado que el homicida persiguió a la víctima en un coche robado y a gran velocidad cuando ella conducía su propio vehícul...
La Sección Segunda de la Audiencia de Navarra ha condenado a 21 años y seis meses de prisión a Pedro María Ruiz Jiménez, un vecino de Murchante que el 7 de julio de 2021 asesinó a su pareja, María Pilar Berrio, delante de los dos hijos menores de esta, que en aquel entonces tenían seis y 10 años. La sentencia ha determinado que el homicida persiguió a la víctima en un coche robado y a gran velocidad cuando ella conducía su propio vehículo con los dos pequeños sentados en la parte de atrás. Logró sacarla de la carretera y parar el vehículo en un camino de servicio. Sin darle opción a salir del coche, le propinó 17 cuchilladas, una de las cuales le seccionó la yugular. El condenado se dio a la fuga y fue detenido al día siguiente en el barrio donostiarra de Gros, tras un intenso dispositivo policial conjunto entre la Ertzaintza y Policía Foral de Navarra.
La sentencia, dictada de conformidad tras el acuerdo alcanzado entre el Ministerio Fiscal, la acusación particular, la acción popular —ejercida por el Instituto Navarro para la Igualdad— y la defensa, le impone a Pedro María Ruiz, que actualmente tiene 44 años, una condena de 20 años de prisión por un delito de asesinato, seis meses por un delito de maltrato habitual, seis más por quebrantamiento de medida cautelar y otros seis por un delito de conducción temeraria. Además, el tribunal le ha impuesto una medida de libertad vigilada de seis años y la prohibición de acercarse y/o comunicarse con los dos hijos menores de la víctima durante tres décadas. Asimismo, deberá indemnizarles con 150.000 euros a cada uno y con otros 25.000 euros a la madre de la víctima.
El tribunal considera probado que el procesado había iniciado una relación sentimental con la víctima —que era también su excuñada— en torno al mes de octubre de 2020 y que llegaron a convivir durante varios periodos de tiempo en una vivienda que la mujer tenía en la localidad navarra. Durante ese lapso, el acusado golpeó, insultó y amenazó a la mujer en numerosas ocasiones. Ella interpuso varias denuncias por maltrato. En virtud de una de ellas y pocos días antes de que asesinara a Pilar, un juzgado de Pamplona llegó a prohibirle al acusado que se comunicara o aproximara a la denunciante a una distancia inferior a 100 metros. Aun así, la noche del 6 al 7 de julio, con la orden de alejamiento en vigor, el condenado intentó acceder en varias ocasiones al domicilio de la víctima, mientras le llamaba insistentemente. Sobre las 10 de la mañana del día de los hechos, el hombre acudió de nuevo a la vivienda y cuando la mujer salió acompañada de los dos menores, la persiguió en coche.
De acuerdo con la sentencia, el condenado, “guiado en todo momento por la voluntad de acabar con la vida” de su pareja y, a pesar de que también estaba poniendo en riesgo la integridad de los menores, la persiguió a gran velocidad cuando circulaba por la carretera NA-6840 (Tudela-Murchante) hacia la N-121C (Tudela-Tarazona). En un momento dado, logró que la víctima se saliera de la vía y circulara por un camino de servicio.
Tras cerrarle el paso, embistió el vehículo en el que viajaba ella hasta que consiguió que frenara. Entonces, tal y como apunta la resolución, Pedro María Ruiz se bajó del turismo con un cuchillo y, mientras ella seguía sentada en el asiento del conductor, le propinó varias cuchilladas, seccionándole “la yugular interna derecha”. El examen forense demuestra que el condenado le causó hasta 17 cortes y heridas a la víctima. En algunas de ellas, sobre todo en las del brazo derecho, mano y hombro izquierdo, se aprecian los intentos de la mujer por defenderse.
El homicida se dio a la fuga en un vehículo que había robado previamente y que fue localizado horas después en la localidad guipuzcoana de Legazpi, donde tenía algunos allegados. Finalmente, fue arrestado al día siguiente, el 8 de julio, en una peluquería de San Sebastián, donde trató de cambiar de aspecto.
En un primer momento, dada la relación previa de cuñados que mantenían —ella era la hermana de la expareja del agresor—, se calificó el crimen como violencia doméstica. Sin embargo, horas después se confirmó la existencia de una relación afectiva entre ambos. Pilar Berrio, de 43 años de edad, era natural de Vitoria, si bien llevaba cuatro años empadronada en Murchante. Además de los dos hijos menores que presenciaron el asesinato, tenía otros dos mayores de edad, según informó el Ministerio de Igualdad.
En lo que va de año, 52 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas. Desde que arrancó la estadística oficial, en 2003, son 1.237 mujeres.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.