La Marea de Residencias logra mantener viva su causa en la Eurocámara pese al PP y Vox
La derecha no consigue dar carpetazo a la iniciativa que pide que el Parlamento Europeo estudie la muerte de más de 7.000 ancianos en residencias de mayores de Madrid durante la pandemia
A la salida de la audiencia de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, las portavoces de Marea de Residencias, María Jesús Valero y Carmen López, se fundieron este miércoles en un abrazo. Los eurodiputados acababan de aprobar in extremis, pese a la oposición de PP y Vox, que su petición para que se estudie la muerte de más de 7.000 ancianos en residencias de mayores en la ...
A la salida de la audiencia de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, las portavoces de Marea de Residencias, María Jesús Valero y Carmen López, se fundieron este miércoles en un abrazo. Los eurodiputados acababan de aprobar in extremis, pese a la oposición de PP y Vox, que su petición para que se estudie la muerte de más de 7.000 ancianos en residencias de mayores en la Comunidad de Madrid durante la pandemia siga adelante en las instituciones europeas, aunque no han conseguido su aspiración principal, que era que se envíe una misión a la capital española para investigar in situ lo sucedido.
“Es una pequeña satisfacción moral”, resumía pese a todo, y todavía emocionada, Carmen López, que por un momento creyó que también en Europa se iba a dar carpetazo a su causa. La eurodiputada del PP Dolors Montserrat, que preside la Comisión de Peticiones, había intentado cerrar la queja presentada a finales de 2022 por la asociación que agrupa a familiares de personas en residencias, tanto las fallecidas durante la pandemia como las que residen actualmente.
Aprovechando que la ausencia en la sala de los diputados del grupo liberal Renew les daba la mayoría ponderada al Partido Popular Europeo (PPE) y al Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) que alberga a los diputados de Vox en Bruselas, Montserrat (del mismo partido que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso) quiso dar por finalizada la petición, pese a las protestas de diputados socialistas, verdes y de izquierdas, que han denunciado reiteradamente los métodos y uso partidista de esta comisión por parte de la exministra de Sanidad conservadora. Pero la llegada apresurada de la coordinadora de Renew, que apoyó mantener la causa abierta, dio la vuelta a la votación en el último momento y “sucedió el milagro”, celebraba poco después López, que perdió a su madre a causa de los denominados “protocolos de la vergüenza” que impidieron la hospitalización de miles de mayores que vivían en las residencias de la región en la primavera de 2020, durante la primera ola de la pandemia.
Durante el acalorado debate, la eurodiputada socialista Cristina Maestre señaló la responsabilidad de Díaz Ayuso. “Hubo una decisión del Gobierno de la Comunidad de Madrid, que dijo ‘aquí se quedan y aquí se mueren”, denunció. También Sira Rego (IU) achacó a una “decisión política directa” de la presidenta madrileña el que calificó como “uno de los episodios más tristes y siniestros de la pandemia”, mientras que Miguel Urbán (Anticapitalistas) denunció que no solo no se ha aprendido, sino que la situación actual “es más precaria aún” por la decisión de “poner la alfombra roja al capital privado en detrimento de lo público” en materia de cuidados a mayores y salud.
Unas acusaciones que el eurodiputado del PP Pablo Arias calificó de estrategia “ruin” y afirmó que la región madrileña tuvo una gestión “responsable y ágil” que la convirtió en la “primera en tomar decisiones para proteger a los mayores”.
Por su parte, en nombre de la Marea de Residencias, López subrayó que la “masacre” de los ancianos que fallecieron en las residencias durante la pandemia “fueron víctimas no tanto de la covid, sino de un sistema caduco y perverso que era el sistema de cuidados y residencias” y que, advirtió, no ha cambiado sustancialmente pese a lo sucedido.
Tres años más tarde, “no ha habido ninguna mejora, todo continúa igual y vivimos en una sociedad edadista que quiere pasar de puntillas, sin reconocer el daño que se ha hecho ni cambiar el modelo de residencias”, denunció, reclamando que este problema se aborde desde una “perspectiva europea”. Una puerta que, este miércoles, dejó un resquicio abierto.