España esquiva por ahora el incremento de hepatitis graves en niños registrado en el Reino Unido
Los hospitales detectan tras la alerta de la OMS una decena de casos ocurridos desde enero, cifra que los expertos ven dentro de lo esperable. Londres eleva el número de afectados a 108
Han pasado apenas dos semanas desde la alerta sanitaria lanzada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las investigaciones siguen en marcha, pero los hospitales no están encontrando indicios de que España sufra un incremento de hepatitis graves de origen desconocido en niños menores de 10 años. Las comunidades han informado por ahora de cinco casos —...
Han pasado apenas dos semanas desde la alerta sanitaria lanzada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las investigaciones siguen en marcha, pero los hospitales no están encontrando indicios de que España sufra un incremento de hepatitis graves de origen desconocido en niños menores de 10 años. Las comunidades han informado por ahora de cinco casos —tres de ellos ingresados en Madrid y dos en Galicia—, cifra que fuentes sanitarias elevan a una decena desde el mes de enero, algunos de ellos pendentes de confirmar.
Son números que los expertos consideran dentro de lo esperable y, en todo caso, muy alejados de los registrados en el Reino Unido, que este jueves ha elevado a 108 los menores afectados desde principios de año, de los que ocho han requerido un trasplante de hígado. Las investigaciones británicas apuntan a un adenovirus como principal hipótesis. El Ministerio de Sanidad también la considera como “la más probable, pero sin estar confirmada”.
“No estamos viendo un incremento como el que motivó la alerta. La revisión de datos sigue en marcha y puede haber algunos casos, como los ha habido otros años, pero estamos muy lejos de las cifras del Reino Unido”, explica Maria Buti, de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH). “Es verdad que aún hay que completar las investigaciones y revisar a fondo todas las hepatitis pediátricas desde enero, pero este tipo de cuadros clínicos no pasan desapercibidos y no estamos viendo una incidencia elevada”, confirma Gloria Sánchez Antolín, hepatóloga y directora general de Planificación Sanitaria de la Junta de Castilla y León.
La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) tampoco ha detectado un incremento de trasplantes hepáticos en niños en España. “Tenemos registrado un caso por hepatitis de origen desconocido desde enero [del que informó la Comunidad de Madrid la semana pasada], que aún está en investigación. A veces son necesarias algunas semanas para identificar la causa. No es más de lo habitual”, explica un portavoz.
Sanidad, que no ha ofrecido datos sobre los niños en investigación, afirma que en este punto aún “no es posible definir si, como sucede en Reino Unido, estos casos [los comunicados por Madrid y Galicia] suponen un aumento inusual de hepatitis también en España”.
El Reino Unido informó el 5 de abril de que hospitales escoceses habían detectado 10 casos de “hepatitis aguda grave de origen desconocido” en niños de entre 11 meses y cinco años de edad, una cifra que superaba lo esperable en todo un año. Tres días más tarde, los pacientes identificados desde enero en el país ya eran 74, lo que motivó la alerta de la OMS y del Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC). Ambos organismos instaron a todos los países a iniciar “una búsqueda activa” y “a notificar” todos los casos de este año en menores que no estuvieran provocados por los virus conocidos (del A al E) u otras causas como dolencias autoinmunes o intoxicaciones.
Las primeras sospechas apuntaron a que la causa pudiera ser una secuela de la covid —el coronavirus fue identificado en varios de los afectados— o una complicación por un adenovirus, un patógeno muy común y que casi siempre causa cuadros respiratorios o gastrointestinales leves o muy leves. No se descartó tampoco un origen tóxico o que se tratara de un virus desconocido. Ningún niño había sido vacunado frente al coronavirus, por lo que esta posibilidad quedó descartada de entrada.
Las autoridades británicas han reforzado este jueves la hipótesis del adenovirus. “Las investigaciones, que incluyen muestras de los pacientes y de los sistemas de vigilancia, siguen apuntando a un vínculo con procesos infecciosos causados por un adenovirus. El 77% de los pacientes ha dado positivo a este patógeno. En todo caso, como no es frecuente observar estos cuadros clínicos por adenovirus, se siguen investigando otros posibles factores, como otras infecciones (incluyendo la covid) o causas ambientales”, ha explicado en un comunicado la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido.
Tras el llamamiento de la OMS, las notificaciones han seguido creciendo en Reino Unido de forma notable y a mucho menor ritmo en la mayoría de países. Irlanda ha notificado “menos de cinco casos”, cifra que no ha crecido durante esta semana. Francia investiga dos hepatitis en niños ingresados en Lyon, mientras el ECDC ha informado también de notificaciones en Dinamarca y Países Bajos, aunque sin aportar datos precisos. Otros países de los más poblados de Europa, como Alemania e Italia, no han informado de ninguna sospecha. Fuera del continente, Israel investiga 12 casos (11 de ellos han pasado la covid en el último año) y Estados Unidos nueve en Alabama, en los que también ha sido detectado el adenovirus.
Patrón distinto a Reino Unido
“Parece que hay un patrón distinto en el Reino Unido y los demás países. Allí se ha observado una agrupación de niños enfermos en un corto periodo de tiempo y en alguna zona concreta, mientras en el resto se están identificando más casos aislados fruto de la búsqueda activa que se ha iniciado por las instrucciones de la OMS y el ECDC”, explica María Buti. Esta especialista considera que el adenovirus es, con la información disponible, la hipótesis más probable, aunque quedan por descartar “factores ambientales y tóxicos que requieren pruebas que tardan algunas semanas en completarse”.
Antonio Rivero Juárez, investigador especializado en hepatitis del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic), considera que es importante tener en cuenta que “no todos los casos que están siendo notificados tienen que tener la misma causa”. ”Tras la alerta de la OMS, es lógico que se estén contabilizando todos a la vez porque es la forma de abarcar más y avanzar en la investigación. Pero es necesario esperar, porque puede ocurrir que algunos estén causados por infecciones o reinfecciones de coronavirus y en otros tenga algo que ver el adenovirus. Además, aún faltan unas dos semanas para que el Reino Unido complete los análisis en marcha sobre tóxicos y factores ambientales”.
“El Reino Unido cuenta con un sistema de detección muy sensible que ha lanzado la alerta tras los primeros diagnósticos. Esto es bueno porque permite actuar e investigar antes, pero también aumenta las posibilidades de que pueda dar ‘falsos positivos’, es decir, que detecte ligeros incrementos de casos por razones distintas que hayan coincidido en el tiempo por azar y que la alerta no vaya a más en otros lugares”, añade Rivero Juárez.
Sobre las investigaciones en España, Gloria Sánchez Antolín explica que “los hospitales están revisando todos los casos desde enero, con detallados cuestionarios sobre todos los sospechosos y la recogida de muestras que se remiten al Centro Nacional de Microbiología y al Centro Nacional de Sanidad Ambiental para su análisis”.
Sanidad precisa que “en caso necesario, las muestras podrán ser derivadas a otras instituciones para la realización de análisis complementarios”, lo que permitirá “realizar de forma centralizada las determinaciones que se consideren necesarias, según avance el conocimiento de esta alerta”.