El Servicio Andaluz de Salud planea el cierre del Centro de Infecciones de Transmisión Sexual para “evitar el estigma”
Asociaciones LGTBI y el Ayuntamiento de Sevilla denuncian el desmantelamiento del servicio, que ha atendido en 2020 a más de 14.000 pacientes
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) está preparando el cierre del Centro de Diagnóstico y Prevención de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) de Sevilla, un servicio que funciona desde 1989 y que en 2020, a pesar de las restricciones de movilidad por la pandemia, atendió 14.147 consultas, frente a las 17.069 de 2019, según datos de sus memorias anuales. Desde el pasado 5 de abril, cuando la médica de familia que estaba destinada al servicio que se ubica en el Hospital Duque del Infantado ocupó su p...
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) está preparando el cierre del Centro de Diagnóstico y Prevención de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) de Sevilla, un servicio que funciona desde 1989 y que en 2020, a pesar de las restricciones de movilidad por la pandemia, atendió 14.147 consultas, frente a las 17.069 de 2019, según datos de sus memorias anuales. Desde el pasado 5 de abril, cuando la médica de familia que estaba destinada al servicio que se ubica en el Hospital Duque del Infantado ocupó su plaza en otro destino, funciona solo con un dermatólogo, que acude dos veces a la semana, tres enfermeras y dos administrativos. Hasta principios de este año, el centro contaba con tres facultativos: dos dermatólogos y un médico generalista. De momento, algunos de sus pacientes están siendo derivados a Atención Primaria, lo que supone la interrupción y el retraso en sus tratamientos.
El SAS anunció el 23 de abril que cerrará el centro dentro de nueve meses para “integrarlo en la atención normalizada de cada consulta de medicina de familia en los centros de Atención Primaria”. Según un comunicado, el centro de ITS de Sevilla “seguirá abierto dando continuidad asistencial a la ciudadanía hasta que se inicie el circuito integral del paciente con ITS”. La viceconsejera de Salud y Familias, Catalina García, ha afirmado que “con la monitorización del nuevo modelo, se verá, tras nueve meses de prueba, si es funcional y operativo y si se obtienen mejores resultados y una mayor captación”.
Decisión con la que, según la Consejería de Salud, “se busca la equidad del paciente, que se mejore la accesibilidad y evitar el estigma ante todo”. Para los representantes de varias asociaciones LGTBI, la integración de este tipo de consultas en la Atención Primaria afectaría “muy negativamente” al tratamiento de unas afecciones que son Enfermedades de Declaración Obligatoria (EDO).
Para Jesús García Carrillo, presidente de Adhara, ONG que trabaja en la detección del VIH y otras ITS, las razones de la Administración están “absolutamente injustificadas”. “Desde que la derecha está en el Gobierno han cambiado muchas cosas. Ellos nos quieren decir lo que es normal, pero normal es todo. Ya no se trata de que las ITS afecten solo a un sector concreto de la población ―homosexuales y prostitución masculina y femenina―, sino de que el prototipo medio de paciente ha cambiado, ahora hay muchas más mujeres heterosexuales que antes, un segmento de la población que no tiene la percepción de estar en riesgo, pero que puede estar transmitiendo algunas enfermedades asintomáticas. Estas patologías no afectan solo a grupos vulnerables, sino a la población general. La Administración debería ocuparse de la salud sexual como de cualquier otro problema. Nadie sufre ningún estigma porque lo atiendan bien y pronto”, ha explicado García Carrillo.
Por su trayectoria y el volumen de población que atiende, el centro de Sevilla es el primero y el más importante de Andalucía y uno de los de referencia en España, junto al Centro Sanitario Sandoval y a los Servicios de Prevención y Diagnóstico Precoz de VIH e ITS, ambos en Madrid, y el Centro Drassanes en Barcelona. En España existen 15 centros o consultas monográficas de VIH e ITS en las ciudades con más población. Además de las citadas, funcionan cuatro en el País Vasco, dos en la Comunidad Valenciana, una en Baleares y dos en Asturias. Andalucía cuenta, además de con el centro de Sevilla, con una consulta en Granada y otra en Algeciras, según datos del Instituto de Salud Carlos III.
“En Atención Primaria no disponen de medios para diagnosticar las ITS ni están familiarizados con estas patologías. El centro de ITS de Sevilla cuenta con un laboratorio propio donde se hacen pruebas rápidas necesarias. Estas infecciones las tiene que ver un dermatólogo o un médico de familia que esté formado para abordarlas y eso, tal y como está ahora la sanidad, supone una pérdida de tiempo crucial en el tratamiento de las ITS”, ha explicado la dermatóloga Isabel Pueyo, fundadora del servicio de Sevilla y ya jubilada. “Cuando alguien padece una ITS es crucial que se trate también a todos sus contactos sexuales, un seguimiento que se hace en estos centros especializados, pero que un médico de familia no puede si esas personas se encuentran fuera de su área de salud”, ha añadido.
En opinión de Juan Manuel Flores, delegado del área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Sevilla, la decisión del SAS tiene “muy poca justificación desde el punto de vista de la utilidad y la cantidad de pacientes que atiende el centro de ITS. El tema de la falta de personal no debe ser una excusa para cerrar un servicio con semejante trayectoria”. Según la memoria del centro de 2019, el 36% de los pacientes llegó de forma directa.
Flores, médico de profesión, destaca la capacidad de prevención y su funcionamiento como una consulta de acto único. Es decir, que una persona puede acudir al centro si presenta síntomas sin necesidad de que lo deriven desde Atención Primaria y, si es urgente, ese mismo día se le atiende, se toman las muestras necesarias y recibe un tratamiento. “No se pueden desmantelar dispositivos que afectan a problemas de salud pública, porque luego vienen consecuencias muy desagradables”, ha añadido Flores.
Desde 2014 se viene produciendo un incremento anual en el número de pacientes atendidos en este servicio, tendencia que solo se ha interrumpido en 2020 a consecuencia de las restricciones de movimientos impuestas para controlar al coronavirus, pero a pesar de ello han subido un 0,4% el número de casos de sífilis respecto a 2019 y un 0,9% el de gonorrea. El perfil de los usuarios ha ido cambiando y ha pasado de una mayoría de homosexuales a principios de la década de los noventa al 65% de heterosexuales, según la memoria del centro de 2020. El documento revela también que el 61% son menores de 35 años y un 11% tiene menos de 25 años. La patología más prevalente es, desde hace años, el Virus del Papiloma Humano: en 2020 fue la causa del 22,67% de las consultas. Además, tras un lustro de continuados descensos, en el último año las nuevas infecciones de VIH han aumentado un 0,67%.
Uno de los trabajadores del centro de ITS de Sevilla —un servicio interprovincial que atiende también a Huelva, Cádiz y parte de Córdoba— opina también que el nuevo abordaje de estas enfermedades planteado por el Gobierno retrasará las actuaciones. “No todos los médicos de Atención Primaria están habituados a detectar este tipo de infecciones y cuando los tratamientos habituales no dan resultados envían al paciente al dermatólogo, que como todos los especialistas suelen tener una larga lista de espera. Todo ese tiempo que se pierde supone que esa persona puede estar transmitiendo la infección a otros”, advierte el profesional. “Acudir a este centro es muy cómodo para los pacientes, además de totalmente confidencial. Algunas personas no quieren ir al médico de familia en su pueblo, donde todos se conocen, por una afección de índole sexual. Nuestros usuarios se sienten cómodos y respetados. Es todo lo contrario al estigma que esgrime el SAS para cerrar el centro”, añade.
Adhara, que la pasada semana presentó una queja ante el Defensor del Pueblo Andaluz, ofrece servicios médicos en su sede y cuando la Junta desmantele el centro de ITS se quedará como única referencia para un sector de la población. “La labor del centro de ITS ha sido no solo impecable, sino absolutamente necesaria para hacer frente a infecciones de declaración obligatoria. Según el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía (SVEA), en el informe de 1 de marzo de 2019, las infecciones de transmisión sexual constituyen el mayor volumen de las enfermedades de declaración obligatoria de Andalucía”, dice el escrito, que considera la medida como “una pérdida de derechos ciudadanos, ya que no es admisible que la Administración sanitaria no haya previsto la cobertura de estas patologías antes de llevar a cabo el cierre del centro”.
En los casos de las ITS, el diagnóstico precoz es vital para evitar que las infecciones se continúen propagando, afirma el presidente de Adhara, quien explica que su caso es un claro ejemplo. “Mi diagnóstico fue muy tardío, se retrasó seis meses porque yo no doy el perfil de la persona que puede contraer el VIH y mi médico de cabecera no supo detectarlo. Eso solo se cambia con educación”, ha explicado García Carrillo.
Siete asociaciones LGTBI critican la decisión de la Consejería de Salud y Familias en unos momentos en los que el temor al VIH se ha disipado y eso ha provocado el aumento de los casos de enfermedades como la sífilis, la gonorrea o el virus del papiloma humano (VPH). “Este servicio es necesario e imprescindible. Desde que la doctora Isabel Pueyo comenzó este proyecto en 1989, cada año se atienden más consultas. En torno al 80% de las consultas referentes a infecciones de transmisión sexual que se realizan en la provincia las gestiona este centro”, asegura Manuel Rosado, presidente de la Red Estatal de Municipios Orgullosos, una de las siete entidades que reclama que se mantenga abierto el centro.
“Una de las cualidades que ofrece este servicio es la discreción y atención directa, tratándose de consultas muy específicas y de fácil acceso con un trato adaptado y personalizado”, afirma Rosado. Justo lo contrario del “estigma” que, según el SAS, sufren las personas que acuden al centro de ITS de Sevilla.