El Vaticano juzga por primera vez abusos sexuales cometidos dentro de sus muros

Un tribunal de la Santa Sede procesa al rector de un preseminario y a un sacerdote por abusos y encubrimiento

Vista de la sala del tribunal Vaticano donde se celebra el juicio contra los dos sacerdotes.VATICAN MEDIA (Reuters)

Un tribunal del Vaticano comenzó este miércoles el primer juicio de su historia por abusos cometidos dentro de los muros de la Santa Sede. El proceso sienta en el banquillo a dos sacerdotes por agresión sexual y por encubrimiento en el preseminario de San Pío X. Uno de ellos era el rector de la institución en aquel periodo y, supuestamente, miró hacia otro lado cuando ocurrieron los hechos. El otro era seminarista y, supuestamente, abusó repetidamente de un compañero. La primera audiencia, presidida por el ma...

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Un tribunal del Vaticano comenzó este miércoles el primer juicio de su historia por abusos cometidos dentro de los muros de la Santa Sede. El proceso sienta en el banquillo a dos sacerdotes por agresión sexual y por encubrimiento en el preseminario de San Pío X. Uno de ellos era el rector de la institución en aquel periodo y, supuestamente, miró hacia otro lado cuando ocurrieron los hechos. El otro era seminarista y, supuestamente, abusó repetidamente de un compañero. La primera audiencia, presidida por el magistrado Giuseppe Pignatone -experto en mafia y fichaje reciente del Papa para atajar algunos de los problemas que arrastra la Santa Sede- fue corta, pero sentó las bases de las vistas que vendrán.

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El primer acusado es el sacerdote Gabriele Martinelli, de 28 años, en el banquillo por haber usado su autoridad como coordinador de los seminaristas del preseminario entre 2007 y 2012 para abusar sexualmente de un joven, L.G, recurriendo también a las amenazas y la violencia. En concreto, según se explicó este miércoles, Martinelli obligó a la víctima a “soportar relaciones carnales, actos de sodomía, masturbación de él y del propio joven en diversos momentos y lugares dentro del Estado de la Ciudad del Vaticano”.

El agresor y la víctima eran menores de edad en aquel periodo y se encontraban en el preseminario. Un centro que generalmente tiene la función de que los adolescentes con una vocación católica despejen sus dudas religiosas y decidan definitivamente si eligen el camino sacerdotal. De hecho, parte de su objetivo, especialmente desde que Francisco es Papa, reside en determinar las inclinaciones sexuales de muchos de ellos.

Enrico Radice, de 71 años, es el otro acusado y se sienta en el banquillo por haber permitido y facilitado que Martinelli esquivase las investigaciones que pesaban sobre él cuando llegaron las primeras denuncias. De hecho, Radice le llegó a defender ante el obispo de la diócesis de Como (Lombardía) que le ordenó sacerdote en 2017, esgrimiendo que las denuncias respondían a una “persecución”. Durante un interrogatorio ante los fiscales de la Santa Sede en 2018 aseguró que ignoraba los actos “libidinosos” y “homosexuales” ocurridos en su preseminario.

La investigación de este caso comenzaron con la publicación del libro Pecado original, del periodista Gianluigi Nuzzi. Su aparición en 2017 dio pie a otra serie de reportajes que terminaron con el propio Nuzzi sentado en un banquillo del Vaticano. Un hecho que le proporcionó más publicidad para su libro y no logró aclarar nada sobre un caso que comenzó con las denuncias del joven polaco Kamil Tadeusz Jarzembowski sobre lo que ocurría en este seminario. El joven fue expulsado tras las denuncias y su carrera como sacerdote se vio truncada. Sin embargo, será uno de los principales testigos del proceso. Martinelli, en cambio, sí fue ordenado en la diócesis de Como el 10 de junio de 2017, a pesar de que el rector había recibido varias denuncias.

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