Georgina Mace, la ciencia en defensa de la ecología

Hizo múltiples y destacadas contribuciones a la lucha contra la extinción de especies y por la conservación de la biodiversidad

Georgina Mace, en 2019 en Bilbao.domi alonso

La pérdida reciente de la científica Georgina Mace ha sido devastadora para todos aquellos interesados en el estudio de la biodiversidad y la conservación de la naturaleza. A los 67 años, nos dejó el 19 de septiembre una gran dama de la ecología y la biología evolutiva. Rodeada de su familia, apaciblemente, con el cariño y reconocimiento extensivo de la comunidad científica, se ha ido tal y como era: sencilla, cálida, amable. Su último gran reconocimiento internacional, en 2019, fue el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Ecología y Biología de la Conservación, que resaltó su vi...

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La pérdida reciente de la científica Georgina Mace ha sido devastadora para todos aquellos interesados en el estudio de la biodiversidad y la conservación de la naturaleza. A los 67 años, nos dejó el 19 de septiembre una gran dama de la ecología y la biología evolutiva. Rodeada de su familia, apaciblemente, con el cariño y reconocimiento extensivo de la comunidad científica, se ha ido tal y como era: sencilla, cálida, amable. Su último gran reconocimiento internacional, en 2019, fue el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Ecología y Biología de la Conservación, que resaltó su visión y contribución con nuevas herramientas que se han mostrado indispensables en el combate contra la pérdida de las especies y la lucha contra la extinción.

Con su brillante argumentación, siempre respaldada por un gran conocimiento científico, expresaba certeramente: “La destrucción constante de biodiversidad nos ha dejado un planeta que está agotado”. Para, inmediatamente, afirmar que estamos en condiciones de recuperar esa pérdida si actuamos decididamente, ya que tenemos una buena diagnosis del problema y la tecnología necesaria para tal recuperación.

Ella siempre insistía en algo no trivial: solo con acciones de conservación (por ejemplo, re-introducción de especies) no conseguiremos nuestro objetivo; precisamos también una acción concertada en el ámbito socioeconómico para frenar el consumo ilimitado de recursos.

Natural de Londres, Georgina Mace se licenció en Zoología por la Universidad de Liverpool y se doctoró en Ecología Evolutiva por la Universidad de Sussex.

Tras pasar por el Instituto Smithsonian (Estados Unidos) y la Universidad de Newcastle-upon-Tyne, fue directora científica de la Sociedad Zoológica de Londres (2000-2006). Entre 2006 y 2010, fue directora del prestigioso Centro de Biología de Poblaciones del Imperial College, con una enorme influencia en el desarrollo reciente de la ciencia de la ecología. En 2012, ya en el University College de Londres, como catedrática de Biodiversidad y Ecosistemas fundó el Centro para la Investigación de la Biodiversidad y el Medio Ambiente.

Georgina Mace ha tenido múltiples contribuciones señeras en ecología y conservación de la biodiversidad. Lideró una revisión profunda de la conocida Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN); literalmente, puso números para un estudio mucho más riguroso y cuantificado de la situación real de miles de especies amenazadas en nuestro planeta. Ello ha provisto a grupos de investigación de todo el mundo de herramientas de análisis riguroso y contrastable para diagnosticar la salud de nuestros ecosistemas y contribuir a grandes desarrollos conceptuales en ecología.

De sus trabajos científicos se desprenden dos resultados muy relevantes: por un lado, la posibilidad de medir el valor de los servicios que la biodiversidad y las especies silvestres proveen a la humanidad; por otro, aplicaciones directas a las políticas de conservación de la naturaleza. Su trabajo liderando el Panel Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES, en sus siglas en inglés) y en el Comité para el Cambio Climático permitió reunir los esfuerzos de miles de ecólogos de todo el mundo para promover medidas efectivas de conservación de la naturaleza basadas en sólidas evidencias científicas. Es la arquitecta del edificio donde aplicamos la ciencia ecológica a los problemas de conservación del mundo real.

Pedro Jordano es profesor de investigación (CSIC) en la Estación Biológica de Doñana.

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