Los adolescentes se consideran inmortales, pero hay también jóvenes en reanimación”

En Italia se ha extendido una cierta tendencia a pensar que la población más joven podría llegar a ser prácticamente inmune al Covid-19, la enfermedad causada por el coronavirus de Wuhan. A propagar este convencimiento erróneo ha contribuido el hecho de que la mayor parte de los fallecidos que estaban contagiados eran personas mayores con patologías previas, algo que también se debe a que Italia, con una media de edad de 46 años, es uno de los países más enve...

En Italia se ha extendido una cierta tendencia a pensar que la población más joven podría llegar a ser prácticamente inmune al Covid-19, la enfermedad causada por el coronavirus de Wuhan. A propagar este convencimiento erróneo ha contribuido el hecho de que la mayor parte de los fallecidos que estaban contagiados eran personas mayores con patologías previas, algo que también se debe a que Italia, con una media de edad de 46 años, es uno de los países más envejecidos de Europa. En cambio, los expertos advierten de que los jóvenes, aunque en menor grado respecto a los más mayores, están también expuestos a contagiarse y enfermar.

“Los adolescentes se consideran inmortales, pero hay también jóvenes en reanimación, con problemas serios, gente de 30 años e incluso más jóvenes. Son pocos casos, pero los hay”, advierte Massimo Galli, director de la sección de enfermedades infecciosas del hospital Sacco de Milán.

Según el último estudio del Instituto Superior de la Sanidad italiano, con datos del 10 de marzo, el 5% de los enfermos, 420 personas en esa fecha, tiene menos de 30 años. El presidente de la máxima institución sanitaria de Italia, Silvio Brusaferro, advirtió de que estas cifras podrían aumentar si los más jóvenes no cumplen las reglas de aislamiento con la misma rigidez que el resto. “Desarrollan formas de la enfermedad menos graves y letales que los pacientes más ancianos, pero, de todos modos, pueden infectar a los demás. Y por eso deben ser responsables con sus comportamientos”, señaló.

Las autoridades sanitarias han alertado del peligro para la salud pública que suponen las aglomeraciones, neutralizadas en general por las restricciones del Gobierno en casi todos los casos, salvo en los de grupos de jóvenes y adolescentes.

Después de que, el domingo pasado, el Gobierno Italiano decretara el cierre de pubs y discotecas y prohibiera a los bares abrir por la noche —ahora todas estas actividades están cerradas permanentemente—, aún se seguían viendo grupos de jóvenes en las calles e incluso en algunos locales nocturnos que no respetaron la orden de cierre. Algunos expertos, como el asesor del ministerio de Sanidad y miembro de la Organización Mundial de la Salud, Walter Ricciardi, advirtieron del peligro de ese tipo de reuniones de tanta gente y a distancias tan cortas. “Dado el comportamiento de estos días, nos podemos esperar una eclosión de casos en la ciudad dentro de una semana, hemos visto escenas de total irresponsabilidad frente a las indicaciones del Gobierno de reducir lo máximo posible los contactos sociales. Lo acabaremos pagando”, previno.

Desde el domingo, en Roma, la policía municipal redobla los controles al caer la noche en las zonas habituales de fiesta, como la céntrica Piazza dei Fiori, donde hay numerosos bares con música y terrazas. En Turín, las fuerzas del orden han denunciado a al menos diez propietarios de locales de la plaza Vittorio Veneto, zona tradicional de juerga nocturna en la ciudad, junto al río Po.

Luca Zaia, gobernador de la región de Véneto, la tercera con más casos (1.384), ha sido otra de las voces que más ha insistido en la necesidad de que el aislamiento se respete en todas las franjas de edad. “Hay que quedarse en casa”, ha repetido de manera incansable. “Si alguien piensa que a los jóvenes no les afecta y que por eso pueden salir, yo les enseñaré los casos de chicos que están en cuidados intensivos”, ha dicho.

De hecho, el considerado paciente uno de Italia, el primer contagiado dentro del territorio nacional, es un hombre de 38 años y atleta que ha pasado 18 días en condiciones graves ingresado en la unidad de cuidados intensivos. Los profesionales de la sanidad llaman a no caer en el pánico o el alarmismo, porque cada caso tiene sus particularidades, pero piden que nadie se relaje y se tomen todas las precauciones posibles.

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