Si la historia de Diego te ha hecho pensar y tú también quieres ayudar a esta causa para cambiar el mundo
Hay expertos en matemáticas que son negados para los idiomas y genios de los negocios que jamás conseguirían tejer sin ayuda una bufanda. Hay personas que, por mucho que practiquen, nunca lograrán cantar una canción sin desafinar y existen otras incapaces de ser ordenadas por mucho que se lo propongan. Al igual que todos tenemos habilidades, también contamos con limitaciones que impiden o dificultan el desarrollo de ciertas actividades o aptitudes. Como apuntan los socios de Timpers, significa que, de alguna manera, todos tenemos nuestras discapacidades. La cuestión es dónde ubicamos la importancia: ¿en lo que tenemos o en lo que nos falta?
En Timpers lo tienen muy claro: “Importan muchísimo más nuestras capacidades que nuestras discapacidades”. Lo dice con total convencimiento Diego Soliveres (Santa Cruz de Tenerife, 1980), socio y cofundador de la que considera “la marca de zapatillas más inclusiva del mundo”. Sus ojos no le permiten ver, pero cuando toca la batería suena igual que Roger Taylor, sus competencias sociales son las de un líder nato y, aunque hasta hace poco no lo sabía, tiene una habilidad extraordinaria para diseñar a través del tacto. Diego tiene una discapacidad visual del 75%, pero muchos quisieran poder disfrutar de la misma visión que él tiene sobre la vida.
Oportunidades laborales más allá del cupón
Aunque cada vez existan más personas con discapacidad con carreras universitarias, de sobra preparadas para entrar en el mercado laboral, Diego nos recuerda que, a día de hoy, de las 1,8 millones de personas con discapacidad en edad de trabajar que existen en España, tres de cada cuatro no lo hace.
Él empezó a estudiar Derecho en la Universidad de Alicante, pero su sueño siempre fue dedicarse a la música, así que cuando se enteró de que podía ganarse un sueldo vendiendo cupones, no se lo pensó dos veces. Con lo que consiguió ahorrar se compró su primera batería y formó parte de un grupo homenaje a Queen, uno de los proyectos de los que se siente más orgulloso. Pero como su futuro en la música no terminó de cuajar, retomó la ocupación que le ofrecía la ONCE.
Uno de los estereotipos más dañinos sobre la ceguera que aún pervive en nuestros días es la creencia de que las personas con discapacidad visual están limitadas a una lista corta y específica de trabajos a desempeñar. En este sentido, Diego siempre se negó a encasillarse y la venta de cupones no era lo suyo. Él buscaba algo distinto, aunque por aquel entonces no imaginaba que acabaría convirtiéndose en emprendedor.
De un equipo de fútbol a una familia de emprendedores
“Echaba de menos hacer cosas en grupo, el aportar, el remar con gente”, explica. Y como el deporte siempre le había gustado, decidió probar con el fútbol. Fue en el equipo de Fútbol 5 para ciegos de Alicante donde pudo retomar la ilusión de trabajar con otros en busca de un objetivo común: “Me sentí tan bien que, desde ese primer entrenamiento, ya les dije que si me aceptaban yo ya era uno más, que ni me lo pensaba, que me daba igual comerme las vallas y ser un paquete, que yo estaba más feliz que nada”.
Sus compañeros le pusieron el apodo de Marconi, el inventor de la radio, y es fácil entender el porqué: Diego emite una onda capaz de transportar energía y optimismo a todos los rincones. Aitor Carratalá, el entrenador del equipo de fútbol y ahora su socio en Timpers, recuerda que cuando el equipo ganó la liga, Diego se convirtió en “el speaker, a lo Pepe Reina”. Por su parte, Roberto Mohedano, el tercer socio de la empresa y guía del equipo, le describe como “un torbellino que no para”.
Fueron ellos, Aitor y Roberto, quienes pusieron frente a Diego la inesperada oportunidad a la que hoy dedica su vida: “Habían hecho unas zapatillas y querían que en el equipo les diéramos nuestra opinión sobre qué nos parecían y, de paso, por qué no decirlo, encasquetarnos zapatillas a nosotros”. No vendieron muchos pares, pero consiguieron algo mejor: “Se quedaron tan sorprendidos de nuestra forma de apreciar las zapatillas, de la poca importancia que tenía la vista y de la mucha que tenía el tacto, que decidieron por qué no hacer un modelo diseñado por personas ciegas a través de lo que tocaban sus dedos”, recuerda Diego.
Junto con algunos otros jugadores diseñaron un primer modelo con el que ganaron varios concursos de emprendimiento y, sin apenas darse cuenta, Marconi entró a formar parte del equipo de Timpers como socio, diseñando zapatillas y llevando la parte de la comunicación de la empresa. “Nosotros somos un todo, como un equipo de fútbol o como un grupo de música”, apunta Diego. “Empezamos juntos compartiendo vestuario, luego siendo socios y empezando con el proyecto y ahora vivimos los tres en Valencia, somos compañeros de piso y unos la familia de los otros”.
El tacto al servicio del diseño
Diego va tocando miles de cartas de materiales, detectando aquellas que despiertan sensaciones. El objetivo es “conseguir contrastes de materiales y texturas a la vez que contrastes de colores fuertes, para que a aquellas personas con baja visión la zapatilla les resulte tanto atractiva como accesible”. Uno de sus modelos favoritos se compone de corcho y fieltro verde, porque le recuerda a los días de campo que pasaba en el pueblo de sus abuelos: “El fieltro parece como hierbecita, vegetación, y la parte trasera de corcho parece totalmente el tronco de un árbol. Al tocar esta zapatilla, de verdad te transmite eso: naturaleza”.
Los cordones son redondos para que resulten más fáciles de atar y el logo, como no podía ser de otra manera, está cosido en relieve en braille. Además, Diego se encarga de escribir con una máquina la hoja de composición de materiales y las cartas de agradecimiento personalizadas que completan la caja.
Su apuesta no es solo poner el tacto al servicio del diseño, sino derribar estereotipos a través de su propio ejemplo: “La gente siempre habla de integrar a las personas con discapacidad, pero cuando hablas de integrar ya estás dando por hecho que hay algo excluido o algo diferente. Lo que tenemos que tener claro es la idea de normalizar. Y para nosotros, las zapatillas son un vehículo para conseguir esa normalización. Hemos conseguido crear el binomio ciegos-moda y seguro que llegará el momento en el que se vea normal”. ¿Que una persona ciega diseña zapatillas? Teniendo en cuenta sus habilidades, debería ser lo más normal del mundo.
Todos tenemos nuestras discapacidades pero, por suerte, también contamos con saberes que nos hacen únicos y útiles en diferentes áreas. La clave está en tener la oportunidad de sacarlos a relucir, descubriendo que, quizá, aquello que jamás conseguiremos hacer no es tan indispensable como lo que sí podemos compartir. “Pienso que la gente que ve perfectamente lo centra todo demasiado en la vista, y es verdad que se puede olvidar un poco de los otros sentidos, pero también sucede en otros aspectos, tanto en tocar una zapatilla como con cosas mucho más profundas como puede ser un prejuicio. Yo no voy a juzgar nunca a nadie por un físico, por ejemplo. Te da cierta perspectiva diferente del mundo”, recalca Diego.
Aunque por ahora prefieren invertir todos los beneficios en hacer crecer su empresa, en Timpers tienen claro que no pueden “vivir de la caridad y hay que vivir de la calidad”. Patrocinan al equipo de fútbol que vio nacer a la marca proporcionándoles la equipación de paseo y sueñan con vestir algún día a la selección paralímpica. En palabras de Diego: “Timpers tiene un doble valor, porque puede ser nuestra forma de vida, pero a la vez un proyecto que de verdad ayuda y aporta valor a la sociedad. Yo cuento eso y se me ponen los pelos de punta. Tenemos ganas de seguir peleando para que esto de verdad un día explote y despegue”. ¿Les ayudamos?
Contenido adaptado del vídeo de Diego
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(Diego) ¿Imaginas a una persona ciega diseñando zapatillas? Diego dejó de vender cupones y ahora es socio de Timpers, la marca inclusiva que pone el tacto al servicio del diseño.
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(Diego) Cuando yo era pequeño mis padres se dieron cuenta de que me ocurría algo en la vista. Veo muy poquito; lo que veo es por el ojo derecho y por el izquierdo, nada. Era un niño normal, me gustaba mucho el fútbol…
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(Diego) Cuando empecé en la universidad descubrí que la ONCE tenía una modalidad que era venta de cupón para estudiantes y decidí cogerlo para poder comprarme mi batería y poder iniciar mi mayor ilusión, que era la música. Toda la vida voy a recordar con ilusión un tributo a Queen que formé yo mismo, y me voy a acordar de él con un amor y un cariño súper especial.
00:59
(Diego) Como el deporte siempre me ha gustado mucho, decidí probar el fútbol para ciegos totales. Sentirme dentro de un grupo, saber que iba a aportar, que iba a ser importante a la hora de transmitir ánimo, de hacer vestuario… Me sentí tan bien que desde ese primer entrenamiento ya les dije que si me aceptaban yo ya era uno más, que ni me lo pensaba, que me daba igual comerme las vallas y ser un paquete, que yo estaba más feliz que nada.
01:23
(Diego) Cuando empecé a entrenar con el equipo conocí a Aitor y a Rober y enseguida la relación fue de una confianza y de una amistad plenísima. Aitor y Roberto llevaron a un entrenamiento del equipo unas zapatillas diseñadas por ellos, y querían que en el equipo las viéramos y les diéramos nuestra opinión respecto a qué nos parecían. Y se quedaron tan sorprendidos de nuestra forma de apreciar las zapatillas que se preguntaron el porqué no hacer un modelo de zapatillas diseñado por las personas ciegas del equipo a través del tacto.
01:53
(Diego) Timpers somos una empresa que nos dedicamos a la comercialización y al diseño de zapatillas por personas ciegas a través del tacto y para todo el mundo. Nuestras zapatillas tienen nuestra marca en sistema braille. Aparte usamos cordones redondos más fáciles de atar y desatar y más complicado que se te hagan nudos. Aparte, contrastes fuertes de colores para que a aquellas personas con baja visión les resulte la zapatilla tanto atractiva como accesible.
02:21
(Diego) Se trata de normalizar, y seguro que llegará el momento en el que se vea norrnal: “Pues mira, un ciego hace esto”. “Ah, pues sí, mira, lo hace”.
02:28
(Roberto) Todo el mundo tiene sus discapacidades. En el caso de Diego, por ejemplo, es una discapacidad visual, pero que compensa con unas labores de comunicación bestiales. No tiene por qué una persona ser menos válida por tener una discapacidad.
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(Diego) Timpers para mí es una empresa formada sobre todo por tres amigos, y creo que es un proyecto que de verdad ayuda y aporta valor a la sociedad. Entonces yo cuento eso y se me ponen los pelos de punta.
02:57
(Diego) Ahora mismo hay como 1.800.000 personas con discapacidad en edad de trabajar y tres de cada cuatro no trabajan. Y a mí me encantaría decirle a la gente que tiene que darse cuenta de que importan muchísimo más nuestras capacidades que nuestras discapacidades, y que si todo el mundo pone su granito de arena, pues llegaremos a un mundo totalmente normalizado como el que queremos. Y si la gente llega a ese mundo con unas Timpers puestas, mejor.
Este contenido ha sido elaborado por Yoigo.