El Supremo absuelve a un padre condenado por abusar de su hija
El tribunal no le da credibilidad al testimonio de la menor, fundamental para la condena a siete años La sentencia llama la atención sobre el cruce de denuncias, ya que la niña acusó luego a la madre
El Tribunal Supremo ha visionado el vídeo del juicio a un hombre, condenado por la Audiencia de Almería a siete años de prisión por abusos sexuales a su hija, para determinar la absolución del padre. El tribunal no da credibilidad al testimonio de la menor, que en el momento de los hechos tenía 12 años, en el que se basó la condena.
La Sala de lo Penal también difiere de la sentencia de la Audiencia Provincial, dictada en 2013, en la consideración que hizo sobre la declaración del hermano de la niña, al rechazarla por entender que era imposible que recordara con exactitud los hechos, oc...
El Tribunal Supremo ha visionado el vídeo del juicio a un hombre, condenado por la Audiencia de Almería a siete años de prisión por abusos sexuales a su hija, para determinar la absolución del padre. El tribunal no da credibilidad al testimonio de la menor, que en el momento de los hechos tenía 12 años, en el que se basó la condena.
La Sala de lo Penal también difiere de la sentencia de la Audiencia Provincial, dictada en 2013, en la consideración que hizo sobre la declaración del hermano de la niña, al rechazarla por entender que era imposible que recordara con exactitud los hechos, ocurridos en 2009, debido al tiempo transcurrido.
El Supremo, sin embargo, considera clave el testimonio del hermano de la niña, que aseguró que esta le dijo que la denuncia que había presentado contra su padre era falsa y que la interpuso porque la madre la presionó. También ha tenido en cuenta "el ambiente de litigiosidad" en que se desenvolvía la relación entre los progenitores de la víctima ni "pese a lo significativo que resulta, la constatación en el informe pericial de que la menor había denunciado con retracción posterior a su madre y pareja por supuestos malos tratos".
También valora que el testigo siempre dormía con su hermana en la misma habitación, lo que a juicio del Supremo haría imposible el hecho denunciado sin que él se apercibiera.
La sentencia concluye que "existen dudas razonables subjetivas y que el tribunal de instancia dejó objetivamente dudar de la veracidad del testimonio de la menor aparentamente víctima y, por ello, de la imputación".