el ajuste en sanidad

“Es imposible que pueda pagar las pastillas contra la leucemia”

Muchos extranjeros no podrán costearse sus medicinas cuando se les retire la tarjeta sanitaria

Ahmed tiene leucemia. Desde hace dos años, cada lunes por la tarde, se acerca al centro que la ONG Médicos del Mundo tiene en Málaga para ir a recoger de forma gratuita las costosas cajas de pastillas que le mantienen con vida. Llegó hace seis años de Marruecos, está en situación irregular en el país, no tiene permiso de residencia ni de trabajo. Ahora cuenta los días que le quedan para llegar a su cumpleaños. “Ya me queda poco para tener los 31, en mayo los cumpliré”, dice.

“Cada semana vengo aquí a recoger mis pastillas porque me las dan g...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Ahmed tiene leucemia. Desde hace dos años, cada lunes por la tarde, se acerca al centro que la ONG Médicos del Mundo tiene en Málaga para ir a recoger de forma gratuita las costosas cajas de pastillas que le mantienen con vida. Llegó hace seis años de Marruecos, está en situación irregular en el país, no tiene permiso de residencia ni de trabajo. Ahora cuenta los días que le quedan para llegar a su cumpleaños. “Ya me queda poco para tener los 31, en mayo los cumpliré”, dice.

“Cada semana vengo aquí a recoger mis pastillas porque me las dan gratis. La medicación para este tratamiento es carísima y no la puedo pagar. La caja más barata cuesta 13 euros y solo vienen siete pastillas. Es horrible cuando, a veces, tengo que tomar hasta dos cápsulas al día. Para mí es imposible pagar estas pastillas, es un tratamiento tan largo”, confiesa.

Ahmed cuenta que trabajaba en Málaga. “Pero cuando enfermé tuve que dejar de hacerlo. Y ahora estoy completamente solo en el país, no tengo a nadie. Ha venido mi hermano un tiempo para acompañarme, y vivimos con 400 euros al mes que me quedan, y con eso apenas alcanzo para el alquiler, las compras y la comida”, detalla.

Todo son preguntas

Elías Ruiz es miembro de la junta directiva de Médicos del Mundo en Andalucía, y voluntario. Él es el que cada lunes le dispensa las pastillas a Ahmed. “Es tremendamente amable. Si viene alguna persona de Marruecos al centro siempre hace de intermediario, y tranquiliza a la gente en la sala de espera, en ese sentido nos ayuda él a nosotros”, destaca Ruiz, que se cuestiona la medida tomada por el Gobierno de restringir el acceso a la sanidad a los inmigrantes no regularizados.

“No sabemos con esta medida qué va a pasar, tanto con Ahmed como con la cantidad de personas que están en situaciones parecidas”, declara Ruiz. Para él todo son preguntas: “¿Cómo se va a resolver esto? ¿Qué va a pasar si, por ejemplo, hay un brote endémico? Los virus no entienden de fronteras, y aquí en Málaga hay ahora, por ejemplo, dos brotes de tuberculosis. Además, estas personas no viven en las mejores condiciones sanitarias, viven en núcleos delicados, en pisos con muchas personas”, matiza, y prosigue... “¿Es que no han estudiado las consecuencias? ¿no han contado con asesores que les expliquen que se pueden saturar los servicios de urgencias?”, sigue preguntándose en voz alta.

Sobre la firma

Archivado En