Sanción a dos médicos por no asistir a unos gemelos prematuros

Deberán pagar 65.000 euros a los padres por haber dejado morir a los bebés Los hechos ocurrieron en un hospital de Ceuta en 2006

Dos médicos del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) de Ceuta han sido condenados a pagar una indemnización de casi 65.000 euros por una falta de homicidio por imprudencia profesional grave tras ser acusados por los padres de haber dejado morir a dos neonatos gemelos al no prestarles la debida asistencia médica en 2006 por no considerarlos viables.

Tanto la madre de los bebés, María del Mar Valle, como el padre, Francisco José Carrasco, mantuvieron desde un primer momento que a sus hijos, a los que los médicos considera...

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Dos médicos del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) de Ceuta han sido condenados a pagar una indemnización de casi 65.000 euros por una falta de homicidio por imprudencia profesional grave tras ser acusados por los padres de haber dejado morir a dos neonatos gemelos al no prestarles la debida asistencia médica en 2006 por no considerarlos viables.

Tanto la madre de los bebés, María del Mar Valle, como el padre, Francisco José Carrasco, mantuvieron desde un primer momento que a sus hijos, a los que los médicos consideraron inviables, los dejaron morir sin prestarles la adecuada asistencia médica.

El padre afirmó que los dos condenados -médicos de guardia- decidieron que los niños no eran viables y no los metieron en la incubadora ni los alimentaron, pese a las peticiones de la familia para que lo hicieran e incluso la petición de su evacuación a un hospital de Cádiz.

La sentencia condena a los médicos pero no en el grado que pretendían tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular al entender que los profesionales habían incurrido en un delito, y no en una falta como ha tipificado la juez. Los dos médicos se enfrentaban a un año de prisión por un delito de homicidio por imprudencia profesional grave, pero la magistrada les ha condenado por dos faltas de homicidio por imprudencia leve, considerando que existió una negligencia.

Los médicos tendrán que abonar cada uno una multa de 700 euros, además de una indemnización conjunta para los padres de 64.409 euros, aunque no serán inhabilitados para el ejercicio de la profesión médica. La sentencia considera que el comportamiento de los médicos no fue el correcto, pero ha tenido en cuenta la existencia de varios factores para reducir las acusaciones.

El fiscal indicó que uno de los bebés tardó en morir 10 horas y el otro 17 horas y media, sin que en momento alguno se les permitiera darles atención médica, ya que se consideraba que eso supondría alargarles la agonía. Los médicos no informaron a los padres de la decisión tomada sobre sus bebés.

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