Knut cumple años en medio de las dudas sobre su futuro

Un centenar de ciudadanos se han acercado hoy a las instalaciones del parque zoológico de Berlín para celebrar el segundo aniversario de Knut, el oso polar más famoso del mundo, que hoy cumple dos años de vida. Tras casi una hora de espera, decenas de berlineses han cantado el cumpleaños feliz al popular plantígrado, que ya pesa 200 kilos, mide dos metros y medio, y que este viernes ha degustado un menú especial: unos cruasanes y una gran tarta helada a base de verduras.

Sin embargo, la fiesta de este año se ha visto ensombrecida por la polémica surgida en la última semana en tor...

Un centenar de ciudadanos se han acercado hoy a las instalaciones del parque zoológico de Berlín para celebrar el segundo aniversario de Knut, el oso polar más famoso del mundo, que hoy cumple dos años de vida. Tras casi una hora de espera, decenas de berlineses han cantado el cumpleaños feliz al popular plantígrado, que ya pesa 200 kilos, mide dos metros y medio, y que este viernes ha degustado un menú especial: unos cruasanes y una gran tarta helada a base de verduras.

Sin embargo, la fiesta de este año se ha visto ensombrecida por la polémica surgida en la última semana en torno al futuro de Knut, que en los próximos meses podría decir adiós al zoo que le vio nacer. En principio, el oso no puede quedarse en Berlín porque el parque ya cuenta con dos familias de plantígrados y no sufragará la construcción de un tercer recinto, cuyo coste asciende a unos nueve millones de euros.

No obstante, los responsables del zoo berlinés han anunciado que seguirán peleando por que el oso se quede entre ellos, para lo cual tendrán que llegar a un acuerdo con el zoológico de Neumünster (norte de Alemania), propietario de los derechos del padre de Knut y, por consiguiente, de él mismo.

Asimismo, el segundo cumpleaños de Knut viene marcado por la ausencia de Thomas Dörflein, su ex cuidador y fiel amigo que se ganó el corazón de millones de berlineses en su papel de "padre adoptivo" del animal. Dörflein, que murió hace apenas dos meses tras sufrir un paro cardíaco, amamantó con biberón y cuidó al oso polar en sus primeros meses de vida después de que éste hubiera sido repudiado por su madre.