Francia retira una atracción que reproducía la muerte en una silla eléctrica

Un caso similar ocurrió hace un mes en Milán

Comienza a funcionar la atracción. Un muñeco de látex se estremece y convulsiona por una descarga eléctrica. Finalmente terminan los espasmos y de su cuerpo comienza a emanar una nube de humo. Esto es lo que podían ver los visitantes del parque de atracciones de Luna Park Fréjus, al sureste de Francia. Una muerte en la silla eléctrica, en directo. Al menos así ocurría hasta el miércoles pasado porque ese día se cerró al público por las críticas recibidas por presunta apología de la pena de muerte.

La atracción llega ahora a París y su alcalde, el socialista Bertrand Delanoë, considera q...

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Comienza a funcionar la atracción. Un muñeco de látex se estremece y convulsiona por una descarga eléctrica. Finalmente terminan los espasmos y de su cuerpo comienza a emanar una nube de humo. Esto es lo que podían ver los visitantes del parque de atracciones de Luna Park Fréjus, al sureste de Francia. Una muerte en la silla eléctrica, en directo. Al menos así ocurría hasta el miércoles pasado porque ese día se cerró al público por las críticas recibidas por presunta apología de la pena de muerte.

La atracción llega ahora a París y su alcalde, el socialista Bertrand Delanoë, considera que se trata de un objeto de dudoso gusto y por eso pedirá a la Jefatura de la Policía de París que no le conceda la autorización para la fiesta popular que se celebrará a partir del 30 de agosto. Ya en Fréjus, su alcaldesa, Élie Brun, solicitó a la dirección del Luna Park Fréjus la clausura de este artículo. A pesar de que desde el centro accedieron a adoptar esta medida replican que ese tipo de decisiones se tendría que aplicar también a los contenidos televisivos.

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La atracción fue adquirida en un salón profesional de Orlando (EE UU) hace un año por 10.000 dólares (6.771 euros). Su propietario, un feriante de 40 años llamado Stéphane Camors, negó que hiciera apología de la pena capital, que se abolió en Francia en 1981 tras la elección al Elíseo del socialista François Mitterrand.

La polémica suscitada en París no es la primera que surge por este tipo de atracciones. Hace un mes, en Milán (Italia) se retiró también una de las distracciones con más éxito, otra silla eléctrica, del parque de atracciones de Idroscalo. Y hace varias semanas las críticas surgieron por un centro de Nueva York (EE UU). Aquí los visitantes podían ver a un hombre con una capucha negra que vertía agua en la cara de un prisionero que viste un traje naranja y está atado sobre una tabla. En este caso se definía como una obra de arte para criticar la técnica de asfixia simulada (waterboarding, en inglés).

Silla eléctrica del Luna Park Fréjus.AFP

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