Una clínica de Barcelona ofrece 1.700 embriones en adopción

Se trata de 1.700 embriones congelados cuyos padres biológicos han dejado su destino en manos de la clínica

El Institut Marqués de Barcelona, un centro de ginecología y medicina embrionaria, ofrece en adopción un total de 1.700 embriones congelados cuyos padres biológicos han dejado su destino en manos de la clínica. Se trata, según sus responsables, de la primera unidad de adopción de embriones del mundo, que se pondrá en marcha el 1 de noviembre, cuando se empiecen a implantar embriones en madres receptoras. El objetivo de esta iniciativa, que se lanza poco antes de que se legalice en España la investigación con células madre, es que "estos embriones puedan vivir y encontrar una madre, en lugar de...

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El Institut Marqués de Barcelona, un centro de ginecología y medicina embrionaria, ofrece en adopción un total de 1.700 embriones congelados cuyos padres biológicos han dejado su destino en manos de la clínica. Se trata, según sus responsables, de la primera unidad de adopción de embriones del mundo, que se pondrá en marcha el 1 de noviembre, cuando se empiecen a implantar embriones en madres receptoras. El objetivo de esta iniciativa, que se lanza poco antes de que se legalice en España la investigación con células madre, es que "estos embriones puedan vivir y encontrar una madre, en lugar de cederlos a la investigación", ha explicado la ginecóloga Marisa López-Teijón. "Nosotros no estamos en contra de la investigación con embriones, pero pensamos que sería bueno darles la opción de nacer", ha subrayado López-Teijón.

A pesar de lo que declaran los responsables del proyecto, la donación de embriones no es nueva. Así, según varios expertos consultados por este periódico, la práctica está permitida pero poco frecuente. Se calcula que en España hay un total de 80.000 embriones congelados, todos sobrantes de parejas que se han sometido a técnicas de fecundación in vitro. La Ley de Reproducción Asistida de noviembre de 2003 establece cuatro posibles destintos para los embriones: se pueden donar a otras mujeres que los necesitan, implantarlos más adelante a la propia madre biológica, destruirlos o donarlos para la investigación científica, aprovechando la apertura de los dos centros de investigación con células madre.

No obstante, debido a las implicaciones emocionales que conllevan las cuatro opciones, "hay muchas parejas que no responden y dejan a manos de la clínica el destino de sus embriones", según ha indicado López-Teijón. Así, sólo el 6% de los padres biológicos de embriones congelados en el Institut Marqués quiere destinarlos a la investigación, el 2,6% opta por destruirlos, mientras que el 61,7% no sabe o no contesta. "Estos últimos no se deciden y muchos nos llaman pidiendo que seamos los propios ginecólogos quienes decidamos qué hacer con sus embriones porque tienen miedo a que sus hijos se encuentren con hermanos, críticas del entorno o temor a arrepentirse", ha señalado la especialista.

Evitar encuentros entre hermanos

Ante esta situación, el Institut ha decidido poner en marcha una unidad de adopción de embriones. "Pueden acceder a este programa mujeres mayores de edad con plena salud mental y física que estén en edad biológica para tener hijos", ha asegurado por su parte el ginecólogo Manel Elbaile. En principio, la edad límite de las mujeres es de 45 años, aunque hasta los 50 "si hay una valoración médica previa y un ginecólogo que se vea capaz de llevar adelante el embarazo también se puede estudiar", ha añadido López-Teijón. Parejas o mujeres en lista de espera de adopción, mujeres sin pareja que quieren ser madres y también parejas con problemas de esterilidad son susceptibles de adoptar un embrión, y para ello sólo es necesario preparar el útero para recibir los embriones mediante unos parches y unos comprimidos vaginales de progesterona.

Este tratamiento previo para recibir el implante de embriones -de uno a tres máximo-, es totalmente "indoloro". Después, "se le transfiere el embrión en el cuello del útero" a través de un procedimiento que "no requiere ingreso hospitalario" y, al cabo de 14 días, se le realiza la prueba del embarazo para conocer si está esperando un hijo. Si es positiva, la mujer seguirá con la gestación normal. Mediante esta técnica, cuyo coste es de 2.550 euros, la posibilidad de que la mujer pueda conseguir un embarazo es del 35%, aunque el éxito "podría ser superior", ya que algunas de las madres adoptantes "puede que no tengan problemas de esterilidad", ha subrayado López-Teijón.

Los 1.700 embriones congelados que se ofrecerán en adopción son de tamaño microscópico y están dispuestos en contenedores de nitrógeno líquido a menos de 196 grados centígrados de temperatura. Algunos de ellos fueron concebidos hace 15 años, pero el 80% de ellos entre 1999 y 1989. Para evitar futuros encuentros entre hermanos, la clínica barcelonesa, que recibe parejas de toda España y de otros países europeos, ha diseñado un sistema de asignación que prevé que los embriones cambien de autonomía o de país. Los padres que opten por someterse a esta técnica no tendrán que realizar los trámites oficiales de adopción, pero sí será necesario firmar un documento de consentimiento informado que ha elaborado un equipo de abogados. En el caso de que la pareja esté casada, deberán firmar los dos conyugues.

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