La Guardia Civil rescata a una niña que llevaba año y medio secuestrada por su padre

El padre, detenido, mantenía a la menor en un zulo en el que convivía con dos prostitutas

Efectivos de la Guardia Civil han detenido en Loja (Granada) a un hombre que en noviembre de 2001 secuestró en Madrid a su hija, de siete años, arrebatándosela a su madre, y ha recuperado a la niña, a la que mantenía "en condiciones lamentables" en un zulo. La niña ha sido entregada al servicio de Protección de Menores de la Junta de Andalucía, según ha informado hoy el Instituto Armado.

El padre y la hija se encontraban ocultos en un zulo en una nave industrial de Loja, donde residían junto a tres prostitutas y un hombre que las trasladaba a los dos clubes de alterne donde ejercían su ...

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Efectivos de la Guardia Civil han detenido en Loja (Granada) a un hombre que en noviembre de 2001 secuestró en Madrid a su hija, de siete años, arrebatándosela a su madre, y ha recuperado a la niña, a la que mantenía "en condiciones lamentables" en un zulo. La niña ha sido entregada al servicio de Protección de Menores de la Junta de Andalucía, según ha informado hoy el Instituto Armado.

El padre y la hija se encontraban ocultos en un zulo en una nave industrial de Loja, donde residían junto a tres prostitutas y un hombre que las trasladaba a los dos clubes de alterne donde ejercían su oficio, en Villanueva del Trabuco (Málaga) y Loja.

El individuo, J.L.B.C., de 42 años, secuestró el 28 de noviembre de 2001 a la niña por la fuerza y bajo amenazas a la madre de ésta. Desde entonces había burlado a los cuerpos de seguridad del Estado, dada su movilidad y por carecer de un domicilio conocido.

La Guardia Civil de Loja tuvo noticias de que el detenido frecuentaba clubes de alterne de la comarca y de la vecina Málaga. Posteriormente, las investigaciones dieron su fruto y se averiguó que podría encontrarse en unas naves industriales, que antiguamente se dedicaban a la cría del champiñón, de las afueras de la ciudad lojeña.

Con autorización del Juzgado de Instrucción número 40 de Madrid, los agentes registraron dichas naves y, en una de ellas, localizaron una pared falsa y una puerta camuflada, tras la que se ocultaban el presunto secuestrador, que se resistió "cuanto pudo" a ser arrestado, y su hija. El detenido había dotado a las naves de cámaras de seguridad en todo el perímetro y, gracias a ellas, vio venir a los guardias civiles y se ocultó con rapidez. De hecho, en el momento de la detención, él sólo vestía unos calzoncillos y la niña estaba descalza, lo que indica que salió corriendo al ver a los agentes.

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