INFANCIA

Casi 352 millones de niños de entre 5 y 17 años trabajan en el mundo según la OIT

Unos 246 millones se dedican a trabajos que deberían estar prohibidos para los menores al estar en peligro su bienestar físico, mental o moral

Casi 352 millones de niños de entre cinco y 17 años desarrollan algún tipo de actividad económica y, de ellos, 246 millones se dedican a trabajos que deberían estar prohibidos para los menores al poner en peligro su bienestar físico, mental o moral, según señala un estudio hecho publico hoy, Día Mundial de la Infancia, por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El informe Un futuro sin trabajo infantil destaca que a pesar de los importantes progresos realizados en los últimos años, "un número alarmante de niños está atrapado en las peores formas de trabajo infantil", pr...

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Casi 352 millones de niños de entre cinco y 17 años desarrollan algún tipo de actividad económica y, de ellos, 246 millones se dedican a trabajos que deberían estar prohibidos para los menores al poner en peligro su bienestar físico, mental o moral, según señala un estudio hecho publico hoy, Día Mundial de la Infancia, por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El informe Un futuro sin trabajo infantil destaca que a pesar de los importantes progresos realizados en los últimos años, "un número alarmante de niños está atrapado en las peores formas de trabajo infantil", problema del que ningún país o región se salva.

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Según los datos recogidos en el informe, de los 352 millones de niños que trabajan, unos 106 millones realizan una labor aceptable para aquellos que tienen al menos 15 años o participan en labores ligeras, como las domésticas.

Sin embargo, los otros 246 millones de niños, uno de cada seis de entre cinco y 17 años, están implicados en tipos de trabajo que deberían eliminarse, ya que no alcanzan la edad mínima, son peligrosos para su bienestar o forman parte de las denominadas "formas indiscutiblemente peores del trabajo infantil".

Trabajos peligrosos

Uno de cada ocho niños en el mundo, unos 179 millones, está expuesto a las peores formas de trabajo infantil. La OIT diferencia entre los 111 millones de menores de 15 años que realizan trabajos peligrosos y que deberían ser retirados inmediatamente de ese tipo de labores o los 59 millones de entre 15 y 17 años que deberían recibir protección urgente contra los riesgos laborales o dejar los trabajos que realizan.

El caso más grave son los 8,4 millones de niños que están atrapados en las formas "indiscutiblemente peores" del trabajo infantil, como son la esclavitud, la trata de niños, la servidumbre por deudas, trabajo forzoso, reclutamiento forzoso en conflictos armados, prostitución, pornografía y otras actividades ilícitas.

Por regiones, en términos absolutos la mayoría de los niños de entre cinco y 14 años que trabaja -unos 127 millones, el 60%- están en Asia y el Pacífico. En el Africa subsahariana hay 48 millones de niños -el 23% del total-, seguido de América Latina y el Caribe, con 17,4 millones de niños -8%, y Oriente Próximo y norte de Africa, con 13,4 millones.

Unos 2,5 millones, un 1% de los niños que trabajan, viven en los países industrializados, mientras que 2,4 millones están en las economías en transición. El informe señala que el 70% de los niños que trabajan lo hace en ramas de actividad del sector primario, como la agricultura, la pesca, la caza y la silvicultura.

Construcción y minas

La industria manufacturera, comercio, restauración, hostelería, labores domésticas, sector servicios, transportes o comunicaciones, son otras de las labores habituales, mientras que un 3% trabaja en la construcción o en la explotación de minas y canteras. El trabajo infantil adquiere con frecuencia graves proporciones en la agricultura comercial vinculada a los mercados de productos básicos, como algodón, cacao, café o caucho.

Estudios efectuados en Brasil, Kenia y México demuestran que entre el 25 y el 30% de la fuerza de trabajo empleada en la producción de diversas materias primas está constituida por menores de 15 años. Además, la mayoría de los niños trabaja en la economía sumergida, lo que hace que sea muy difícil la eliminación efectiva del trabajo infantil.

En 2001, nació el primer programa de la OIT destinado a eliminar en un plazo de entre cinco y diez años las peores formas de trabajo infantil en algunos países, que se espera ayude inicialmente a unos 100.000 menores en El Salvador, Nepal y Tanzania.