Siete preguntas que debes hacer cuando te entrevisten para un trabajo (y una que debes evitar)

Abandonar la actitud pasiva de ser entrevistado y mostrar iniciativa en el turno de preguntas puede ayudar a posicionarnos mejor como candidatos.

Preguntar las cuestiones adecuadas al entrevistador puede elevar tu perfil.Getty (Getty Images/iStockphoto)

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La tendencia a la hora de preparar una entrevista de trabajo es clara: elaborar respuestas a las posibles preguntas. Escenificar mentalmente o en voz alta la forma en que nos venderemos frente al entrevistador. Pero hay una parte fundamental de estos encuentros que a menudo queda en un segundo plano. Al final de la entrevista, la empresa brinda un turno de preguntas para saldar dudas sobre la oferta. Una ocasión que se puede aprovechar también para marcar la diferencia en la candidatura. “Muchas personas se estresan con este momento y adoptan un papel más pasivo en la entrevista”, confirma a S Moda Joana Sanz, experta en desarrollo profesional y comunicación. “Es conveniente aprovechar para hacer preguntas, sabiendo cómo y cuándo hacerlas. Mejor cuando el entrevistador ha terminado, con elegancia, y sin perder de vista que, aunque mostremos liderazgo personal, en este caso lideran ellos”.

No se trata de lanzar cuestiones rimbombantes con la única finalidad de deslumbrar, sino de concretar cómo será el puesto y el trabajo dentro de la empresa de manera que el interlocutor perciba interés y escucha. Y que ayuden a quien opta al puesto a imaginar cómo sería la vida allí: en las entrevistas de trabajo también el candidato elige.

1. ¿Qué os ha llamado la atención de mi perfil?

“Al abordar preguntas como esta la empresa puede ver que hay un cierto liderazgo personal, que nos hacemos valer y puede darnos seniority” (posicionarnos como alguien con trayectoria y profesionalidad), apunta Joana Sanz. Saber qué es lo que más ha llamado la atención de nuestro perfil, si estamos hablando de una competencia o una experiencia en concreto puede brindar un plus de información interesante también al candidato. “Es un feedback que obtienes de manera inmediata. Pero es importante que formulemos esta cuestión en un tono muy suave, poco invasivo”.

2. ¿Qué esperáis de la persona que ocupe el puesto?

Es probable que a lo largo de la entrevista los entrevistadores hayan facilitado de una forma más o menos concreta la respuesta a esta pregunta. Si no es así o se necesita más información, puede preguntarse de diferentes formas: “¿Cuál es la competencia más valiosa que esperáis que tenga la persona en el puesto?, “¿cuál debe ser su valor añadido?…”, apunta Sanz. Esta pregunta puede ser más valiosa a ojos del entrevistador en casos de puestos de nueva creación. En casos en los que la persona que lo ejecutaba anteriormente ya no lo haga, la pregunta puede enfocarse como “¿qué esperáis de la persona que ocupe este puesto ahora que echasteis en falta anteriormente?”.

3. ¿Cuáles serían exactamente mis funciones?

“Aunque vengamos de una posición igual o similar, no necesariamente tendremos las mismas funciones. Si cambiamos de una pyme a una empresa mayor, nuestras tareas pueden ser distintas, más específicas. Es interesante asegurarnos de que estamos capacitados y nos interesan esos desempeños”, explica la experta en desarrollo y comunicación. Hacerlo es una forma más de demostrar un interés real por el puesto.

4. ¿Cómo valoraréis el éxito en esta posición?

Esta pregunta hace alusión directa a la forma en que se medirá nuestro trabajo. “¿Hay objetivos claros a corto o medio plazo? ¿Cuáles son los KPIs (medidores de desempeño) que se tendrán en cuenta? ¿Qué plazos se manejan?”. En definitiva, qué pacto estamos firmando. Sanz señala que esta cuestión no siempre se trata en una primera entrevista, pero debe quedar clara antes de firmar el contrato. Si la información es poco clara al respecto puede ser un indicador de que la empresa no tiene demasiado madurada la función del puesto y por tanto la necesidad del mismo, lo que podemos interpretar como una señal de advertencia antes de tomar nuestra decisión.

5. ¿Cómo es el organigrama de la empresa?

Y qué lugar ocuparía el puesto al que opto en él. “Preguntar cómo funciona el departamento (si depende de varias personas, con quién o con qué otros departamentos trabajaría codo a codo…) y apuntar muy claro el organigrama y el lugar que este ocupa en el total de la empresa es una pregunta que puede dar mucho valor a la candidatura”, asegura Joana Sanz. Es útil también para el candidato, que podrá calcular el valor que tiene su futuro departamento dentro de la misma, el nivel de responsabilidad que asume y también ayudar a calcular mejor el posible salario.

6. ¿Cuál es el plan de carrera dentro de la empresa?

Siguiendo con las preguntas que hablan del trabajo a desempeñar y de la proyección de la persona candidata dentro de la empresa, esta es una de las más clave a la hora de demostrar la intención de prosperar y mantenerse en la empresa, según reconoce Sanz. “Así intentaremos averiguar cómo gestiona la empresa el desarrollo profesional y conseguiremos que no parezca que vamos a buscar otra posición enseguida. Es muy interesante si aquí hacemos alguna referencia a la actualidad de la empresa con datos conseguidos previamente sobre sus estándares de calidad frente a los empleados o sus programas de formación. Preguntándolo siempre desde un punto de vista positivo y perpetuando esa sensación de que te vas a quedar, que hay recorrido”.

7. ¿Qué es para ti lo mejor de trabajar aquí?

Nada mejor para imaginar cómo es la calidad de vida como empleado en la empresa, que preguntar a quien ya está dentro. La pregunta puede pillar por sorpresa descolocando a quien entrevista y, por ello, Joana Sanz insiste en hacerla con cautela. “Hay que ver si procede, si hay feeling con el entrevistador –uno bueno sabe que debe generarlo durante la entrevista–. Se puede hacer con gracia y se debe hacer desde la más humilde curiosidad porque puede ser una información de valor”.

8. Lo que no debes preguntar, según la experta: vacaciones y condiciones particulares

Joana Sanz considera que no se debe preguntar por las vacaciones en un primer encuentro –sí por otras condiciones laborales–. «Aquí deberá ser la propia empresa la que en su proceso de selección, si avanzamos, nos las cuente”, asegura.

Diferencia de opiniones respecto al salario

El sueldo es una información que debe quedar muy clara a lo largo del proceso, pero según la experta, es un tema con el que “hay códigos”. “Lo primero de todo es ir a gustar y a que nos gusten a nosotros. Habitualmente, en la primera ronda de entrevistas nos preguntarán nuestra expectativa salarial –aquí se recomienda siempre dar un horquilla–, pero no estaría bien visto preguntar de vuelta ‘cuánto tenéis pensado pagar’ o similar. Es una información que aparecerá en fases siguientes», sostiene Sanz.

Preguntar por el salario en un primer encuentro es algo que genera cierta controversia entre los expertos de recursos humanos. Al ser una pregunta tan importante, algunos expertos creen que no tiene sentido evitarla. Chuck Edward, jefe de Global Talent de Microsoft, aseguró en una entrevista que él es partidario de preguntarlo. «Es algo justo», explicó, aunque matizó que en muchas ocasiones el entrevistador no puede revelar la cifra en una primera conversación. La revista Forbes en un artículo titulado Why you should ask about salary before the interview (Por qué deberías preguntar por el salario antes de la entrevista) apuntaba que era positivo obtener esta información antes incluso de que se produzca una primera entrevista.

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