Alerta tendencia: la boina es el accesorio del momento
Las boinas están de moda. Gucci les devolvió el protagonismo y Dior las encumbra como imprescindibles en su última colección. Buscamos inspiración para llevarlas.
Piensen en una boina. Inevitablemente la imaginarán coronando un estilismo francés compuesto por camiseta marinera, zapato plano, cigarrillo y hasta baguette bajo el brazo. La imagen tiene tanto casi de cliché como de realidad. El allure parisino tiene mucho que ver con las rayas, la comodidad y el espíritu bohemio y un poco andrógino encarnado por la boina a lo garçon. No en vano el nombre de este accesorio proviene del francés. Pero esta gorra redonda y chata ha vivido mil vidas más. Resulta paradójico que ...
Piensen en una boina. Inevitablemente la imaginarán coronando un estilismo francés compuesto por camiseta marinera, zapato plano, cigarrillo y hasta baguette bajo el brazo. La imagen tiene tanto casi de cliché como de realidad. El allure parisino tiene mucho que ver con las rayas, la comodidad y el espíritu bohemio y un poco andrógino encarnado por la boina a lo garçon. No en vano el nombre de este accesorio proviene del francés. Pero esta gorra redonda y chata ha vivido mil vidas más. Resulta paradójico que un accesorio vinculado a las clases campesinas y pobres en los siglos XV y XVI se convirtiera décadas después en un accesorio de lo más estiloso. Símbolo militar y político (los Panteras Negras hicieron de ella su seña de identidad en los 70 y la imagen del Che Guevara no sería lo mismo sin la suya), también ha sido emblema de cantantes, escritores y poetas en los locos años 20 e insignia de revolución en los 60. Ahora vuelve a ser objeto de deseo en el caprichoso mundo de las tendencias.
Desde hace unos meses, las boinas han vuelto con fuerza impulsadas por la estética a lo Wes Anderson ideada por Gucci. A pesar de que el gran responsable de su regreso es precisamente Alessandro Michele y sus chicas nerd, otras firmas como Giorgio Armani, Isabel Marant o Chanel en su tributo a Cuba han apostado por recuperarla. La última gran firma en reinterpretar el accesorio fue Dior en su propuesta para el próximo otoño-invierno 2017/2018. Maria Grazia Chiuri apostó por las de cuero negro, una versión con reminiscencias políticas y revolucionarias que la propia Rihanna popularizó el día desfile. En el panorama nacional, la diseñadora Ana Locking coincidió en dar todo el protagonismo a las boinas inspirándose en las que llevaban los Black Panther. Todo ello evidencia que están más de moda que nunca y que, si ya han pegado fuerte este invierno, serán el complemento definitivo del próximo.
«Creo que la boina es una solución mucho mejor para mantener el calor en la cabeza durante el invierno que el gorro tradicional. Tiene una estructura bonita y es capaz de convertir el look más básico en algo mucho más especial», explicaba la periodista de moda Steff Yotka. Lo mismo debieron pensar las decenas de iniciadas que tiraron de ella para acaparar flashes durante las últimas semanas de la moda. Con permiso de las gorras, el accesorio se ha convertido en un imprescindible en el armario de blogueras como Chiara Ferragni o la española Gala González, pesos pesados como Miroslava Duma o Pandora Sykes y un tropel de modelos off-duty. La propia Bella Hadid, fanática del accesorio, se ha dejado ver recientemente (y en varias ocasiones) llevándolo. Lo mismo podríamos decir de Kendall Jenner, que ha paseado hace poco una blanca de la firma Brixton.
Aunque probablemente las millenials se inspiren en las instamodelos para atreverse a llevarla, no hay nada como tirar de archivo. La boina fue una pieza clave para iconos de estilo como Brigitte Bardot, Twiggy, Catherine Deneuve o Charlotte Rampling. La nouvelle vague se encargó de volver a ponerla de moda y las actrices, especialmente vinculadas a la ideología de izquierdas, no se la quitaban. En esa misma década volvió a adquirir un fuerte significado político en la cabezas de Fidel Castro y el Che Guevara.
Retomando las fotografías de las actrices de los 60 si algo queda claro es que la boina ha de llevarse ladeada, tarea bastante complicada cuando fuera sopla el viento y hace un día de perros. Un hilarante artículo de Racked titulado The Internet is lying to you about beret («Internet te está mintiendo sobre las boinas») ironizaba sobre los equilibrios que estos sombreros son capaces de hacer en la cabeza de las modelos de catálogo online y que después son imposibles de replicar en el mundo real sin que la boina acabe en el suelo. Sea como sea, es cierto que el accesorio es capaz de instaurar un espíritu de sofisticación a unos simples vaqueros combinados con jersey básico.
Si hace 500 años la boina se convirtió en inseparable de campesinos (en los pueblos españoles aún es fácil encontrar abuelos que se resisten a quitársela), clases humildes y, en definitiva aquellos que trabajaban a la intemperie, fue precisamente por su bajo coste. A día de hoy, aunque en el mercado existen boinas para todos los gustos y todos los bolsillos, sigue resultando sencillo encontrar modelos por menos de 20 euros. Y todo a punta a que la oferta va a multiplicarse la próxima temporada.
¿Es casual su regreso? Dejando a un lado que la boina vuelve cíclicamente cada equis temporadas (como casi todo), no parece casual que dadas sus connotaciones políticas y revolucionarias vuelva a ponerse de moda en un momento de desestabilidad geopolítica a nivel global. Si en los años 20 reivindicaba la vida bohemia, en los 60 la ideología de izquierdas y en los 70 el orgullo de ser negro, ahora puede simbolizar casi cualquier cosa, desde una postura política hasta el simple deseo de seguir las tendencias recreando el venerado estilo francés.
Sea cual sea el motivo por el que decidas llevarla, aquí tienes una dosis de inspiración siguiendo los looks de las que más saben: