Sin género: más allá del unisex
El movimiento agender no es pasajero. Se muestra en pasarelas, grandes almacenes y colecciones de firmas. ¿Su filosofía? Apostar por una moda que abogue por la identidad, sin delimitar sexos.
Cuando Tilda Swinton protagonizó la adaptación cinematográfica de Orlando, la novela de Virginia Woolf que mira de frente a la cuestión de la identidad de género, se le preguntó varias veces si había sentido empatía hacia el personaje. «No sé si puedo decir que una vez fui una chica. Me sentí chico durante mucho tiempo. No lo sé. Estas cosas cambian», contestó en una ocasión. Tilda se convirtió rápidamente en un icono de estilo. A la moda le gustan los cambios de roles y la androginia, pero más allá de los juegos estéticos y de la transgresión en la forma, funciona como vehículo para expresa...
Cuando Tilda Swinton protagonizó la adaptación cinematográfica de Orlando, la novela de Virginia Woolf que mira de frente a la cuestión de la identidad de género, se le preguntó varias veces si había sentido empatía hacia el personaje. «No sé si puedo decir que una vez fui una chica. Me sentí chico durante mucho tiempo. No lo sé. Estas cosas cambian», contestó en una ocasión. Tilda se convirtió rápidamente en un icono de estilo. A la moda le gustan los cambios de roles y la androginia, pero más allá de los juegos estéticos y de la transgresión en la forma, funciona como vehículo para expresar el que quizá sea el elemento más profundo: la identidad.
La popular web de encuestas online YouGov lanzó el año pasado a sus usuarios una pregunta: «O eres un hombre, o eres una mujer, ¿estás de acuerdo?». El 19% respondió que no lo estaba. Y el 7%, que no estaba seguro. En España no existen estudios al respecto, pero se sabe que, por ejemplo, y según recoge la página Practical Androgyny, en el censo británico de 2011 un 0’4% (o lo que es lo mismo, 300.000 personas) no quiso rellenar la casilla que lo identificaba como hombre o mujer.
Cortesía de Boy London
Cada vez son más las personas que construyen su personalidad al margen del género. Al adolescente Sasha Fleischman le agredieron en el autobús escolar por vestir falda y camiseta de hombre. La fotógrafa Chloe Aftel creó una serie llamada Agender (sin género) para documentar su caso y el de otros niños que no se sienten atados a los estereotipos. Algunos prefieren utilizar el pronombre they (que en inglés es neutro) para referirse a sí mismos. «Recibo muchos correos pidiendo ayuda o consejo. Muchos se sienten identificados e intentan cerciorarse de que son no-binarios (no encajan en el molde masculino/femenino). Otros quieren que les oriente sobre cómo pueden llamarse, actuar o simplemente vivir», explica Micah R., autor del blog Neutrois Nonsense, en el que detalla su proceso de transformación hasta convertirse en una persona neutra. «Los medios nos están dando mucha más visibilidad. Sin embargo, muchas veces se cae en el sensacionalismo. Deberían hacer hincapié en el hecho de que cada persona es única. El género es un espectro», sentencia.
Gucci Menswear p-v 2015
InDigital
Moda antiestereotipos. «Queda mucho trabajo por hacer», opina Anita Dolce Vita, editora de la revista digital dapperQ, que trata cuestiones relacionadas con la moda y el estilo de vida queer. Dicho término, que antes se utilizaba para llamar a alguien «desviado», puso nombre en los ochenta a quienes no se ceñían a los estereotipos asociados a los hombres o a las mujeres, a los heterosexuales o los homosexuales. Coincidiendo con la segunda ola del feminismo, los queer rompieron con la heteronormatividad, con una historia marcada por los prejuicios sociales relacionados con las características biológicas. «Toda la ropa debería valer para todos», afirma Anita. «Cuando empezamos con la revista hace cinco años había muy pocas marcas que casaran con nuestros lectores. Ahora hay tantas que hemos hecho una guía de tiendas», añade.
Para muchos, reivindicar la identidad única empieza por romper los códigos indumentarios tradicionales. Rad Hourani ha sido el primer diseñador en crear alta costura unisex y lo suyo es la punta del iceberg de un movimiento en alza. En las colecciones masculinas para el próximo otoño, marcas como Gucci o Lanvin, normalmente asociadas con lo clásico, mezclan encajes y bolsos con pantalones de pinzas o zapatos de cordones. Otras, como Céline, Comme des Garçons o Saint Laurent de Hedi Slimane basan parte de su filosofía en la androginia. Prada, que suele hacer desfiles mixtos, publicó por primera vez una nota de prensa para explicar sus últimas propuestas. «Cada día la vida nos recuerda los múltiples intercambios que históricamente se han ido dando en los géneros», rezaba. Podría pensarse que la pasarela necesita provocar para obtener eco mediático. Sin embargo, junto a ellas han nacido otras iniciativas, quizás menos transgresoras en el fondo pero revolucionarias en la forma.
Cortesía de Acne Studios
Modelo Estelle de Acne Studios (40 €).
Tendencia al alza. «Empezamos con piezas femeninas de aspecto masculino. Pero es mejor diseñar algo que pueda comprar todo el mundo», dice Abby Sugar, de la firma de ropa interior unisex Play Out, que ya desfila en Nueva York. La demanda ha hecho que Acne o American Apparel también hayan lanzado líneas similares.
Hace dos años Kling creó Boyfriend, una propuesta que ofrece prendas que pueden llevar tanto ellos como ellas. «En general, son las mujeres las que las compran. Quizás con el tiempo los hombres lo vean como algo natural, pero en España solo un pequeño nicho se atreve», opina Papo Kling, su director. La tienda Personnel of New York tiene otra percepción del asunto. Poseen tres categorías: masculina, femenina y Everyone (para todo el mundo): «La creamos cuando notamos que nuestros proveedores empezaban a diseñar prendas neutras. Los clientes que las compran son personas muy interesadas por su estética», cuenta su dueña, Kristi Paras. La postura de los almacenes Selfridges es una de las más radicales. Bajo el nombre Agender inaugurará un espacio el 12 de marzo en el que adquirir artículos que cuestionan la idea de lo masculino y lo femenino. A la oferta comercial le acompañarán vídeos e intervenciones artísticas que incitarán a la reflexión. «No se trata de explotar una tendencia, sino de adaptarse a un modo de pensar que está floreciendo en la cultura actual», afirman.
A mediados de marzo, los almacenes Selfridges de Oxford Street abrirán tres plantas llamadas Agender dedicadas a líneas unisex. Entre ellas, NicoPanda (en la foto)
Cortesía de Seldfridges
Eso parece. En Suecia han instaurado el pronombre neutro Hen para fomentar la no discriminación. Y desde hace algunos meses, Facebook brinda la opción de elegir entre distintas identidades; sin género, transgénero o queer, entre otras. «Si bien para algunos este cambio puede no tener importancia, para los que lo sufren significa mucho», declaró Will Hodges, su publicista. «Incluso dentro de la comunidad LGBT se excluye a los no binarios», afirma Micah R. Y no es por falta de portavoces: hace seis meses, la actriz y modelo Ruby Rose lanzó un vídeo, Break Free, para explicar lo que ella misma denomina sus «múltiples reencarnaciones». Hoy, el minidocumental acumula seis millones de visionados.