Si Elvis era El Rey, ¿quién era la reina?
Tal día como hoy, Elvis hubiese cumplido 80 años. Su reina se llamaba Wanda Jackson. Adele asegura que sin ella puede que Rollin’in the Deep no hubiese existido nunca.
A veces pasa. En épocas coetáneas unos destacan más que otros. Unos hacen historia y otros, por género o suerte, pasan desapercibidos para el gran público, aunque tuviesen renombre en los circuitos especializados.
Cuando alguien nombra a ‘El Rey’, todos tenemos un rostro al que asociar ese título. Hoy hubiese cumplido 81 años. Tal día como hoy llegaba al mundo Elvis Aaron Presley, en el seno de una familia humilde en el pueblo de Tupelo, situado el el estado de Mississippi. Poco queda por decir que no se haya dicho ya del autor de éxitos como Burning Love o ...
A veces pasa. En épocas coetáneas unos destacan más que otros. Unos hacen historia y otros, por género o suerte, pasan desapercibidos para el gran público, aunque tuviesen renombre en los circuitos especializados.
Cuando alguien nombra a ‘El Rey’, todos tenemos un rostro al que asociar ese título. Hoy hubiese cumplido 81 años. Tal día como hoy llegaba al mundo Elvis Aaron Presley, en el seno de una familia humilde en el pueblo de Tupelo, situado el el estado de Mississippi. Poco queda por decir que no se haya dicho ya del autor de éxitos como Burning Love o In the Ghetto, quién hizo de TCB (Taking Care of Business) su slogan de vida. Pero, ¿había ‘reina’ en aquella época? La había, pero muy pocos lo sabían.
Se llamaba Wanda Jackson. Su voz era dura, rasgada, de esas que parece que han estado bebiendo y fumando sin parar toda la noche. De las que mueven el esqueleto con picardía y complicidad, acompasado con su cabellera negra. De ahí su fuerza y carácter. Wanda Lavonne Jackson llegó el 20 de octubre de 1937. En esa casa de Maud, Oklahoma, nació la primera fémina rockabilly que besó el éxito desde mediados de los años 50. Su padre, Tom Robert Jackson (también músico), fue quién introdujo a la pequeña Wanda en la música regalándole una guitarra, llevándola a conciertos y educándola culturalmente. Su primera inmersión la hizo de la mano de The Brazos Valley Boys, el grupo de Hank Thompson, el primero en echarle el ojo tras escucharla en la emisora emisora KLPR. Él la invitó a cantar, y ella accedió. Así, grabaron algún que otro tema, pero el productor Ken Nelson les paró los pies a ambos porque “las chicas no venden discos”, apuntaba Nelson. Así que Wanda captó la indirecta y firmo con Decca Records para continuar su camino hacia su coronación.
Ella siempre estaba allí. Wanda estaba al lado de Elvis Presley o Jerry Lee Lewis -genios de la época-, pero en su casa nunca le reconocieron lo que era suyo, pues sus mayores éxitos y halagos le llegaron de Europa, Asia y Australia. En 1958 llegó su hit, su canción más conocida, la que le abrió las puertas de la música pop: Let’s Have a Party.
https://youtu.be/nROOMhxmK-w
Rockabilly, country, marido, gospel, maternidad… Aparecía y desaparecía de las listas. Giró con Elvis (algunos dicen que incluso hicieron algo más que eso), pero de ella apenas se comentaba nada. Solo era El Rey y sus caderas los que llenaban todas las reseñas. Ella nunca estuvo donde se mereció. Aunque siempre haya sido alabada por posteriores generaciones. En su día, la archiventas y architodo Adele se atrevió a asegurar que sin Wanda Jackson puede que Rollin’in the Deep no hubiese existido nunca. Imelda May escuchó Fujiyama Mama y desde entonces siempre la reclama como referente y ejemplo a seguir. Jack White cayó rendido a sus pies hasta compartir algún que otro tema y grabar un disco bajo el sello Third Mand Records, la casa del ex marido de la modelo Karen Elson. Wanda Jackson pasó de puntillas durante sus años de gloria, pero los que la siguieron supieron valorarla y posicionarla donde se merecía. “En los años 50 no era habitual oír a una mujer de voz rasgada cantando en un mundo dominado por los hombres”, comentó una vez la cantante Imelda May. Quizás Ken Nelson tenía razón, y no era época de éxitos para aquella chica de Oklahoma.
Lo último que ha publicado fue un disco de versiones en 2011, con diferentes versiones como el famoso Rum and Coca Cola de The Andrews Sisters, o You Know That I’m no good de Amy Winehouse. Pero esto sabe a poco. Wanda, vuelve a por lo que es tuyo. Porque al César, siempre, hay que darle lo que es del César.