¿Quiénes son las Pussy Riot, las activistas que enfadaron a Putin?

Tres de las feministas del grupo llevan cinco meses en la cárcel. Internet, celebrities y Amnistía Internacional han iniciado una campaña para liberarlas.

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El pasado 21 de febrero, el colectivo feminista Pussy Riot hacía gala de una de sus múltiples performances de guerrilla en la iglesia de Cristo Salvador, la más grande de todo Moscú. Ataviadas con pasamontañas y ropa colorista, cantaron su canción Holy Shit para pedir a la Virgen María que les “librase de Putin”, en un acto de protesta contra las relaciones del presidente con la Iglesia. La banda –formada por una decena de jóvenes activistas– ya había protagonizado otras acciones polémicas. Tras irrumpir en ...

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El pasado 21 de febrero, el colectivo feminista Pussy Riot hacía gala de una de sus múltiples performances de guerrilla en la iglesia de Cristo Salvador, la más grande de todo Moscú. Ataviadas con pasamontañas y ropa colorista, cantaron su canción Holy Shit para pedir a la Virgen María que les “librase de Putin”, en un acto de protesta contra las relaciones del presidente con la Iglesia. La banda –formada por una decena de jóvenes activistas– ya había protagonizado otras acciones polémicas. Tras irrumpir en desfiles o centros comerciales, en enero captaron la atención internacional cuando tocaron Revolt in Russia en la plaza Roja y llamaron a la sociedad a rebelarse contra Putin. El acto también les valió una detención, pero fueron liberadas poco después.

Unos días más tarde de irrumpir en Cristo Salvador, tres de sus integrantes –Maria Alekhina (Masha, 24), Nadezhda Tolokonnikova (Nadia, de 22 años) y Yekaterina Samucevich (Katia, 29)– fueron encarceladas. Desde entonces, se les ha negado la libertad bajo fianza y se enfrentan a penas de hasta siete años de cárcel, en un juicio que comenzó el pasado lunes. Los fiscales les acusan de “hooliganismo” (vandalismo) por cantar una canción “insultante y sacrílega” para los ortodoxos, además de perpetrar una actuación “de una manera extremadamente vulgar para un lugar así”. Ellas, que han pedido perdón por cometer un “error moral” y se han declarado culpables de un delito administrativo, insisten en que no son culpables de vandalismo.

Las jóvenes afirman ser herederas del espíritu Riot Grrrl y estar influenciadas por bandas como Bikini Kill o Oi! en lo musical, además de ser lectoras de teoría feminista como “De Beauvoir y El segundo sexo, Dvorkin, Pankhurst y sus valientes acciones sufragistas”, según explicaron a la revista Vice poco antes de su arresto. La banda ya cuenta con el apoyo de unas 34.000 personas que han firmado una petición exigiendo su liberación (entre ellas intelectuales rusos) y con el respaldo de reconocidos músicos. Patti Smith no dudó en mostrar una foto de las detenidas en uno de sus conciertos y Jarvis Cocker (Pulp), Pete Townshend (The Who), Neil Tennant de los Pet Shop Boys o Johnny Marr (The Smiths), han enviado una carta conjunta al The Times exigiendo a Putin que las integrantes del grupo tengan un “juicio justo”. Además, el cantante de Red Hot Chili Peppers, Anthony Kiedis, vistió una camiseta en apoyo a las Pussy Riot en su último concierto en Moscú.

Nadezhda Tolokonnikova, Yekaterina Samutsevich and Maria Alyokhina

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Mientras el presidente ruso se encuentra en Londres con motivo de los juegos olímpicos, el diario Liberátion eligió poner en su portada del pasado viernes al grupo feminista y la presión de los periodistas internacionales ha obligado a que el propio presidente pidiese que el grupo no sea juzgado con “excesiva severidad” aunque también dejase caer que “no hay nada bueno en lo que hacen”.

A la espera de la resolución de la corte rusa, Amnistía Internacional les ha declarado “prisioneras de conciencia”, el colectivo artísitico Voina prepara un concierto en su honor en Berlín próximamente e Internet y Twitter bullen con mensajes de apoyo a las jóvenes. Al fin y al cabo, tal y como explicó una periodista de The Guardian que se reunió con el resto de activistas que no han sido detenidas el pasado fin de semana, “no son sólo las revolucionarias más cool que te gustaría conocer. […] Han conseguido exponer mejor que nadie la bancarrota moral del régimen de Putin. Ningún político, periodista o personalidad pública había podido crear todo este alboroto. Lo más emocionante de todo –más que llamarse feministas en la tierra del olvido de los derechos de la mujer–, es que lo han conseguido gracias al arte”.

Anthony Kiedis, el cantante de Red Hot Chili Peper con una camiseta en apoyo a las Pussy Riots.

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Nadezhda Tolokonnikova bromea desde una celda.

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Las chicas de Pussy Riots llevan desde mayo en prisión.

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