¿Quién dijo que las modelos no comían?
De portada de ‘Vogue’ a reseñar los mejores restaurantes del mundo en su blog, Aiste Miseviciute adora desmontar estereotipos, como que las mujeres no pueden hacerse un nombre en la gastronomía, todavía un mundo “muy de machos”.
Nada indicaba que Aiste Miseviciute acabaría por dedicarse a la gastronomía. No sólo por su profesión de modelo: en su Lituania natal “no había grandes restaurantes”, confiesa a S Moda. Como niña que creció bajo la dominación soviética aún recuerda la escasez de ciertos alimentos y la dificultad para encontrar algunos como plátanos o naranjas, explica en el documental Foodies: The Culinary Jetset, del que es una de las protagonistas. En él se la puede ver comiendo frutos rojos a bordo de un ...
Nada indicaba que Aiste Miseviciute acabaría por dedicarse a la gastronomía. No sólo por su profesión de modelo: en su Lituania natal “no había grandes restaurantes”, confiesa a S Moda. Como niña que creció bajo la dominación soviética aún recuerda la escasez de ciertos alimentos y la dificultad para encontrar algunos como plátanos o naranjas, explica en el documental Foodies: The Culinary Jetset, del que es una de las protagonistas. En él se la puede ver comiendo frutos rojos a bordo de un jet privado –luego aclaró que la invitaron para un evento concreto, suele desplazarse en vuelos comerciales– y admitiendo que “es bastante loco viajar por comida”. Aiste Miseviciute vivió su stendhalazo particular en el restaurante Apicius de París, que la deslumbró mientras celebraba su 19 cumpleaños, a cuenta de un postre llamado Dos Caramelos.
A partir de ahí, aprovechó sus viajes como modelo para probar los mejores restaurantes del mundo. Tras ser portada de Vogue y trabajar en ciudades como París y Nueva York, en 2004 creó el blog Luxeat, donde iba dando parte de sus experiencias. “Al principio a la gente le divertía, piensan que las modelos sólo comen ensalada”, explica en Barcelona, donde el pasado fin de semana organizó el evento Japan Meets Barcelona & Ibiza 2017, junto con la aerolínea japonesa ANA. Por primera vez, tres reputados chefs japoneses cocinaban juntos fuera de su país: Kentaro Nakahara, especialista en wagyu o carne de vacuno a la brasa de carbón; Takaaki Sugita, dueño de uno de los mejores restaurantes de sushi de Tokyo; y Yoshiteru Ikegawa, maestro en brochetas de pollo o yakitori. “Estos tres cocineros se consideran shokunin, artesanos, prefieren que les llamen así a chefs, sacrifican toda su vida por un arte, por hacer sólo una cosa”, se admira Miseviciute, una apasionada de Japón, país al que ha viajado 15 veces: “Es una cocina muy simple y sana, se parece a la española en que utilizan ingredientes de gran calidad cocinados de forma sencilla”. Kentaro, Takaaki y Yoshiteru desplegaron su arte en forma de menú degustación en el restaurante Pakta, junto con Albert Adrià, y en el Mandarin Oriental de Barcelona antes de desplazarse hacia Ibiza, donde estuvieron otros dos días en los restaurantes Sa Nansa y Lamuella. La modelo vive allí desde hace tres años, tras “enamorarse” del lugar tras un viaje con amigos. «¡La isla tiene muchas caras y no se trata sólo de fiesta las 24 horas! La comida es maravillosa, la naturaleza y la gente también”, defiende.
Superado el pasmo inicial ante una modelo gourmet, Aiste Miseviciute asegura que su primera profesión no le supone un hándicap: “Escribo de comida desde 2004 y tengo seguidores leales que espero que confíen en mí”. Sí ha tenido que vencer reticencias “por ser mujer en el mundo de la gastronomía, que sigue siendo un mundo muy de hombres, de machos”, señala. También quiere desmontar el tópico de que todas las modelos sufren problemas nutricionales y, de hecho, el lema fundacional de Luxeat fue la pregunta “¿Quién dijo que las modelos no comen?” o, dicho de otro modo, que sólo se nutren de lechuga y rúcula. “Todo el mundo es diferente y hay gente que es delgada de forma natural”, argumenta. “Es injusto que a las chicas delgadas se nos acuse de no comer”.
“Yo no gano peso, puedo comer lo que quiera”, insiste Miseviciute, que niega tener alimentos prohibidos ni seguir ninguna dieta más allá de procurar un cierto equilibrio sin privarse de nada de lo que le gusta. A parte de la comida japonesa, el jamón ibérico, el marisco a la plancha y el arroz a banda son sus platos favoritos en el caso de la cocina española.
Entre sus próximos proyectos destaca el rodaje de su propio documental sobre “ingredientes excepcionales”, que se llamará Aiste’s Ingredients. No irá sobre quinoa, col kale ni ningún otro súper alimento. “Mi primer ingrediente será la gamba roja de Denia, rodamos el capítulo el verano pasado”, adelanta. “Estuvimos en un barco de pesca durante 14 horas y visitamos a varios chefs en Denia y en Ibiza. Siempre supe que la vida de un pescador es muy difícil, pero ahora admiro y respeto aún más a esa gente”, reflexiona. Para la modelo, la materia prima es tan importante como el talento de los chefs y por eso está preparando esta serie, basada en el producto.
Disfrutó rodando el documental Foodies: The Culinary Jetset, donde compartía metraje con Andy Hayler, el único crítico gastronómico que por entonces había visitado los 109 restaurantes con tres estrellas Michelin del mundo, el bloguero tailandés Perm Paitayawat, y la hongkonesa Kaitie Keiko, entre otros. Más allá de la experiencia en sí misma, este documental, que se estrenó en 2014 en el Festival de San Sebastián, le permitió “conocer a gente fabulosa” y establecer contactos de los cuales surgieron posteriores proyectos. Preguntada sobre si le gustaría volver a aparecer en la pantalla, contesta con un ufano “¿por qué no?”. Al fin y al cabo, Aiste Miseviciute es una veterana en el mundo de la imagen.