¿Por qué nunca deberías lavar tus vaqueros?

El director de Levi’s ha confesado que lleva un año sin lavar los suyos, pero es sólo uno de los muchos expertos y fans que abogan por prescindir de la lavadora para conseguir los jeans perfectos.

Massimo Strazzeri Photography (Getty Images/Flickr RF)

“Estos son unos de mis vaqueros favoritos. Los tengo desde hace más o menos un año y todavía no han visto la lavadora. Sé que suena asqueroso…pero, créanme, puede hacerse”. Las afirmaciones pronunciadas por el CEO de Levi's, Chip Bergh, en el foro de sostenibilidad Brainstorm Green han dado la vuelta al mundo en cuestión de horas. Claro que es posible no lavar los vaqueros en un año pero, ¿es recomendable?

Suele decirse que el denim, el...

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“Estos son unos de mis vaqueros favoritos. Los tengo desde hace más o menos un año y todavía no han visto la lavadora. Sé que suena asqueroso…pero, créanme, puede hacerse”. Las afirmaciones pronunciadas por el CEO de Levi's, Chip Bergh, en el foro de sostenibilidad Brainstorm Green han dado la vuelta al mundo en cuestión de horas. Claro que es posible no lavar los vaqueros en un año pero, ¿es recomendable?

Suele decirse que el denim, el tejido con el que están confeccionados, es quizá el único que mejora con el uso continuado y el paso del tiempo. Y lo cierto es que su invención por parte de Levi Strauss a finales del siglo XIX respondía a cuestiones funcionales: su resistencia y comodidad los convertían en la indumentaria de trabajo perfecta para mineros, agricultores y buscadores de oro. La moda, posteriormente, se encargó de convertir dichas ventajas prácticas en valores estéticos: el mejor pantalón vaquero es el que parece (o está) envejecido y usado.

Los fanáticos del jean apuestan por el modelo raw denim o dry denim, el vaquero que se vende sin tratar (y sin lavar) para que su color y silueta se adapten poco a poco a la forma del cuerpo tras el uso continuado. Lavarlo en los primeros meses de uso interrumpe el proceso de modelado de la prenda. O al menos así ocurre para los propios directivos de Levi’s, que hace algunos meses lanzaron la campaña dirty is the new clean con un nuevo modelo en el que se redujo la cantidad de agua necesaria en la confección (y por lo tanto el impacto ambiental) y se recomendaba que el paso del pantalón por la lavadora fuera casi mínimo. O para diseñadores/prescriptores de estilo como Tommy Hilfiger, que hace algunos años declaró a la revista TMZ que nunca había lavado los suyos.

Michael Kovac (Getty Images for Tommy Hilfiger)

El diseñador Tommy Hilfiger, que asegura que nunca ha lavado sus vaqueros.

Getty

¿Y dónde queda la higiene? ¿Debemos sacrificarla para que el aspecto de nuestros jeans sea casi perfecto? Sí y no. El paso frecuente por la lavadora encoge, deforma y apaga su color, pero la realidad es que, aunque a priori parezca antihigiénico, sólo es necesario realizar esta operación cada cierto tiempo: En 2011, un estudiante de la universidad de Alberta (Canadá) comprobó que el nivel de bacterias en un vaquero usado durante sólo dos semanas era prácticamente el mismo que el de uno usado durante 450 días.

La solución para preservar la limpieza y seguir manteniendo el aspecto de usado no es el lavado, sino la congelación: así al menos lo manifiesta la jefa de diseño de Levi’s, Jill Guenza, o la de la firma Nudie Jeans, Palee Sternberg, auténticas expertas en el diseño y la conservación de esta prenda; las bajas temperaturas matan las bacterias y mantienen su estado intacto “No recuerdo la última vez que lavé un par de vaqueros. Suelo meterlos en el congelador o colgarlos de la ventana”, declaraba esta última a la web de moda Revolve Clothing.

Otros trucos para conservar el aspecto y prolongar la duración del jean pasan por introducirlos con agua tibia en la bañera (de esta forma sabremos cuánto encogerán, sin dañar el color ni el tejido), prestar atención al grosor del denim, que siempre aparece reflejado en la etiqueta (10 oz, 15 oz, 20 oz…), lavarlos del revés y secarlos al natural. Parece que la prenda más usada por la población mundial no es sólo la que mejor envejece, es también la que menos lavados necesita.

Silke Weinsheimer (© Silke Weinsheimer/Corbis)

Cordon Press

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