Natasha Jen: “La inteligencia artificial plantea cuál es el propósito del cerebro”
Natasha Jen, experta en diseño gráfico y socia de Pentagram, reflexiona sobre las dudas que abren las nuevas tecnologías. Ha diseñado para ‘apps’ como Wazee y creado la portada del libro que lee Albie en ‘The White Lotus’.
Natasha Jen (Taipéi, 45 años) quería ser artista. Pero cuando tenía 22 años su vida dio un giro hacia el diseño gráfico. “Me matriculé para estudiar Bellas Artes en la universidad, pero a los tres meses de llegar a Nueva York mi padre murió en Taiwán y nos dimos cuenta de que no nos quedaba dinero. Fue una noticia impactante y tuve que reflexionar sobre lo que significaba encontrar una manera de ganarme la vida”, resume en una videollamada precisamente desde su despacho en las oficinas neoyorquinas de Pentagram, la puntera consultora de diseño de la que es socia desde 2012. Jen no volvió a su ...
Natasha Jen (Taipéi, 45 años) quería ser artista. Pero cuando tenía 22 años su vida dio un giro hacia el diseño gráfico. “Me matriculé para estudiar Bellas Artes en la universidad, pero a los tres meses de llegar a Nueva York mi padre murió en Taiwán y nos dimos cuenta de que no nos quedaba dinero. Fue una noticia impactante y tuve que reflexionar sobre lo que significaba encontrar una manera de ganarme la vida”, resume en una videollamada precisamente desde su despacho en las oficinas neoyorquinas de Pentagram, la puntera consultora de diseño de la que es socia desde 2012. Jen no volvió a su ciudad natal y logró, siendo mujer e inmigrante, convertirse en un referente dentro el mundo del diseño, “que siempre ha estado dominado por los hombres, como casi todos los ámbitos profesionales”, subraya. Continuó sus estudios en la Gran Manzana, en la School of Visual Arts (por donde han pasado figuras como Lorna Simpson, Kaws o Jared Leto), tirando de pragmatismo: “El diseño consiste en solucionar problemas. Sí, puede ser artístico, pero la gran diferencia es que el diseño tiene un propósito, mientras el arte no necesita tener objetivos claros ni ser funcional”.
Bajo esa premisa de solucionar problemas ha trabajado para firmas de moda como Nike, Kate Spade, Chanel, el estudio de arquitectura OMA de Rem Koolhaas, el museo Guggenheim o la conocida app de navegación Waze. Las creaciones de esta experta en diseño gráfico e identidad corporativa han llegado incluso a colarse en una serie: en la última temporada de The White Lotus, Albie, uno de los personajes, leía en las playas de Sicilia un libro con una llamativa portada tipográfica, The Architecture of Closed Worlds. “Fue estupendo verlo allí, trata un tema denso, cómo los humanos actúan en sistemas arquitectónicos cerrados, no es una lectura común”. Explorar lo poco habitual, adelantar lo que vendrá, es un asunto central para Jen, que ahora se interesa en la evolución, aparentemente imparable, de la inteligencia artificial. ¿Cambiará por completo el mundo del diseño? “El futuro se está desarrollando delante de nuestros ojos. La compañía OpenAI ha creado la herramienta para generar imágenes DALL·E y la inteligencia artificial basada en el lenguaje ChatGPT, que en solo cinco días logró más de un millón de usuarios. A Facebook le costó cuatro meses llegar al millón, y a ellos solo cinco días”, recalca, “y ya no se trata solo de que la creatividad se vea amenazada, sino que se abren preguntas más existenciales y filosóficas, la inteligencia artificial plantea cuál es el propósito del cerebro humano”.
Mientras ahonda en esos debates, Jen desarrolla proyectos palpables que mejoran el día a día. “Nunca pensamos en el diseño cuando es bueno, solo nos fijamos cuando es malo”, señala, “por ejemplo, si compras un fármaco y no puedes leer el prospecto por la tipografía o cómo está maquetado… Entonces eres consciente de su importancia”. Sobre cómo se vive el diseño cotidiano habló en la última edición del festival OFFF Sevilla. “Quise hacer hincapié en que es una especie de juego. Pero eso no significa que puedas hacer lo que te dé la gana, sino que se trata de resolver un problema con los parámetros que tienes, disfrutando del proceso”. En un momento en el que los recursos son más accesibles que nunca, Jen reivindica el valor de su profesión: “Las herramientas están hoy al alcance de la mano de cualquiera, puedes utilizar tipografía, gifs, crear un meme… Pero eso no significa que se entienda mejor lo que implica el diseño, que tiene una responsabilidad con el mundo”.