Martita de Graná: “Merezco el éxito que estoy teniendo”

La cómica viral recoge lo cosechado durante el confinamiento: ahora llena teatros y debuta en el cine.

La cómica Martita de Graná.

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Tras colgar el cartel de «No hay billetes» por undécima noche consecutiva, Martita de Graná (Granada, 31 años) asevera haber superado el pánico escénico. En el teatro despliega en todo su esplendor ese humor naturalista y rebosante de malafollá que la convirtió en fenómeno de Instagram y amenizadora oficiosa de los meses de confinamiento. Precisamente su éxito viral sirvió para que las hijas de la directora Ana Murugarren propusieran su nombre para formar parte del reparto de la comedia García y García (estreno 27 de agoto), su esperado debut en la gran pantalla tras reinar con risa de hierro en las de tamaño más reducido.

Con cerca de un millón y medio de seguidores en Instagram, ¿sería mejor rebautizarse como Martita de España?
¡Mi Graná no lo cambió por na! Agradezco el cariño, pero jamás lo dejaría porque sé lo orgullosos que están en mi tierra de que una chica como yo lleve el nombre de la ciudad por todo el país.

Plantó semillas con sus vídeos en las redes y ahora recoge el fruto en los teatros. ¿Contenta con la cosecha?
No tenía trabajo y lo único que podía hacer es darme a conocer. Hice reír a muchos, y todo lo que se siembra tiene su fruto. Aunque suene pedante creo que me merezco el éxito que estoy teniendo.

¿Cómo combate la soledad de su profesión?
Terminas acostumbrándote, pero es lo peor de este trabajo. Después de hacer reír a miles de personas es duro llegar a la habitación del hotel y sentirte sola. Así que intento llevarme velas o incluso incienso… cosas que me hagan sentir como en casa.

Cuando escucha que el humor femenino en nuestro país es «victimista y feminista», ¿qué piensa?
Que la mejor manera de callar bocas es demostrarlo. Hoy en día soy una de las personas que más teatros llena en España, ¿cómo puedes decirme que no vendo entradas? Es absurdo. Las mujeres estamos revolucionando la comedia.

Rueda sus vídeos en contrapicado para favorecer la papada en el plano. ¿Busca reivindicarla?
Hay que reivindicar la naturalidad y aprender a querernos, aunque tengamos papada o celulitis. Vivimos en un mundo superficial, las redes nos están consumiendo y estoy harta de ver en Instagram a gente que no parece real.

¿Algún capricho que le haya otorgado la fama?
De lo que más satisfecha estoy es de haber quitado a mi madre de trabajar. Era recepcionista en un colegio mayor, todos los días y en turno de noche. La he contratado sin pedirle nada a cambio, con un sueldo mayor que el que jamás ganó. Nada me llena más.

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