De Marge Simpson a Mama Pig: 10 ejemplos animados de madres obsoletas
Si estas series pretenden ser un reflejo de la sociedad actual mediante la comedia, ¿las mujeres de la familia deberían ser algo más que esposas y madres?
En Un Sundance cualquiera, episodio de la decimonovena temporada de Los Simpson, Lisa presenta una película documental sobre su familia al prestigioso festival de cine de Utah. Su documental es una sucesión de escenas cotidianas que muestran las vergüenzas de la familia Simpson. En una de esas escenas, Bart, subido a una escalera en la cocina, se entretiene haciendo estallar platos contra el suelo, cuando Homer le pilla se desencadena el estrangulamiento habitual por parte del padre al hijo y, al ampliar el plano, observamos a Marge, con cara de disgusto, arrodillada en el su...
En Un Sundance cualquiera, episodio de la decimonovena temporada de Los Simpson, Lisa presenta una película documental sobre su familia al prestigioso festival de cine de Utah. Su documental es una sucesión de escenas cotidianas que muestran las vergüenzas de la familia Simpson. En una de esas escenas, Bart, subido a una escalera en la cocina, se entretiene haciendo estallar platos contra el suelo, cuando Homer le pilla se desencadena el estrangulamiento habitual por parte del padre al hijo y, al ampliar el plano, observamos a Marge, con cara de disgusto, arrodillada en el suelo recogiendo los cristales desperdigados con una escoba de mano. El punto tragicómico de la escena viene dado por Lisa, quien, cámara en mano, representando los ojos del espectador, enfoca ahora a su madre y le grita desde el fondo “¡Feliz cumpleaños, mamá!” a lo que Marge, con gesto compungido, responde “gracias, cariño”.
Sirva esta escena para ejemplificar un lugar bastante común de la familia más famosa de Estados Unidos: por un lado tenemos a Lisa, escarbando en busca de la intelectualidad en un lugar –su familia, Springfield entero– que rechaza frontalmente la cultura; por otro a Bart, que solo mediante la violencia y las trastadas puede liberar su rabia preadolescente; también a Homer, que siempre utiliza la fuerza bruta para solucionar cualquier situación; y finalmente a Marge, que literalmente se encarga se recoger los platos rotos de su caótica familia.
Los Simpson son una sátira de la sociedad estadounidense de a pie y todos los personajes que habitan Springfield son caricaturas de las personas que componen dicha sociedad: desde el jefe de policía vago e inútil, incapaz de detener a un solo delincuente por estar más pendiente de su caja de donuts, pasando por el alcalde mujeriego, inepto y despilfarrador hasta el amargado payaso de la tele más preocupado por rentabilizar su imagen que por ser un ejemplo para los niños que le dan de comer.
Homer, Marge y sus tres hijos también representan a una familia tipo: cabeza de familia y único sustento de esta y ama de casa abnegada que pone por delante la felicidad de todos antes que la suya. No solo en Los Simpson vemos este modelo, en otras series de animación para adultos como Padre de familia o American Dad observamos la misma estructura y unas dinámicas familiares muy parecidas. Si estas series pretenden reflejar una realidad mediante la comedia, aproximándose lo máximo posible a una representación fidedigna del estilo de vida estadounidense, ¿las mujeres de las familias deberían ser algo más que esposas y madres?
Marge Simpson, Lois Griffin y otras madres de animación, ¿realidad o anacronismo?
Según los datos del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, alrededor del 75% de las mujeres de entre 25 y 54 años son mujeres trabajadoras. Un dato que, aunque se encuentre todavía lejos del 85-90% de hombres trabajadores en el mismo rango de edad, demuestra que las familias en las que el varón supone el único sustento son hoy una rareza: en una sociedad cada día más encarecida, mantenerse con un único sueldo en una familia de tres no resulta tan fácil como en los años 80. Desde esa década, las mujeres han ido ganando progresivamente terreno fuera de casa y, en la actualidad, es poco común encontrar a mujeres entre los 30 y 40 años –la edad que tienen estos personajes– dedicándose solo a su familia.
Al mismo tiempo, el hecho de que las mujeres nos hayamos incorporado al mundo laboral no significa que hayamos dejado de trabajar dentro de casa: las mujeres todavía nos encargamos de, aproximadamente, el 60% de las tareas domésticas. Para que Los Simpson fuese una representación fidedigna de la mayoría de las mujeres, a Marge tan solo le haría falta un trabajo fuera del número 742 de Evergreen Terrace.
Alejandro Tovar, periodista y doctor cum laude por su tesis ‘Los Simpson (1989-1997) y la representación de tres problemáticas esenciales de la sociedad actual: medios de comunicación, emprendimiento y género’, explica al personaje de Marge valiéndose de una frase de su creador, Matt Groening, quien asegura que la suya es una serie que te premia cuando prestas atención: “Si observas el dibujo superficial de Marge es cierto que parece una mujer sumisa, doblegada y que ha asumido el papel que la sociedad espera de ella”, explica Tovar a S Moda, “pero Marge es mucho más que eso y, de hecho, su personaje ha evolucionado a lo largo de la serie: sí, Marge puede representar ese patrón, pero también representa la lucha callada de millones de mujeres en el mundo que, por circunstancias personales, consideran que ha pasado su momento, pero que a su vez se ocupan de que quienes tienen que recoger el testigo de la sociedad, en este caso Lisa, se puedan desarrollar plenamente como mujeres del siglo XXI. Por eso Marge vive en una constante lucha interna: por un lado, la mujer que es y por otro, la mujer que le gustaría que fuera su hija en un futuro”.
Tovar recuerda que la gracia de Los Simpson y de series similares es que muestran unos estereotipos llevados al extremo, mostrándonos a través de la comedia lo que los espectadores no queremos llegar a ser: “Todo el mundo entendería que Marge trabajase fuera de casa, pero es complicado actualizar un personaje sin que pierda parte de su esencia: Marge y Lisa representan una brecha generacional y, en ese sentido, siguen representando muy bien esas relaciones de madres e hijas que a menudo no se entienden del todo, pero que al final saben que la madre lo intenta hacer todo por el bien de la hija”, explica Tovar.
¿Es que nadie va a pensar en los niños?
En las series de animación para niños con las que las generaciones de los 80 y 90 crecieron se representaban modelos similares: desde Tamako Nobi, la madre de Nobita en Doraemon, cuyo papel principal era regañar a su hijo por no ordenar la habitación, pasando por Misae Nohara, la madre del popular Shin-chan, un ama de casa cuyo entretenimiento favorito era dormir la siesta. En la mayoría de las series infantiles, si las madres de los protagonistas trabajaban, tenían profesiones feminizadas, mientras que los padres variaban más en sus trabajos.
En la actualidad, encontramos modelos más abiertos, pero en series tan populares como Peppa Pig, la madre sigue siendo un ama de casa mientras que el padre sale para ir a trabajar. Y, de nuevo, es un modelo familiar que, probablemente, no sea el que los niños que ven la serie tengan en su propia casa. Mientras que Los Simpson o Padre de familia son series que deben ser vistas como comedia y están destinadas a un público adulto que puede apreciar sus múltiples lecturas, las series infantiles que tienen una vocación educacional y no de mero entretenimiento sí que podrían mostrar referentes más adecuados y parecidos a la sociedad de hoy día.
Los nuevos modelos: veterinarias, escritoras y agentes de las estrellas de cine
En los últimos tiempos sí que ha existido un cambio en el plano de la animación para adultos, especialmente en aquellas series que ya no se centran en seguir la vida de una familia tradicional, sino en contar otras historias que quizás casan más con el estilo de vida millennial. En Bojack Horseman, la serie sobre un caballo antropomorfo, ex estrella televisiva, que en la actualidad vive un declive tanto profesional como vital, encontramos a personajes femeninos fuertes como Princess Carolyn, su agente o Diane, la escritora que se encarga de escribir su biografía. También en Rick & Morty, una serie que, pese a desarrollarse dentro de una familia, se centra en las aventuras científicas y los viajes espaciales intergalácticos de abuelo y nieto, encontramos a Beth Smith, madre de familia y cirujana en una clínica veterinaria para caballos.
Estos nuevos personajes presentan un modelo de mujer más acercado a la realidad actual: mujeres que pueden o no tener hijos, pero cuya vida no gira en torno a la maternidad, al igual que la de los personajes masculinos no gira alrededor de la paternidad. En una serie como Los Simpson, es posible que Marge representase a la perfección el modelo de mujer de los 80, aunque hoy pueda mostrar rasgos y actitudes que, en esta época de empoderamiento femenino, vemos como obsoletas.
“Los Simpson juegan con estereotipos sociales que hacen gracia porque todos los tenemos a mano y una figura como la de Marge sigue teniendo vigencia a día de hoy”, apunta Tovar, “al final, las mujeres del siglo XXI son lo que son y lo que pueden ser gracias a esas madres estilo Marge, que son las que han peleado para que tengamos una sociedad más justa e igualitaria”. Quizás si muchos de los rasgos de Marge Simpson no nos gustan hoy en día, es porque todavía quedan razones para luchar. Dentro y fuera de Springfield.