Lytro, la cámara bonita que lo enfoca todo
Está pensadas para internet y las redes sociales y permite que el espectador elija el punto más nítido de la imagen.
Cuando por primera vez escuchamos hablar de una cámara que no necesitaba enfocar pensamos que se trataba de una broma. Su anuncio nos recordó al 'fake' de los carretes digitales, una buena noticia que habría permitido desempolvar muchas viejas cámaras de 35 mm y que resultó ser perfectamente falsa. Pero ayer el escepticismo se convirtió en sorpresa al ver los primeros modelos de Lytro en San Francisco.
Nadie ha quedado indiferente ante una cámara con un diseño que está a caballo entre un enorme lápiz de...
Cuando por primera vez escuchamos hablar de una cámara que no necesitaba enfocar pensamos que se trataba de una broma. Su anuncio nos recordó al 'fake' de los carretes digitales, una buena noticia que habría permitido desempolvar muchas viejas cámaras de 35 mm y que resultó ser perfectamente falsa. Pero ayer el escepticismo se convirtió en sorpresa al ver los primeros modelos de Lytro en San Francisco.
Nadie ha quedado indiferente ante una cámara con un diseño que está a caballo entre un enorme lápiz de labios y un iPod Nano de última generación. Además, hacer una foto con ella es más fácil incluso que utilizar la cámara del teléfono.
Habrá que ver como se desenvuelven en la realidad, pues de momento hay muchos misterios en torno a las Lytro. Hasta que no la tengamos en las manos nos quedaremos con la duda de si cuando lleguen a las tiendas en 2012 tendrán un éxito arrollador o serán un absoluto fracaso.
Pero lo que hemos visto hasta ahora nos gusta mucho. Nos tememos que en cuento aparezcan en los escaparates más de uno y de una querrá llevar una Lytro siempre en el bolso (pesa unos 200 gramos).
Quizá pueda parecer una exageración pero su sencillez de uso nos recuerda a la de las viejas Polaroid y su diseño a los productos de Apple. El concepto nos parece mucho más acertado que las nuevas Polaroid digitales que presentó en su momento Lady Gaga. Cuesta creer que esa especie de enorme pieza de lego con una lente y una diminuta pantalla no lleve por alguna
parte el dibujo de una manzana mordida, pues parece salida de la imaginación de Jonathan Ive.
Su tecnología es tan nueva que en vez de hablar de megapíxeles para referirse a la resolución de las fotos su fabricante ha creado un nuevo término: ¡megarays! Semejante palabreja, que recuerda a la de una marca de insecticidas, parece que es una referencia sobre la cantidad de haces de luz que es capaz de capturar la Lytro. Aunque eso no nos aclara gran cosa. Pero las fotos disparadas con ella que se han hecho públicas tienen muy buena pinta. Lo que sí sabemos es que están equipadas con un zoom de ocho aumentos que mantiene la misma luminosidad que la cámara del iPhone 4S incluso acercándonos mucho a un detalle. Y eso es una gran noticia.
Las fotos que hagamos con una Lytro serán vistas sobre todo en internet, como las instantáneas que capturamos con esa última ‘big thing’ de la moda que es Instagram. Una vez colgadas en una red social podremos jugar a cambiar el enfoque, como dan fe todas estas imágenes. Pero si queremos quedarnos con una única área enfocada de la imagen –aquí se explica cómo es posible tal proeza– necesitamos descargarlas y tratarlas con un programa específico.
Entre las pegas que podemos sacarle a las Lytro están que su pantalla táctil es diminuta, y eso impide que podamos usarla para enseñar nuestras fotos como lo hacemos en las enormes pantallas de los teléfonos de última generación. Tampoco cuentan con conexión a internet, como era previsible. Por lo que no podamos subirlas a la red sin descargarlas antes con un cable USB. Aunque, eso sí, con cada Lytro tendremos una cuenta de la red social lytro.com que nos permitirá enseñarlas al mundo como lo hacemos con las fotos de Instagram o Flickr. Costarán a partir de 399 dólares (unos 290 euros).
En varios colores y capacidades, su precio oscila entre los 399 y 499 dólares.
Lytro