Emerald Fennell, de ser Camila Parker Bowles en ‘The Crown’ a convertirse en la directora del momento
Su padre es el creador de joyas Theo Fennell y su hermana la diseñadora Coco Fennell. Emerald actúa en ‘The Crown’, fue guionista en ‘Killing Eve’ y ahora debuta como directora en ‘Una joven prometedora’, una comedia negra de venganza que habla de abusos sexuales.
La vida de Emerald Fennell (Londres, 1985) podría dar para una película. Su padre es Theo Fennell, joyero de piezas excéntricas de la alta sociedad británica, por cuyas fiestas en Londres han pasado figuras como Joan Collins, Elton John, Courtney Love o la princesa Beatriz. Su madre, Louise Fennell, que había trabajado para firmas de mo...
La vida de Emerald Fennell (Londres, 1985) podría dar para una película. Su padre es Theo Fennell, joyero de piezas excéntricas de la alta sociedad británica, por cuyas fiestas en Londres han pasado figuras como Joan Collins, Elton John, Courtney Love o la princesa Beatriz. Su madre, Louise Fennell, que había trabajado para firmas de moda como Dolce & Gabbana o Roberto Cavalli, saltó a la esfera pública en 2012 con la publicación de la novela Dead Rich, una sátira sobre “el aislamiento y el malestar de la fama”, como la definió en su lanzamiento. Y su hermana es la diseñadora Coco Fennell, creadora de piezas kitsch, retro y excesivas, que en una entrevista con SModa definió la esencia de su peculiar familia: “Son excéntricos y supongo que he heredado algo de ellos. Mi madre, que siempre se ha dedicado a vender joyas o ropa, lleva cada uña de un color diferente y mi padre sale de casa con un cárdigan fucsia y unos mocasines de piel de serpiente”.
Criada entre moda, lujo y famosos, Fennell estudió en Marlborough College, el mismo internado privado al que asistió Kate Middleton. Después se graduó en Oxford, pero ya con 15 años había debutado como actriz en la serie policiaca británica Trial & Retribution. Tuvo pequeños papeles en películas como La chica danesa o Pan: Viaje a Nunca Jamás, pero su carrera interpretativa comenzó a despuntar en la televisión, con Chickens y, sobre todo, en la serie ambientada a finales de los años cincuenta ¡Llama a la comadrona!, donde interpretaba a la pelirroja enfermera Patsy Mount, que mantenía una relación con una de sus compañeras, Delia Busby.
En los últimos meses, a Fennell se la ha podido ver en la piel de Camila Parker Bowles en la última temporada de la serie The Crown. Pero su trabajo va mucho más allá de la interpretación. Siempre ha escrito, de hecho en 2013 publicó su primera novela, Shiverton Hall, una obra para adolescentes en la que mezclaba terror y fantasía y que fue seleccionada como finalista para el galardón Waterstone’s Children’s Book Prize 2014. Poco después publicó Monsters, otro cuento con un punto oscuro que fue definido por The Spectator como “una mezcla entre Roadl Dahl y Muriel Spark. Asombroso”. Su escritura fue, precisamente, lo que la llevó a trabajar con la pujante Phoebe Waller-Bridge: se conocieron en 2011, en el rodaje de la película de Glenn Close Albert Nobbs, y cuando triunfó con sus creaciones Killing Eve y Fleabag, Waller-Bridge recurrió a Fennell para incorporarla como guionista en la segunda temporada de Killing Eve, con lo que Fennell tuvo que afrontar y definir la evolución de la asesina a sueldo Villanelle. El resultado fue una nominación a los Emmy.
Con la fría sociópata interpretada por Jodie Comer Fennell comparte su gusto por la moda, no en vano Waller-Bridge aseguró en The New York Times que su amiga es un icono por derecho propio: “Es la persona más estilosa que conozco. Y no solo en su trabajo o en su apariencia, sino en su espíritu, por cómo habla y cómo se comporta”. Ahora refleja ese gusto en su debut como directora, Una joven prometedora, película estrenada con polémica en el Festival de Sundance de 2020 que llegará el 12 de marzo a los cines españoles. Fennell ha escrito y dirigido el filme, una comedia negra que plasma su carácter cáustico, en la que el uso de luces de neón y tonos pastel sirve para romper estereotipos y en el que la banda sonora –con temas de Paris Hilton o Britney Spears en momentos de alta tensión– es como un personaje más.
Esta película, que se centra en la violencia sexual hacia las mujeres y el consentimiento, pone en duda el concepto de “buen tipo”. Carey Mulligan se reinventa como Cassie, una joven que ha dejado la facultad de Medicina, vive con sus padres y trabaja en una cafetería y por las noches muestra un alter ego que finge emborracharse para luego poner ante sus propios actos a los hombres que se ofrecen a llevarla a casa para ‘rescatarla’ de su embriaguez pero buscan abusar de ella por su estado vulnerable. La directora y guionista de la cinta contó a The New York Times que la idea surgió una noche hace siete años, en una cena con amigos, a raíz de una anécdota en estado etílico vivida por una de sus compañeras de la universidad. Las mujeres lo entendieron, los hombres se sorprendieron. Y eso hizo que Fennell decidiera explorar la distinta percepción sobre el consentimiento.
Como en Killing Eve, bajo un aspecto ideal, con prendas de ropa bonitas –parte del vestuario, como el vestido estampado de flores de Cassie, lleva la firma de Coco Fennell–, se esconde una realidad mucho más oscura, una venganza estudiada y lenta. En su presentación en Sundance generó polémica, pero la crítica ha coincidido en que la voz de Fennell es personal y destaca entre los nuevos directores: “La comedia negra de Fennell es difícil de digerir a veces, pero es una adición vital al creciente canon de películas que permiten a las mujeres hablar por sí mismas en lugar de hacerlo a través de la mirada de los hombres”, aseguraba la revista especializada Little White Lies.
Cuando comenzó a rodar la película la directora estaba embarazada de más de siete meses y en una entrevista que concedió a Variety tiempo después, al presentarla, Fennell reconoció que compaginar ser madre y directora primeriza resultó agotador, pero mereció la pena. Según explicó a esta revista, su intención fue siempre plantear preguntas: “Siempre he estado muy interesada en los cuentos morales. En los términos de cómo se rodó hay muchas partes que recuerdan a las tragedias griegas, con Cassie como un ángel vengador que ofrece redención o castigo. Pero para mí, en última instancia, es una película sobre el perdón, porque la gente solo obtiene perdón si admite haber cometido un delito. La protagonista se llama Cassandra como un guiño a la Casandra original”.
Ahora prepara un nuevo proyecto, que se vio retrasado por la pandemia pero podría ver la luz este año. Según avanzó The Guardian el año pasado, es la autora del guion del nuevo musical del multipremiado compositor Andrew Lloyd Webber, basado en la historia del cuento clásico Cenicienta. Fiel a su sello, la actriz, guionista y directora ha replanteado la historia, con un giro oscuro. La pregunta de la que parte su versión es: ¿qué pasaría si Cenicienta fuera una persona normal forzada a vivir en un mundo de cuento de hadas? Puede que en breve (el estreno, covid mediante, está previsto para abril) se pueda responder a esa hipótesis sobre los escenarios del West End londinense. Todo, gracias a las ideas de una escritora que creció leyendo a Daphne du Maurier, las hermanas Brontë, Shirley Jackson y Patricia Highsmith.