El cántabro que ‘grafitea’ castillos y catedrales por el mundo: «Quiero hacerlo en la Sagrada Familia»
El artista que intervino una iglesia en España acaba de pintar dos coloristas calaveras en un castillo en Francia que pulveriza cualquier ranking de lugares instagrameables. Hablamos con él.
¿Crees que nada va a superar en belleza y espectacularidad a un muro que has visto en tu ciudad o por Instagram? Pues olvídalo: Okuda acaba de pintar un castillo en Francia. La belleza aquí sobresale como una gema brillante. Y si no te lo crees, mira las fotos y el vídeo.
Hace tiempo que el trabajo de muralistas y artistas urbanos va ganando más y más adeptos. Quizás desde la era de la fotografía masiva y de las redes sociales basadas en imágenes. Por su parte, son cada vez más las instituciones e iniciativas públicas y privadas que se lanzan a proponer a artistas intervenir los muros d...
¿Crees que nada va a superar en belleza y espectacularidad a un muro que has visto en tu ciudad o por Instagram? Pues olvídalo: Okuda acaba de pintar un castillo en Francia. La belleza aquí sobresale como una gema brillante. Y si no te lo crees, mira las fotos y el vídeo.
Hace tiempo que el trabajo de muralistas y artistas urbanos va ganando más y más adeptos. Quizás desde la era de la fotografía masiva y de las redes sociales basadas en imágenes. Por su parte, son cada vez más las instituciones e iniciativas públicas y privadas que se lanzan a proponer a artistas intervenir los muros de sus ciudades o, como en este caso, de sus edificios históricos.
Este castillo está en el Valle del Loira, y el artista español Okuda ha sido el elegido para intervenirlo. Es el tercer proyecto que le llega a través de By Night Gallery, una galería parisina que trabaja con desde caligrafía hasta graffiti o las formas más contemporáneas de creación. Los anteriores han sido el impresionante muro de la Gioconda de 60 metros en el distrito 13 de la capital francesa y el trampolín sobre el Sena con motivo de la candidatura de París a los Juegos Olímpicos del 2024. “Tenía muchas ganas de hacer este proyecto del castillo ya que me ilusiona mucho combinar mi estilo con arquitecturas clásicas”, comenta a S Moda este internacional artista santanderino.
Un castillo que data de finales del siglo XIX, y que tiene mucha historia a sus espaldas: en los años 30 perteneció a republicanos españoles, después pasó a dominio del régimen franquista durante la Guerra Civil, más tarde fue un colegio, a partir de 1986 estuvo abandonado y en 2012 fue adquirido por el Ayuntamiento local y una empresa privada. Ahora lo ha hecho suyo artísticamente hablando gracias a la invitación de Urban Art París en el contexto del festival LaBel Valette en Pressigny-les-Pins.
Un periplo el de este edificio que, sin embargo, no parece haber sido decisivo en la inspiración del artista para realizar este proyecto titulado Skull in the Mirror: “Es una historia muy interesante. Mi trabajo suele consistir en transformar espacios en un sentido positivo a través de mi planteamiento del color, de manera que la historia del lugar en sí no es que me haya influido. Sí lo ha hecho, en cambio, su arquitectura. La forma de las calaveras, por ejemplo, la he leído directamente en los ornamentos de las ventanas. El encaje ha sido perfecto: tenía que hacer eso sí o sí. Y normalmente no juego con las simetrías, pero en este caso me lo pedía el edificio, así que lo he hecho”.
Pese a la antigüedad del castillo, Okuda dice no haberse encontrado con grandes problemas a nivel técnico. “La pared podría haber estado en mejores condiciones, pero como hemos dejado intactas las partes ornamentales con el crudo de la piedra, no ha habido ninguna dificultad. Hemos pintado sobre las partes lisas”, explica. Tres días y medio (con paradas a mediodía por los rigores del calor estival) han sido suficientes para lograr el impresionante resultado final.
«En Francia me siento más querido que en España»
La intervención en el Valle del Loira coincide con el primer monográfico en solitario dedicado al artista en la galería Adda & Taxie en París, con la exposición The Dream of Mona Lisa. Es el momento de Okuda en el país vecino. “Ha sido como entrar por la puerta grande: estos tres proyectos, más la expo. Hemos tenido además bastante eco en los medios franceses, así que me siento muy querido. También por la parte institucional. Casi más que en mi propio país…”, apostilla Óscar San Miguel (su verdadero nombre), que asegura tener algún proyecto a la vista en España “pero de momento no del calibre de los que estoy haciendo fuera”, detalla.
Un artista que lleva pintando murales desde 2004, año en que intervino en Viñarock o en el Festimad, y que desde entonces cuenta con numerosos proyectos a sus espaldas, como el encargo que recibió en 2015 de hacer un mural de Paco de Lucía en el Metro de Madrid, por poner un ejemplo. Hoy en día existen huellas de su surrealismo pop con esencia urbana en la mayor parte del planeta.
Sobre qué castillo o edificación histórica querría intervenir, lo tiene claro: “La Sagrada Familia, aunque haría algo de tipo efímero. Lo mismo en la catedral de Salamanca y el Palacio de la Magdalena en Cantabria. Por otro lado, hay muchas iglesias y castillos abandonados a los que podría dar nueva vida”.
Los 19 pisos de su Gioconda de París no tienen por qué ser un límite de altura para su obra. De hecho en el email en el que contesta a nuestras preguntas nos comenta que: “estoy recién levantado camino de pintar un edificio en Santander con mi amigo Spok y le estaba contando que he soñado precisamente con que tenía que terminar hoy mismo un edificio de 25 pisos. No me ha dado tiempo de descifrar el sueño para saber exactamente dónde era, pero seguramente sería en Asia. De hecho tenemos varios frentes abiertos por allí, así que a ver si hay suerte”.
A diferencia de otros compañeros muralistas o artistas urbanos, Okuda cuenta que no ha tenido que pintar con nocturnidad, y que siempre le ha gustado trabajar de día para poder ver todo bien “así que poca nocturnidad jajaja… Sí he trabajado en sitios abandonados, pintando solo para mí, pero casi siempre de día, que es como disfruto más”.
Asegura que el punto de inflexión de su carrera, el momento en que dijo ‘tengo que seguir con mis murales al 100%’ fue Kaos Temple, la iglesia de Llanera en Asturias convertida en templo del skate en 2015: “fue un proyecto que salió de mí y a nivel mediático fue todo un boom, y a partir de él salieron muchos más proyectos”.
De las obras que realiza disfruta sobre todo con su propia sensación de bienestar. “Me quedo con el crecer y crecer, ir cada vez haciendo proyectos más grandes y más interesantes. Con mi auto-exigencia y mi progreso personal, con la pasión de crear. Y después, con el impacto que tenga entre la gente. Por último, con que sea algo que no haya hecho antes, como por ejemplo esto último del castillo”.
No volver a las intervenciones
Normalmente no visita los lugares que ha intervenido: “El poco tiempo que tengo lo suelo dedicar para estar con mi madre. Si surge la oportunidad, por el hecho de haber vuelto por algún motivo al mismo lugar, si suelo ir a echar un vistazo. Es una sensación muy bonita el dejar parte de tu corazón en un sitio”.
Las redes sociales son una parte muy importante de su trabajo ya que las usa a modo de diario. “Mi favorita es Instagram, ya que es muy directa, me mantiene en contacto con artistas y galerías que me gustan, con amigos… Es una forma de estar muy conectado con la gente que me interesa. A nivel trabajo, a través de ellas muestras diariamente lo vivo que estás, y eso me parece muy importante como artista. Os invito a todos a que me sigáis en IG para estar al tanto de los proyectos que estoy llevando a cabo: @okudart”.
¿Y qué muralistas y artistas urbanos sigue Okuda y nos recomienda seguir? “Tengo un grupo de amigos artistas que nos motivamos mutuamente: Nano4814, Sixe Paredes, Suso33, Felipe Pantone, Daniel Muñoz, Spok, Os Gemeos… Y luego, artistas en general que me motiven están Cleon Peterson, Cinthia Vidal, Mars One… Hay muchos”.