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Curiosidades alrededor del libro: cinco bibliotecas personales

23 de abril. Día Internacional del Libro y buena excusa para rendirle un homenaje. En S Moda lo celebramos reuniendo a los cazatalentos literarios que hacen realidad nuevas historias y ojeando las joyas que guardan en su casa amantes de las letras.

Josep María Pou. Es uno de los actores y directores de teatro españoles más venerado y cuenta que su afición a los libros le viene desde que tiene uso de razón. «Crecí en una casa en la que la biblioteca ocupaba dos habitaciones. En mi cuarto empecé a crear la mía propia y, cuando me independicé, la continué. Desde entonces no he parado». En sus estanterías, ordenadas por ficción, biografías, memorias y otra sin clasificar, guarda con cariño Corazón de Edmundo de Amicis. «Me lo regalaron cuando tenía siete años y aún lo conservo». También atesora distintas ediciones de Peter Pan y Moby-Dick y cientos de tomos de dramaturgia. «Me he cambiado varias veces de casa por los libros, porque necesito más espacio para tenerlos. Lo que nunca hago es tirarlos, o los dono a la cárcel o dejo cajas en la puerta de mi casa y miro cómo se los llevan. Es un juego que me divierte».Germán Saiz
Juan Mari Arzak. El gran maestro vasco de los fogones mantiene en su restaurante Arzak tres estrellas Michelin desde 1989. Aparte de sus platos, las otras creaciones de las que se siente orgulloso son sus bibliotecas. «Tengo una de historia y literatura, pero mi favorita es la gastronómica. La comencé en los años 60 y me gusta visitarla de vez en cuando», explica. «Tengo un amigo que vende libros antiguos y me avisa cuando ve algún recetario interesante, pero también me compro muchos en los viajes». Si piensa con el corazón, su favorito es el de su amigo y chef Pedro Subijana, «me hizo mucha ilusión cuando lo publicó». Las estanterías de su casa hablan de la personalidad del chef, pues son abiertas y generosas. «Cuando un cocinero me pregunta por algo y sé que la respuesta está en un libro que tengo, se lo presto para que lo consulte». Su última sorpresa ha sido «una maravillosa edición del fotógrafo Sergio Coimbra», con la que ganó en 2012 el premio al Mejor Libro de Fotografía de Cocina del Mundo.Luis M. Ambrós
Lydia Delgado. XXL. Es el tamaño de la mayoría de los libros que hay en la casa de la diseñadora en Barcelona. Miles de fotografías de moda, de viajes, historias sociales, culturales o étnicas. También literatura. «Por supuesto, sobre todo clásicos. Me he leído todos los franceses: Balzac, Claudel… y muchos ingleses. Me encanta leer. Es un vicio. De hecho, creo que me dedico a esta profesión por los libros de los que me he enamorado». ¿Cuántos tiene? «No tengo ni idea», apunta. Pero todos están usados. «Usadísimos. Los miro, los remiro; los ordeno… y después los desordeno». Muchos de ellos han llegado con Lydia de sus continuos viajes. «Me encanta buscar curiosidades en las librerías. Y ya no compro muchos porque no tengo espacio, no porque me haya pasado al digital. Yo necesito olerlos y tocarlos. Verlos sobre cualquier mesa. Los miro en las estanterías y me siento acompañada».Joan Tomas
Carlos Areces. Cómics, novelas gráficas, tebeos en fundas de plástico, libros de fotografía y hasta «una colección de fotos de cadáveres, otra de niños vestidos de comunión y muchos muñequitos que aún no he colocado y que tengo en el trastero». Con esta explicación abre las puertas de su templo el actor y dibujante Carlos Areces. «Cada noche, antes de acostarme, vengo a coger un cómic para leer. La librería poco a poco me está invadiendo y ya no sé dónde voy a ponerla. Estoy atemorizado con que se me caiga el piso abajo por el peso. Cuando de pequeño me ponía malo, me regalaban un tebeo Olé de Ibáñez y comencé a coleccionarlos». Es un amante de lo que expone en sus estanterías. Abre un tebeo de Spiderman. «Mira, esta es la joya de la corona», dice mientras saca uno con mucho cuidado de su funda, «es el primer Pulgarcito y cuesta 1.600 euros. Menos mal que tengo dos por lo que pueda pasar». Se declara fan del historietista Ibáñez, de la editorial Bruguera y de comprar cómics por Internet. «En el Rastro no suelen estar en tan buen estado».Sergio Moya y Ximena Garrigues.
Lolo Rico. La cineasta y periodista educó a varias generaciones gracias a sus programas de televisión Un globo, dos globos, tres globos y La bola de cristal. «Mi vida son los libros: leerlos y escribirlos. Empecé a crear mi biblioteca cuando no sabía leer, pero los olía, los abrazaba y los tocaba. Antes no había mucha literatura infantil, así que amaba la librería de mi padre», cuenta la autora de más de 20 obras. Tiene un salón de estar luminoso con más de 5.000 ejemplares entre los que se encuentran diccionarios de muchos idiomas, obras de consulta, de viajes, fotografía, arte, cine y televisión. «Pero lo que más tengo son novelas y ensayos». Posee dos librerías esquinadas, una con los tomos escritos por mujeres y otra de autores masculinos. «No por feminismo o lo contrario, sino porque me resulta más fácil de encontrar a alguien entre 2.500 que entre 5.000».Luis M. Ambrós