20 sombrillas ideales (y 20 datos curiosos) para protegerse del sol con estilo
De los tronos egipcios a las playas del siglo XXI, la sombrilla ha sido mucho más que un escudo solar: un símbolo de estatus, moda y mirada cultural. Hoy regresa renovada, con alma de diseño y vocación de icono
Faraones, antiguos griegos, romanos… Llevamos más de 4.000 años utilizando sombrillas y no solo para protegernos del sol. La historia del parasol es tan larga como fascinante y está ligada no solo al clima, sino al estatus social, a la moda y a la cultura visual. Hoy, en la era del cuidado de la piel, las sombrillas viven una nueva edad de oro, reconvertidas en una pieza de diseño. En la imagen, con un majestuoso diámetro de seis metros y un gran dosel, el parasol Tuuci Ocean Master Mega Max Voilare.Cortesía de las firmasEn el Antiguo Egipto, las sombrillas no se usaban para protegerse del sol, sino para marcar territorio: el de los faraones. Solo ellos podían ser seguidos por un sirviente que les sostuviera el parasol, a menudo decorado como si fuera una extensión de su corona. En la imagen, sombrillas de bambú de la firma East London Parasol, que fabrica sus piezas con artesanos en Bali en un proceso con más de 20 etapas distintas.Cortesía de las firmasEn Asia, la idea fue aún más lejos: en Tailandia, el número de niveles del parasol indicaba tu rango real. Nueve niveles, solo para el rey. En la imagen, sombrilla de paja, de Pincho, a la venta en El Corte Inglés.Cortesía de las firmas
China también se adelantó al diseño plegable siglos antes que Europa, creando sombrillas de papel encerado con varillas de bambú que se abrían y cerraban como flores. En la imagen, sombrilla de aire 'vintage' y con flecos, de Tikamoon.Cortesía de las firmasLas geishas japonesas las convirtieron en arte, tanto literal (las pintaban a mano) como escénico: en el teatro Kabuki, una sombrilla podía contar una historia entera. En la imagen, sombrilla Ensombra, diseñada por el estudio Odosdesign y disponible en Gandia Blasco.Cortesía de las firmasEn la Grecia clásica, llevar una sombrilla siendo hombre era motivo de burla pública. Aristófanes se encargó de dejarlo claro en sus comedias. En la imagen, sombrilla con rayas verde y rosa, a la venta en Maisons du Monde.Cortesía de las firmas
En Roma, las mujeres ricas se protegían del sol con 'umbraculum', a menudo en desfiles religiosos o en banquetes al aire libre. En la imagen, sombrilla con flecos y estampado vichy Aline, de La Redoute. Cortesía de las firmasLa Europa del Renacimiento abrazó la sombrilla con pasión. En la corte de Versalles, era impensable que una dama de alto rango se expusiera al sol sin su parasol. Las más exquisitas venían de seda bordada, encaje de Bruselas o con mangos de marfil tallado. En la imagen, sombrilla con romántica forma de pagoda y fuste de madera, de Ferm Living, disponible en The Cool Republic.Cortesía de las firmasMuchas sombrillas victorianas llevaban pequeños espejos en su interior para retocarse discretamente el maquillaje, e incluso compartimentos secretos con sales aromáticas o perfume. En la imagen, sombrilla de tela y acero con flecos, de Miska.Cortesía de las firmasAhora vuelven los guiños al estilo victoriano, con encajes, empuñaduras curvas de madera y estampados florales o 'toile de Jouy'. En la imagen, el modelo artesanal Elizabeth de East London Parasols, inspirado en los bordados indios del siglo XVII.Cortesía de las firmasTodo cambió en los años veinte, cuando Coco Chanel volvió de la Riviera bronceada. Lo que antes se consideraba vulgar pasó a ser sinónimo de lujo: significaba tiempo libre, vacaciones y un estilo de vida moderno. El sol se volvió aspiracional. Las sombrillas, por tanto, desaparecieron de los paseos urbanos, aunque no de las playas. En la imagen, la sombrilla Amalfi, de Business & Pleasure Co., disponible en Smallable.Cortesía de las firmasEn los años cincuenta y sesenta reaparecieron en clave pop, coloridas, con flores, de plástico y con volantes. En la imagen, la sombrilla retro Flourish, de HK Living, presenta estampado floral en marrón oscuro se combina con un forro en contraste y borlas decorativas para darle un aire ultrarretro.Cortesía de las firmasEn la actulidad, en 'beach clubs', jardines y hoteles 'boutique', las sombrillas de gran formato también siguen tendencias marcadas, como franjas y flecos estilo años sesenta, paletas terracota, lavanda y verde salvia, muy ligadas al diseño mediterráneo moderno. Marcas como la australiana Business & Pleasure Co. lideran la tendencia de sombrillas con estética retro y protección solar UPF50+. En la imagen, su Modelo Market, a la venta en Westwing.Cortesía de las firmasCada vez más sombrillas tienen factor de protección solar incorporado con UPF50+, igual que la ropa de alto rendimiento. En la imagen, Golden Oasis Beach Umbrella, un parasol de Sunday Supply con SPF50+. Cortesía de las firmasInspiradas en el romanticismo moderno y la estética etérea, muchas firmas apuestan por tejidos translúcidos como tul, organza, nailon ultrafino o poliéster técnico, que permiten crear juegos de luz sin sacrificar protección. En la imagen, sombrilla Mitchell de In The Mood Collection, que tiene un valor UPF de 30 + y puede bloquear el 96,7% de la radiación UVA y UVB. A la venta en H&M.Cortesía de las firmasHoy, con la población cada vez más concienciada sobre el daño solar, algunas firmas rescatan la sombrilla también como gesto de estilo. Las más sostenibles apuestan por modelos de algodón orgánico y fibras naturales, mientras las nostálgicas desempolvan sombrillas vintage para bodas al aire libre o fiestas en jardines. En la imagen, la sombrilla Harry, de Maison Flaneûr, decorada con flecos de algodón natural.Cortesía de las firmasLas sombrillas están viviendo un renacimiento discreto pero sofisticado, impulsado por el auge del diseño funcional, el lujo artesanal y la conciencia estética en torno al sol. En la imagen, sombrilla reclinable con acabado en ondas de Zara Home.Cortesía de las firmasEn la actualidad se exploran nuevos formatos con formas más esculturales, volúmenes exagerados o estructuras modulares. Algunas sombrillas parecen sombreros convertidos en objeto-joya. En la imagen, la sombrilla Paladdin, de Kettal, tiene un dosel que parece flotar sobre un mástil de forma elegante. Se puede encontrar en Dismobel.Cortesía de las firmasEntre los tejidos en auge están el algodón orgánico tratado con ceras naturales para lograr impermeabilidad sin usar plásticos, el poliéster reciclado para asegurar durabilidad y resistencia UV, la seda impermeabilizada, o las empuñaduras de bambú, haya o incluso acetato reciclado, con énfasis en el trabajo artesanal. En la imagen, toldo Capri de The Masie.Cortesía de las firmasHoy hay opciones de diseño en todo el rango de precios: desde sombrillas de 15 euros hasta parasoles que superan con creces los 1.000. En la imagen, sombrilla de camping, de Outsunny, disponible en Decathlon.Cortesía de las firmas
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