Nerea Martí: “Tienes que ganarte el respeto en la pista para poder cambiar la mentalidad, sobre todo por los que vienen detrás”

La piloto derriba barreras en un deporte en el que las mujeres escasean. Cerró su residencia en la F1 Academy, junto a Tommy Hilfiger, con un podio

A la izquierda y debajo, la piloto Nerea Martí con el mono y el coche de Tommy Hilfiger con los que ha corrido en la temporada 2024 de la F1 Academy.cortesía de la marca

Acaba de cumplir 23 años, pero la piloto valenciana Nerea Martí ya se considera mayor para los deportes de motor. Al menos para llegar a correr en Fórmula 1: “Yo ya voy tarde por mi edad. Las oportunidades están para las niñas que ahora tienen 13 o 14 años, ellas son las que lo acabarán consiguiendo. Porque está claro que va a pasar”, dice. Mientras otras disciplinas como el fútbol o el baloncesto han experimentado importantes avances en la última década, la veloz Fórmula 1 se toma la igualdad con bastante parsimonia. Hasta este certamen solo han llegado cinco mujeres en 75 años de historia y la última, Giovanna Amati, lo hizo en la temporada 1992. “Hoy hay más mujeres que cuando yo empecé a correr y también más categorías, así que ya es cuestión de tiempo”, confía. Martí ha abierto camino para muchas de esas pequeñas corredoras que hoy están formándose y que empiezan a contar con referentes a los que aspirar. También con competiciones propias que las catapulten, como la F1 Academy, unas carreras centradas en la preparación de esas pilotos para que puedan escalar hasta lo más alto de la jerarquía del automovilismo.

En la carrera de la F1 Academy que tuvo lugar el pasado mes de septiembre en Marina Bay, en Singapur.Pauline Ballet - Formula 1 (Formula 1 via Getty Images)

Martí cerró 2024 con un tercer puesto en el circuito de Abu Dabi y fue cuarta en el campeonato general en el que corrió con el mono de Tommy Hilfiger (tras su residencia, la firma contará con la danesa Alba Hurup de solo 16 años): “Estar con ellos ha sido un gran cambio a nivel de visibilidad”, cuenta la valenciana. La firma neoyorquina, que patrocina equipos de carreras desde los años noventa, no es la única que se ha fijado en la competición en la que también está presente Charlotte Tilbury. Este nuevo interés por las marcas en las mujeres que conducen no es baladí, porque el proyecto de la F1 Academy surgió como sucesor natural del campeonato W Series, cancelado tras solo tres temporadas por problemas económicos. Porque precisamente una de las barreras contra las que se suelen estampar las mujeres en este deporte es, además del género, la financiación.

La corredora en el desfile de Tommy Hilfiger el pasado mes de septiembre en Nueva York.Taylor Hill (Getty Images)

La corredora lleva aprendiendo de costes desde la primera vez que se subió a un coche, cuando aún no llegaba a los pedales. Sus padres vendieron el bar que tenían en su pueblo, Albalat dels Sorells, para montar un kart en el que ella comenzó a correr. “Primero solo como un hobby, porque nos dimos cuenta de que competir era muy difícil, pero sobre todo muy caro. Luego montamos un equipo familiar con mi padre y mi primo como mecánicos, un amigo como ingeniero… y así pude competir dos años en torneos de la Comunidad Valenciana, que era lo máximo a lo que podía llegar con esa infraestructura”. No se le dieron mal aquellas primeras carreras y consiguió fichar por un equipo con el que se fue abriendo camino en el Campeonato de España, en el que ha llegado hasta la Fórmula 4.

Nerea Martí junto a sus abuelos, sus primeros fans.ARCHIVO PERSONAL DE NEREA MARTÍ

Con solo 13 años se subió a su primer podio, en Chiva: “Me acuerdo perfectamente, porque ya era consciente del esfuerzo que hacía mi familia, así que lo disfruté mucho. Pero me hubiera encantado estar en un equipo con los sistemas y los apoyos que hay ahora, haberme podido formar con un coach, con un ingeniero… ¡mi padre leía manuales para poder arreglarme el kart!”. Conducir un coche de carreras requiere de preparación física y mental y ambas actualmente las entrena en un centro de alto rendimiento: “Quizá no lo parece, pero en cada frenada metemos 100 bares de presión, todo es muy físico”. El panorama ha mejorado desde sus inicios y hoy puede encontrar hasta coches adaptados a la fisonomía de las mujeres (por ejemplo, estas suelen tener las manos más pequeñas lo que les dificulta el agarre al volante). Otros avances no van tan rápido como deberían: “Las mentalidades no han cambiado tanto, pero tienes que ganarte el respeto en la pista para poder cambiarlas, sobre todo por los que vienen por detrás”.

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