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15 madres de series (de armas tomar)

En algún momento nos hemos querido parecer a cada una de estas madres de series... Rendimos homenaje a estas heroínas seguras de sí mismas.

Cersei Lannister en Juego de tronos Parece invencible. Cersei Lannister podría haber añadido al emblema de los Lannister “no sin mis hijos”. Peleona como ninguna otra mujer de los Siete Reinos, la leona se convirtió en reina al casarse con un hombre al que no quería, con el que tuvo tres hijos, en realidad, fruto de la relación incestuosa mantenida con su propio hermano Jaime. A la muerte de sus vástagos, hay que añadir el infame paseo de la vergüenza. ¿Algo ha amedrentado a esta señora? Por el momento, no.©HBO/Courtesy Everett Collectio (©HBO/Courtesy Everett Collectio)
Betty Draper en Mad Men La estampa de la felicidad. Betty Draper, perfecta ama de casa de los años 50, afable madre de tres hijos educados y amantísima esposa del macho alfa triunfador, deja de ser una bella dama en apuros para emular a una fría rubia de Hitchcock. La estampa idílica se rompe en pedazos y la ex modelo y “señora de” deberá reconstruir su vida desde la desilusión. Betty no deja de ser una víctima de su tiempo, que sobrevive tras una frialdad que desarma.Michael Yarish/AMC (LFI/Photoshot / Cordon Press)
Marge Simpson en Los Simpson Santa paciencia. La madre más famosa de los dibujos animados, la más sacrificada, la que aguanta a un marido torpe, a un hijo gamberro y a una sabelotodo, con dos hermanas gemelas que no paran de darle la murga y una madre que le falta al respeto. Marge sí que se merece una estatua en Springfield: además de ser la más juiciosa, también sabe desmelenar su estirado moño color azul. Porque la sensatez no está reñida con ser portada de Playboy.   LFI/Avalon.red / Cordon Press
Lynette Scavo en Mujeres desesperadas Todas a una en Wisteria Lane. Para desesperada Lynette Scavo, que aparcó el trabajo para criar a su numerosa familia, desviviéndose por mantener todo en orden, siempre a contrarreloj, pero descuidando su aspecto, sin ocuparse de sí misma. Sin embargo, esta curranta, la más perspicaz de las cuatro vecinas de los suburbios, supo reinventarse, se hizo empresaria (de su propia pizzería) y superó un cáncer, sin dejar de ser la madraza, algo neurótica sí, pero infalible consejera, que siempre demostró ser.
Peggy Bundy en Matrimonio con hijos Subida a sus tacones y meneando las caderas con su look sesentero, Peggy Bundy era la rebelde sin causa, en un hogar en la que el instinto maternal brillaba por su ausencia. A cambio, delegaba en su marido algunas de las tareas propias de una ama de casa, y obligaba a sus hijos a hacerse mayores a pasos agigantados.IFTN (United Archives/IFTN / Cordon Pr)
Gemma Teller en Hijos de la anarquía Otra vez ella: años después, la actriz se resarció interpretando a Gemma Teller, la madre cañera del protagonista de Hijos de la anarquía, capaz de matar con tal de proteger a su niño y al club de motoristas que lideraba su familia.©FX Networks/Courtesy Everett C (©FX Networks/Courtesy:Everett C)
Celeste Wright en Big Little Lies Tolerancia cero. La ama de casa Celeste Wright, sumida en un matrimonio abusivo, tiene mucho por lo que luchar. Sin embargo, esta mujer fuerte y consciente de su insana situación, aguanta ante nuestra sorpresa, está enamorada de su maltratador, hasta sus hijos normalizan la violencia. A diferencia de la resuelta Madeline (Reese Witherspoon) y de la atribulada Jane (Shailene Woodley), Celeste, además, no se contenta con ser solo madre, algo que le avergüenza profundamente. Creemos en su superación personal, con una sororidad apuntalada a cada episodio.
Carmela Soprano en Los Soprano ¡Ay, Carmela! Ser la mujer de un capo que acude inquieto al psicólogo no debe ser nada fácil. Carmela Soprano, mujer devota y reprimida en muchos aspectos, sufre en silencio. Se acostumbró a mirar hacía otro lado si con su aparente ignorancia protegía a sus dos hijos, acostumbrados como ella (aunque sin saber de dónde procedían los ingresos ilegales) a un alto nivel de vida. Pero todo tiene un límite y es llegado este momento cuando deja de ser la reservada compañera del mafioso para imponer sus propias reglas. Carmela no es el prototipo de mujer independiente, está chapada a la antigua, pero en su hogar sus normas van a misa.Everett/cordon press
Sam Fox en Better Things No hay dos sin tres. El número de hijas que soporta la divorciada Sam Fox: tres niñas a cada cual más repelente. Pero Fox, que las saca adelante ella solita con un empleo inestable –eterna aspirante a actriz de reparto– no se corta un pelo. Es cínica y malhablada, dice las cosas a la cara, con un humor incómodo que pone en guardia a su prole. Inconformista ante la vida, Sam Fox emula su propio funeral para que sus hijas comprendan lo mucho que la echarían de menos si ella faltara. Retorcidamente molona.©FX Networks/Courtesy Everett C (©FX Networks/Courtesy:Everett C)
Ruth Fisher en A dos metros bajo tierra No todas las madres son guerreras. Trabajar en una funeraria, codeándose a diario con la muerte, hace de Ruth Fisher una mujer resignada ante la tragedia y ante su propia existencia. Tras la muerte del marido, sus tres hijos asumen su serenidad, sus silencios, su aparente despreocupación. El espectador la siente un poco distante, pero siempre valora su ingenuidad y la lealtad para con sus hijos, un clan que anda tan ensimismado en sus propios traumas que parece agradecer la displicencia de esta mujer. Lo suyo es más apatía que desdén, siempre con el gesto amable, siempre intentando ayudar, pero marcando las distancias.
Joyce Byers en Stranger Things No sin mi hijo. No fueron pocos memes relacionados con la sobreactuación de la actriz, pero no es para menos. A la estresada Joyce Byers, soltera y con escasos recursos, la enigmática desaparición de su pequeño le desata una crisis nerviosa. Pronto asume, lo que le honra, que prefiere que los demás piensen que está loca a perder la esperanza de una posible comunicación con el niño, atrapado en una realidad alternativa. El tiempo le da la razón a esta madre coraje, que no ceja en su empeño por recuperar al chaval al que otros dan por muerto. Brava.
Jane Villanueva en Jane the Virgin Latina y virgen. Parece un simpático culebrón, pero las tres generaciones de esta familia de hispanas dan una clase de empoderamiento tras otro. La abuela, la madre y la hija, todas solteras, conviven con aparente normalidad hasta que la más pequeña, Jane Villanueva, queda embarazada al ser  inseminada por accidente en un hospital. El inesperado acontecimiento destapará sentimientos encontrados, especialmente en Jane, una joven romántica y ambiciosa, que no quería ser madre si no “una carrera, una vida, ser persona”. Pero Jane no se amilana y toma las decisiones más difíciles de su vida con una madurez inusitada.Scott Everett White (©CW Network/Courtesy Everett Co)
Merche en Cuéntame “¿Será posible?”. Parafraseando a Mercedes Fernández López, alias La Seca, Merche para los amigos, en efecto, con casi 20 años en emisión, la serie que retrata la historia de España a través de una familia de clase media, cuenta entre sus personajes con la madre de todas las madres. Merche, ama de casa tradicional, comienza poco a poco a abrirse camino como emprendedora, primero al frente de una boutique, luego de una peluquería. Más tarde se hizo universitaria y feminista, sin olvidar llevar las riendas de su hogar como madre de cuatro hijos. Casada con Antonio Alcántara (Imanol Arias), al que perdonó una infidelidad, superó un cáncer y ahí sigue, dando guerra ya entrados los años 90. Continuará.
Gloria Delgado en Modern Family Mamá explosiva. Y no solamente por sus curvas. Gloria Delgado es ruidosa y extrovertida, no le tiene miedo a nada (excepto a las supersticiones, claro) y cuando se enfada no jura en arameo si no en español, su lengua materna como buena colombiana. Gloria, con un hijo de otra relación, se casó con Jay, un tipo adinerado, mayor que ella, lo que provocó la desconfianza en la hija de Jay, Claire (Julie Bowen). A diferencia de Claire –una madre sobreprotectora de cuatro hijos (si incluimos a su marido infantiloide) y muy autoexigente– Gloria vive y deja vivir, especialmente a sus hijos a los que trata como si fueran adultos (y casi que lo son).Peter "Hopper" Stone (©ABC/Courtesy Everett Collectio)
Sophia Petrillo en Las chicas de oro Más joven que su hija. Así nos enamoró Sophia Petrillo en los años 80, dándole sopas con hondas a la divorciada Dorothy (Bea Arthur), que parecía, al menos en espíritu, mayor que su madre. Con un humor deliciosamente mordaz, esta octogenaria italiana encandilaba con sus divertidas batallitas, se reía hasta de su sombra y, cuando se ponía tierna, sabía qué tecla pulsar para tocarnos la fibra. No ha habido en la tele otra madre con más años y tan guasona como la gran Sophia Petrillo cuya especialidad era decir lo que pensaba, por muy hiriente que fuera, sin morderse la lengua.CBS /Landov