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10 escritoras para regalar el Día del libro (y no fallar)

El cartel de la feria del libro de 2018, a cargo de Paula Bonet, homenajea la labor de las autoras. Aquí va nuestra quiniela entre las novedades de 2018 para que este Sant Jordi sea un éxito.

Edna O'Brien. Chica de campo (Errata Naturae). A sus 80 años, las memorias de la eterna candidata al Nobel exploran la vida de una chica moderna e independiente en una Irlanda rural, católica y poco preparada para el huracán literario por llegar. Su primera novela, Las chicas de campo, ahondaba en el despertar sexual femenino y fue un bofetón a una sociedad reprimida: prohibida desde  la iglesia, uno de sus ejemplares ardió en la plaza de un pueblo y hasta su madre renegó de ella. Aquí repasa desde sus guateques de los 60 en Londres, a un marido asfixiante o sus escarceos por Hollywood (22 euros).
Vivian Gornick. La mujer singular y su ciudad (Sexto piso) Narró con las formas del nuevo periodismo los albores del feminismo radical de los 70 desde su tribuna en el Village Voice. El año pasado al fin se tradujo a español Apegos Feroces, escrita en el 86, donde recordaba su infancia y su particular relación materno-filial. Este año llega la continuación de sus memorias, centrada aquí en la mirada de esta aguerrida feminista sobre Nueva York, sus habitantes y su propia soledad. Conveniente lectura antes de que Gornick visite España en el festival Primera Persona.
Maggie O'Farrell. La primera mano que sostuvo la mía (Libros del Asteroide). Dos de los ejes de la narrativa de esta irlandesa vuelven con su última novela: las relaciones familiares (poniendo foco aquí en la maternidad) y el inexorable peso de la mochila del pasado que todos arrastramos. Dos mujeres de dos épocas distintas conviven en esta obra galardonada con el premio Costa, donde esa deliciosa habilidad de la escritora para conectar a sus personajes no defraudará a una silenciosa legión de fans que la recomienda incansablemente. (23,95 euros).
Shirley Jackson. La lotería (Nordica) Cuando Shirley Jackson escribió La lotería para el New Yorker en 1948 los trolls de internet no existían –gracias al cielo–, pero su relato sombrío levantó tantas ampollas que tuvo que cambiarse el buzón de casa por uno más grande por las cartas de enfado que su historia suscitó (de obligada lectura en Cuentos Escogidos –Minúscula– la conferencia que dio para explicar el revuelo que supuso este cuento).  Nordica publica esta adaptación gráfica de su relato de Miles Hyman, su nieto, para que aquellos que lo leyeron –y se estremecieron– puedan visualizarlo o para que los recién llegados descubran a "una de las escritoras más luminosas y extrañas del siglo XX", en palabras de Jonathan Lethem. (22,50 euros).  
Jessa Crispin. El complot de las damas muertas (Alpha Decay) Un día, Jessa Crispin se encontró con dos polícías en su puerta: estaban allí porque una amiga suya les había alertado de que se quería suicidar. Tras asegurar que si había apagado su móvil era porque quería llorar a gusto delante de un cuadro de George Iness y que si se había hecho la cena implicaba que no quería beberse un litro de lejía, tomó la decisión de coger la maleta y buscar amparo mental viajando desde Chicago a Europa durante casi una década para conocer mejor la historia de sus autores y compositores malditos favoritos. Tras editarse en España su controvertido Por qué no soy Feminista (Lince) y dividir a sus lectores con más que encontradas opiniones, la que fuera editora de BookSlut profundiza sobre el exilio y sobre qué tipo de vida queremos vivir (22,90 euros).
Kelly Sue Deconnick y Valentine De Landro. Bitch Planet (Astiberri) O mujer florero o No Conforme (NC). Las féminas deciden en esta novela gráfica distópica (y satírica) qué papel juegan en Protectorado (un Gilead pasadísimo de vueltas) donde el Consejo de Padres condiciona la vida de las mujeres. Aquí las independientes, las liberadas sexualmente o las que reniegan de este control patriarcal son enviadas a Bitch Planet, una planeta cárcel para las que no se amoldan a las etiquetas. Solo con ojear las páginas de supuestos insertos publicitarios de Protectorado ("Pastillas Docilex: Se la tú que a él le gusta, porque está hasta los cojones de tus mierdas") aseguramos que nos encontramos con una obra dispuesta a liquidar, a toda costa, el mito de la damisela en apuros desvalida. (18 euros)
Jane Lazarre. El nudo materno (las afueras) "Me había convencido de que era la única madre del mundo que sentía odio hacia un niño al que amaba con una intensidad enorme, una madre que se arrepentía una y otra vez de lo que había hecho y, quien, finalmente entendió a aquellas mujeres que había conocido en los servicios sociales, esas mujeres que habían quemado los brazos de sus hijos, que los habían abofeteado, incluso matado. Pero decidí que nunca soltaría una palabra que delatara esa crueldad. Oculté mis auténticos sentimientos para evitar las terribles miradas que decían: Ni soy como tú, ni lo he sido jamás". La avalancha de ensayos que rompen con el mito de la maternidad  a la que hemos asistido en los últimos años, tal y como recuerda Carolina del Olmo en el prólogo de El nudo materno, ha supuesto una "banalización" del tema (he aquí la inofensiva narrativa de esas simpáticas 'malas madres' que odian hornear pasteles), pero también ha supuesto la incursión de nuevas miradas reflexionando sobre madres arrepentidas o no madres convencidas. La editorial las afueras aporta la visión de una de las voces primerizas, traduciendo el clásico ensayo de Jane Lazarre sobre la confrontación de expectativas y realidad, la transformación de los roles femeninos o cómo lo personal, una vez más, es político. Lo escribió en 1976. Si todavía andamos dando vueltas al tema, será por algo. (22,95 euros)
Roxane Gay. Hambre: memorias de mi cuerpo (Capitan Swing) Estas no son una memorias fáciles. Esta es una autobiografía que retuerce, incomoda y rompe a un lector incapaz de apartar la vista ante la confesión de cómo una violación en grupo cuando apenas tenía 12 años sumió a esta reputada ensayista y escritora en una espiral de autoodio, vergüenza y culpa que derivó en la superobesidad mórbida que padece. Más allá de su experiencia personal, Gay carga de forma afilada contra una sociedad obsesionada con que las mujeres ocupen el mínimo espacio (también físico) en la esfera social.  
Lina Meruane. Contra los hijos (Random House) "Las mujeres-madre tienen más derechos pero también más deberes: más presencia pública pero más exigencia en el ámbito privado". El ensayo de la escritora chilena ofrece exactamente lo que promete su título: un tratado en el que reparte estopa para todos y todas. Meruane, dentro de las 'no-madres' convencidas, maldice a las defensoras de la nueva domesticidad, a padres "pelagatos" incapaces de imponerse a hijos que engullen su personalidad y al "ángel de la casa" que todavía pervive entre nosotros pese a que Virginia Woolf lo quiso aniquilar el siglo pasado. Apoyándose en pensadoras feministas como Betty Friedan o escritoras que han cuestionado la maternidad contemporánea como Orna Donarth, más que cargar contra los hijos en sí, la chilena carga contra un sistema capitalista que sigue promoviendo desigualdades en la corresponsabilidad familiar. Su lectura no provoca ganas de esterilizarse, pero sí es una certera reflexión sobre una maternidad envenenada socialmente. (8,90 euros)
Laura Becherer. Un cóctel propio (Nordica) "Un cóctel propio tuvo su origen en un ataque de furia feminista, ataque provocado por la indignante e injusta manera en la que el mundo ha tratado a Zelda Fitzgerald y a tantísimas otras mujeres escritoras", escribe Becherer en el prólogo. Su arrebato llegó whisky en mano en un pub de Glasgow en una noche lluviosa para acabar en este festín etílico del #LeoAutoras, con una deliciosa edición: más de cincuenta cócteles inspirados en escritoras como Jane Austen, Simone de Beauvoir, Virginia Woolf, Angela Carter o Sylvia Plath, y otras actuales como Margaret Atwood, Toni Morrison, Zadie Smith o J. K. Rowling. ¿A qué sabe un Zelda Fitgerald? A ginebra, jarabe de miel, cerveza de gengibre y zumo de limón. A homenaje. Un brindis por ellas. (19,50 euros)