Pinterest, más que el nuevo capricho digital

Es la red social que ha puesto a medio planeta a coleccionar imágenes y a montar tablones de inspiración virtuales.

Mirta Rojo

Aprendimos «hazme un like». Casi sin querer empezamos a decir «te unfollow». Discutimos sobre cómo demonios se pronuncia Tumblr. Y, cuando creíamos que ya no cabía ni un barbarismo más, llega un nuevo verbo a la primera conjugación (con perdón de la RAE): «Pinear». Dícese de la acción de colgar una imagen en un muro de la red social Pinterest. Detrás de ese nombre, y de un elegante logo de color carmín, se esconde la startup de más rápido crecimiento en los últimos meses y de la que se dice que puede cambiar cómo nos relacionam...

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Aprendimos «hazme un like». Casi sin querer empezamos a decir «te unfollow». Discutimos sobre cómo demonios se pronuncia Tumblr. Y, cuando creíamos que ya no cabía ni un barbarismo más, llega un nuevo verbo a la primera conjugación (con perdón de la RAE): «Pinear». Dícese de la acción de colgar una imagen en un muro de la red social Pinterest. Detrás de ese nombre, y de un elegante logo de color carmín, se esconde la startup de más rápido crecimiento en los últimos meses y de la que se dice que puede cambiar cómo nos relacionamos y cómo compramos en Internet.

Lo más parecido a Pinterest que conocemos es el corcho que había antes en cualquier habitación adolescente, un álbum de recortes o incluso las carpetas que los estudiantes forran con fotos. Solo que algo más organizado. El usuario de Pinterest se hace con una pestaña en su navegador con la que puede pinear cualquier imagen que vea en la web e incorporarla a uno de los «muros» que tiene abiertos, que pueden estar dedicados a algo tan sencillo como zapatos o tan barroco como fotos de modelos posando con la espalda al aire. Aunque a Pinterest se entra por invitación de otro usuario, en conjunto, no está pensada para interactuar con conocidos, sino para encontrar cosas apetecibles y saltar de una a otra. Como señala el gurú digital Enrique Dans: «Pinterest recupera ese espíritu de navegar sin rumbo que tenía Internet en los primeros años, cuando ibas haciendo clic sin rumbo».

El otro dato que diferencia a Pinterest de otras redes sociales es que, según distintos cálculos, del 65% al 80% de sus usuarios son mujeres. Y eso tiene su razón en que ellas son las principales dinamizadoras del comercio online y Pinterest ha pasado a ser un asunto de muchos millones de dólares. «El Tumblr de las chicas» o «La web que utilizan mis amigas para organizar sus bodas» eran los tópicos que hasta hace poco pesaban sobre Pinterest, que se fundó en 2010. Pero entonces empezaron a pasar cosas. En octubre, el inversor Jeff Jordan escribió a los dos veinteañeros que la crearon, Ben Silbermann y Evan Sharp, un cheque de 27 millones de dólares. En diciembre, la revista Time la escogió como una de las mejores 50 webs de 2011 y Business Insider predijo: «Pinterest será en 2012 lo que Twitter en 2007 o Facebook en 2006». En enero se calcula que la página saltó de 7,5 millones de usuarios únicos a 11,7 millones. Hace dos semanas se supo que Pinterest es ya la quinta web que más tráfico redirecciona al comercio digital, por encima de Google+, YouTube y LinkedIn.

Nueva ruta de tiendas. La diferencia entre un «me gusta» de Facebook y un «me gusta» de Pinterest (también existe esa figura) es que en el primero se hace sobre un comentario, un vídeo o una foto, mientras que en el segundo la foto redirecciona a la tienda donde se vende ese producto. Y ahí es donde surge el interés por monetizar la web. «Normalmente cuando estás en una red social no estás en modo compra, pero aquí sí y con una predisposición muy positiva», explica Dans, que compara esta red con el bolso de su mujer. «Si yo le digo que tengo ardor de estómago, ella saca de ahí un Almax. Yo nunca encontraría nada en ese bolso. Creo que con Pinterest pasa igual. Las mujeres tienen mejor imaginación visual y capacidad para orientarse entre estímulos. Yo tengo tres muros abiertos en Pinterest, un número bajo, muy masculino. Ellas, en cambio, pueden tener muchísimos activos».

A Antonio Ortiz, analista digital y autor del blog Error 500, le parece «interesantísimo» que los primeros pobladores de la red social no hayan sido los habituales «programadores y usuarios intensivos de Internet», sino «gente del mundo de la moda, la imagen y la gastronomía». Y ahora que está llegando toda una nueva manada de usuarios a la red social ¿ahuyentarán a esos pioneros? «Existe ese riesgo. A mí hay cosas que ya me chirrían. Como la gente que cuelga sus infografías o sus entradas de blog, cosas que no son visuales ni estéticas», señala Ortiz. Para él, Pinterest tiene aspectos en común con el fenómeno Instagram. «Estamos viendo una unión entre lo artístico y lo tecnológico; queremos hacer cosas creativas y enseñarlas», dice.

El atractivo visual no es lo único que hace de Pinterest el fenómeno de 2012. También el poco esfuerzo que requiere. Para interactuar solo hay que hacer clic. No hace falta un texto y una foto como en los blogs; ni los 140 caracteres de Twitter. Marisol Simó responde a la perfección al perfil de pinterista. Vende ropa vintage a través de su tienda virtual, Blessthatdress. De hecho, se abrió una cuenta en la red social al ver que le llegaba tráfico a la tienda desde Pinterest, pero no cuelga sus productos en sus muros. «No me parece honesto. Ahora, si a la gente le gustan las cosas que cuelgo y lee mi perfil y ve que tengo una tienda y quiere entrar, eso me parece más correcto», comenta. Según el experto en comercio digital Nico Bour, Pinterest puede beneficiar especialmente a comercios pequeños como el de Marisol, «sobre todo si consigue interesar a los principales marcadores de tendencia», afirma.

Aunque más allá de un negocio o de la sensación del momento, Pinterest es también una manera de organizarse, una lista de la compra –hay quien le ha encontrado enorme utilidad para sugerir a su pareja qué quiere exactamente que le regale por Navidad y dónde puede comprarlo– y, como todas las redes sociales, una gloriosa manera de perder el tiempo. Estando con los demás, pero sin estar.

Las claves de Pinterest

01. Solo se puede acceder por invitación de otro usuario.

02. A través de un botón –pin it– se guardan las imágenes de todo lo que interesa. Se organizan por muros.

03. Cuando se pincha, cada imagen seleccionada remite a la web original donde se encontró.

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