Las conversaciones imposibles de Ana Locking
El patrón que propone Locking va desde el atrevimiento, a la sensualidad, pasando por el ansia, la seguridad, el exotismo y la paz.
La única diferencia entre Las conversaciones imposibles entre Prada y Schiapparelli y las de Marilyn Monroe y Jackie.O que propone Ana Locking, no solamente pasan por el hecho de que las primeras, no compartían a John F.Kennedy. Con la cuerda de escalar como cabo de unión, soga, entre una y otra, la diseñadora reposiciona este popularizado accesorio con el que ahora todo el mundo hace pulseras y collares. Por lo que ambas debían estar atadas seguro es por la obligación de saltar de un estado a otro, no muy lejos del patrón que propone Locking: ...
La única diferencia entre Las conversaciones imposibles entre Prada y Schiapparelli y las de Marilyn Monroe y Jackie.O que propone Ana Locking, no solamente pasan por el hecho de que las primeras, no compartían a John F.Kennedy. Con la cuerda de escalar como cabo de unión, soga, entre una y otra, la diseñadora reposiciona este popularizado accesorio con el que ahora todo el mundo hace pulseras y collares. Por lo que ambas debían estar atadas seguro es por la obligación de saltar de un estado a otro, no muy lejos del patrón que propone Locking: del atrevimiento, a la sensualidad, pasando por el ansia, la seguridad, el exotismo y la paz. Algo que en el cuerpo se traduce del oversize a la falda lápiz estimulada por ondas que contiene el volumen en las caderas dándole vía libre a blusas y tops, o los pantalones ceñidos marcando una silueta recta a partir de estas.
De colores alegres como el rosa y coral, a otros institucionales de la gama del navy blue, pasando por la deshinibición del print, y la nostalgia de los tonos ahumados. La sobreconstrucción de algunos looks se contiene y cohibe a medida que avanza la noche, cuando los vestidos pierden rigidez y ganan peso hasta pulirse en siluetas cristalinas y limpias.
Gtresonline
Gtresonline
Gtresonline
Gtresonline
Gtresonline