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La indignante obsesión de Hollywood por fichar a veinteañeras para interpretar a mujeres adultas en 18 ejemplos

El fichaje de la protagonista de 'Killing Eve' para dar vida a Josefina Bonaparte es el último en la larga lista de personajes femeninos que fueron interpretados por actrices veinte o treinta años más jóvenes. Aquí recopilamos algunos de los más llamativos.

Será uno de los grandes estrenos cinematográficos del próximo lustro y, a buen seguro, uno de los más polémicos. Kitbag, la película sobre Napoleón Bonaparte que prepara Ridley Scott con Joaquin Phoenix como el general francés, ha confirmado a la coprotagonista de la cinta. El fichaje de Jodie Comer (Killing Eve), que dará vida a Josefina, su primera esposa, ha levantado polvareda por la diferencia de edad entre ambos actores, de hasta 18 años. Decenas de tuiteros criticaron la decisión de casting, alegando que Josefina era seis años mayor que Napoleón. Una dinámica significativa en el carácter y desarrollo de su relación, pero alterada con tal de satisfacer los deseos del cineasta. “Es otro ejemplo de la obsesión de Hollywood con las mujeres jóvenes”, explica la historiadora británica Fern Ridell.Niall Carson - PA Images (PA Images via Getty Images)
Otro de los últimos grandes estrenos de Hollywood, favorito en la carrera hacia los premios Oscar, Mank, presenta también un significativo caso de edadismo. Aunque el protagonista de la cinta, el guionista Herman Mankiewicz, y su mujer Sara nacieron el mismo año, sus álter ego en la película de David Fincher, Gary Oldman y Tuppence Middleton, se llevan 29 años.
Hasta la propia Angelina Jolie se vio obligada a salir al paso de las críticas que alegaban que con 29 años era demasiado joven para interpretar a la madre de Alejandro Magno en la película homónima dirigida por Oliver Stone. Lo curioso es que su hijo en la ficción, Colin Farrell, solo es unos meses más joven que Jolie en la vida real, haciendo de este uno de los casos más claros del denunciado edadismo en la meca del cine.
Una de las controversias más recientes ha sido la protagonizada por Carey Mulligan y su rol en La excavación, la película de Netflix sobre uno de los hallazgos arqueológicos más importantes del Reino Unido. Mulligan se puso en la piel de la terrateniente Edith Pretty con 34 años, pese a que en la fecha de los acontecimientos Pretty tenía 56. “¿Acaso tiene problemas Hollywood para encontrar a actrices de más edad?”, se preguntaba una tuitera.
La actriz rumana Maia Morgenstern solo era seis años mayor que su hijo en la ficción, un Jesús de Nazaret interpretado por Jim Caviezel, cuando Mel Gibson le dio el papel de la Virgen María (cuya edad rondaría los 50 años en el momento de la crucifixión) en La pasión de Cristo.
Si hay una actriz en la actualidad que haya sido ‘envejecida’ en la ficción esa es Jennifer Lawrence. Desde que se hizo un nombre en la meca del cine, ha interpretado con apenas 20 años a personajes de treinta y tantos en películas como El lado bueno de las cosas, Joy o La gran estafa americana. Tanto es así que, a pesar de los 16 años que la separan de Bradley Cooper, ambos han sido una recurrente pareja romántica en la gran pantalla (en Serena, por ejemplo).
Con la honrosa excepción de Thelma y Louise, en la que encandilaba a una Geena Davis mayor que él, Brad Pitt ha sido otro de esos actores emparejados históricamente con mujeres de una edad ostensiblemente menor. Uno de los más llamativos es su romance con Rose Byrne en Troya, a la que le saca 16 años.
En el biopic de la legendaria piloto Amelia Earhart, Richard Gere da vida al editor y escritor George P. Putnam, esposo de Earthart. Aunque en la vida real solo era diez años mayor que la malograda aventurera, la diferencia que separa a Hilary Swank y Gere es de 25 años.
Aunque los maquilladores hicieron lo imposible por envejecerla, algo rechina en la mente del espectador cuando Forrest Gump intentó vendernos que Sally Field podía ser la madre de Tom Hanks cuando solo hay diez años de diferencia entre ellos. Más aún, teniendo en cuenta que ambos habían protagonizado anteriormente Lo que cuenta es el final, una comedia en la que hacen de pareja romántica.
En la versión de 1994 de Mujercitas, la Jo interpretada por Winona Ryder se enamora perdidamente de su sabio profesor –Gabriel Byrne, 19 años mayor que ella– sin que llame demasiado la atención de la familia March. En la última adaptación de la novela de Louisa May Alcott, Greta Gerwig reduce a once años esta diferencia con Saoirse Ronan y Louis Garrel.
Hasta la más compartida fantasía ‘maternal’ de la historia del cine es más producto de nuestra imaginación que de la biología. Anne Bancroft tenía 35 años cuando dio vida a Mrs. Robinson (50 años) en El graduado y conquistó, para escándalo de la sociedad de la época, al imberbe Dustin Hoffman, solo seis años más joven. Con Katharine Ross, que interpretaba a su hija, solo la separaban ocho años.
“Demasiado vieja”. Eso es lo que le dijeron a Olivia Wilde los responsables de conformar el elenco de El lobo de Wall Street cuando se planteó que diera vida al interés romántico del personaje de Leonardo DiCaprio (nueve años mayor que ella) en la comedia negra de Scorsese. Finalmente, el rol fue a parar a manos de Margot Robbie, 16 años menor que Leo.
Hasta 16 años diferencian las fechas de nacimiento de Belén Cuesta y Antonio de la Torre, que interpretan a un matrimonio andaluz en una de las últimas grandes películas de nuestro cine, La trinchera infinita.
En la clasificación de castings locos, Con la muerte en los talones gana una merecida medalla. En el clásico de Hitchcock, Cary Grant se lleva 20 años con su interés romántico en la película (Eva Marie Saint) y su madre ficticia, Jessie Royce Landis, solo es siete años mayor que él.
En Lo que el viento se llevó el edadismo se cuenta por partida doble. 13 años separan a la pareja protagonista, Clark Gable y Vivian Leigh; y hasta 18 a los padres de Escarlata O’Hara, Thomas Mitchell y Barbara O’Neil.
No hay estrella más obsesionada en Hollywood por ser emparejado con actrices más jóvenes que Tom Cruise. En una de sus últimas películas, Barry Seal: El traficante, su esposa en la ficción es la actriz Sarah Wright, que nació 21 años después que el popular actor.
Aunque la trama de Seven presentaba al detective Mills y su esposa Tracy como novios desde el instituto, a tenor de los nueve años de diferencia entre Brad Pitt y Gwyneth Paltrow (que solo tenía 22 años por aquel entonces) en la vida real no se hubieran cruzado ni por los pasillos. Como para perder la cabeza por él…©New Line Cinema/Courtesy Evere (©New Line Cinema/courtesy Evere)
En un llamativo alarde de precocidad, Lois Lane, experimentada periodista, ganadora de un premio Pulitzer y madre de un niño de cinco años, fue interpretada en Superman Returns por la actriz Kate Bosworth, de solo 22 años en aquel momento. En las adaptaciones posteriores del cómic rectificaron el casting con una Amy Adams de treinta y muchos.