De estrella del ‘street style’ a artífice de la firma de culto Awake Mode: el sorprendente recorrido de Natalia Alaverdian
“Creemos que el producto tiene que hablar por sí mismo y siempre hemos tenido un enfoque de equipo”, defiende la diseñadora, que lanza una colección cápsula con & Other Stories, pero prefiere mantener un perfil bajo.
El último desfile de Awake Mode se convirtió en uno de los momentos virales de la pasada semana de la moda de París (con permiso de Coperni). Se trataba del estreno de la firma en el calendario oficial francés y contó con Doja Cat en la primera fila, completamente pintada de dorado, como una estatua metalizada. Pero el instante no eclipsó a la colección, una sucesión de las deconstrucciones artísticas que han hecho célebre a la enseña. Su directora creativa, Natalia Alaverdian (Moscú, 41 ...
El último desfile de Awake Mode se convirtió en uno de los momentos virales de la pasada semana de la moda de París (con permiso de Coperni). Se trataba del estreno de la firma en el calendario oficial francés y contó con Doja Cat en la primera fila, completamente pintada de dorado, como una estatua metalizada. Pero el instante no eclipsó a la colección, una sucesión de las deconstrucciones artísticas que han hecho célebre a la enseña. Su directora creativa, Natalia Alaverdian (Moscú, 41 años), lleva una década dando forma a una etiqueta que se ha convertido en favorita entre los entendidos. “Alaverdian tiene una habilidad especial para aportar su toque propio a los favoritos de la moda”, escribía en la crónica de su último desfile la editora de Vogue Tina Isaac-Goizé. La cultura japonesa, los cuentos de hadas escandinavos o la ciencia ficción son algunos de los inesperados referentes de la diseñadora que se ha ganado el beneplácito de nombres como Natalie Joos, Sofia Sanchez de Betak o Kim Kardashian y que vende en templos como Moda Operandi, Net-a-porter o Saks Fifth Avenue.
Alaverdian lanzó su firma tarde, tiempo después de haberse hecho famosa por sus cuidados estilismos a las puertas de los desfiles (trabajó como estilista y fue directora de moda en Harper’s Bazaar). Con la revolución del street style ella se convirtió en una de las integrantes más discretas del grupo que los medios bautizaron como las zarinas de la moda. Mujeres jóvenes que derribaron cualquier prejuicio sobre el estilo ruso y que desaparecieron del panorama tras el estallido de la guerra en Ucrania. Alaverdian, que ha sido crítica con las políticas del país en el que nació, prefiere no hablar de ello: “Soy de nacionalidad belga, administro nuestra marca en Reino Unido, tengo un taller en Amberes y estudié en Italia. En este viaje multicultural recibes tantas influencias y estímulos diferentes que se mezclan mientras creces”, defiende.
No fue la primera de aquel grupo de influencers precoces en fundar su marca, pero sí la primera en hacerlo manteniendo un perfil muy bajo, dejando que la ropa hablara por sí sola. Hoy opta por mantenerse en segundo plano y su nombre ni aparece en su web: “Creemos que el producto tiene que hablar por sí mismo y siempre hemos tenido un enfoque de equipo. Así es como trabajo tanto con el equipo interno como con nuestros socios externos. No se trata de mí, aunque soy la creadora y estoy involucrada en todos los aspectos del negocio, sino del producto y los equipos involucrados”. Siempre le gustó vestir a mujeres. Primero fueron sus muñecas y después a las modelos a las que preparaba para las sesiones de fotografía. Tardó en atreverse a crear su propia compañía: “Siempre quise diseñar, pero comenzar mi propia marca era un paso demasiado aterrador, por lo que inicialmente me dediqué al estilismo. Mi futuro marido, entonces novio, me dio el empujón final y me convenció para dar el paso. En ese momento creía mucho más en esto que yo”, confiesa la diseñadora. “Nunca tuve un gran problema, pero cuando tienes tu propia marca y visión, sientes una responsabilidad hacia tu equipo, tus clientes y las personas que te rodean. Siempre me he puesto un listón muy alto y tuve que aprender a manejarlo de la mejor manera, sin perder el ojo por los detalles y la calidad, siendo fiel a mi visión”.
Aunque prácticas y fáciles de llevar, sus creaciones, a las que dota de contenido, no son para cualquiera: “Lo que más me intrigó”, cuenta sobre el momento en el que supo que quería diseñar, “fue la narración de todo este proceso y qué tipo de historia se puede contar con una sola prenda, con una colección o con el guardarropa de alguien”. Con esa idea en mente revisó los 10 primeros años de Awake Mode (acrónimo de All Wonderful Adventures Kindle Enthusiasm, algo así como que todas las aventuras maravillosas avivan el entusiasmo) para condensar el espíritu de la marca en una colección para & Other Stories (a la venta el jueves 27). Una cápsula de 12 prendas y un par de accesorios que siguen la estela de otras colaboraciones de la cadena, propiedad del grupo H&M, como Rodarte, Minju Kim, Rejina Pyo o Ada Kokosar. “Tiene nuestros códigos característicos como la sastrería asimétrica nítida y los básicos de vestuario cotidiano deconstruidos. El resultado equilibra los sueños y el pragmatismo junto a la usabilidad”, añade, sintetizando en pocas palabras el espíritu de la cápsula y también de su propia etiqueta.