Una década de la revolución Wallapop: los lunes son los días que más compramos y octubre el mes que más vestidos de novia se venden
La ‘app’ nació en Barcelona con un equipo de 13 personas y ahora suma 350 empleados de 30 nacionalidades. Hablamos con Edurne de Oteiza, miembro de aquel primer equipo, sobre los entresijos de una aplicación que ha cambiado la forma de consumir de los españoles.
«Lo primero que se vendió en la app fue una cafetera, ahora lo más vendido sin ninguna duda son los Samsung Galaxy», rememora vía Zoom Edurne de Oteiza, actual directora de gestión e innovación de Wallapop y una de las 13 personas que compusieron en Barcelona el equipo fundador de la aplicación de compraventa más famosa de España, que ahora cumple 10 años y emplea a 350 personas de 30 nacionalidades distintas. «La idea era agilizar la transacción de los anuncios clasificados de toda la vida, que bastara con subir la foto y la descripción para que más gente se animara a vender», relata...
«Lo primero que se vendió en la app fue una cafetera, ahora lo más vendido sin ninguna duda son los Samsung Galaxy», rememora vía Zoom Edurne de Oteiza, actual directora de gestión e innovación de Wallapop y una de las 13 personas que compusieron en Barcelona el equipo fundador de la aplicación de compraventa más famosa de España, que ahora cumple 10 años y emplea a 350 personas de 30 nacionalidades distintas. «La idea era agilizar la transacción de los anuncios clasificados de toda la vida, que bastara con subir la foto y la descripción para que más gente se animara a vender», relata. En cinco meses habían logrado el millón de descargas (y más de un millón de euros en su primera ronda de financiación) pero aún tenían que lidiar «con esa mentalidad de hace 10 años; entonces parecía poco cool comprar segunda mano a no ser que fueran objetos de coleccionista o vintage, con ese valor añadido del lujo», recuerda de Oteiza. De ahí que decidieran apostarlo casi todo a los anuncios televisivos (en 2014, Atresmedia entró como inversor de la aplicación), algunos de ellos aún en la mente de muchos, como aquel en el que se entonaba la canción pegadiza «Si no te gusta, súbelo», que acumula más de un millón de visionados en YouTube. Este año han decidido crear un vídeo en el que agradecen a marcas como Canon, Levi’s o Miele que hayan creado productos tan duraderos como para poder ser revendidos sin riesgo.
«Al principio las líneas de productos más vendidas tenían que ver por ejemplo con el hogar o los videojuegos, hoy se extienden a absolutamente casi de todo», cuenta. Una de las categorías más pujantes es la de prendas para eventos: octubre es el mes en el que más vestidos de novia se venden y, el año pasado, solo en el mes de mayo, se vendieron 300 vestidos de invitada (en todo el año las ventas de estos productos fueron más de el doble que en 2021). Como en cualquier red social, el algoritmo facilita que el usuario encuentre en segundos los objetos de su preferencia, sobre todo entre los coleccionistas. Según Edurne de Oteiza «durante estos años se han creado muchísimas comunidades de usuarios» que dialogan entre ellos o se apoyan mutuamente para encontrar objetos parecidos. Hay auténticos adictos a Wallapop: desde la plataforma, explican que el usuario con más compras reside en Andalucía y acumula más de 4.000 y el usuario con más ventas, de Madrid, posee más de 8.400 valoraciones.
Con el paso de los años, el crecimiento exponencial de la app la ha convertido casi en una herramienta tecnológica: con la que radiografiar los hábitos de consumo de los españoles. Compramos más los lunes que el resto de la semana, la hora punta de consumo son las 20:00 h y los meses de más trasiego en la compraventa son enero y finales de agosto, coincidiendo con la vuelta al cole.
La sostenibilidad, nuevo criterio de compra
Fue así como , hace unos cinco años, se dieron cuenta de que el consumidor medio comenzaba a preocuparse por cuestiones como el reciclaje y la reutilización. Y en Wallapop decidieron aprovechar el incipiente cambio de mentalidad para expandir su negocio: entró en los mercados de Italia y Portugal y en 2018 nombró CEO a Rob Cassedy, que provenía de la directiva de uno de sus principales competidores, eBay.
«Al principio, el principal motor de compraventa era el precio. Ahora, y especialmente tras la pandemia, y con el consecuente desarrollo del e-commerce, la sostenibilidad es el principal criterio», explica De Oteiza, que también señala «este periodo inflacionista» como motivo de consumo de la segunda mano. La suerte quiso que en 2019, un año antes del confinamiento, Wallapop lanzara su servicio de envíos, «lo que nos facilitó muchísimo las cosas», explica, «ofrecemos un servicio de depósito y recogida en puntos cercanos al domicilio, sin necesidad de ir a Correos, y un servicio de recogida y envío a domicilio, también para objetos voluminosos si es dentro de la misma provincia». Ahora el 50% de todas las transacciones de Wallapop se hacen a través del servicio de envíos y productos como los sofás-cama o las mesas de comedor se han convertido en algunos de los más vendidos.
El 80% de los españoles ha adoptado cambios en sus hábitos para combatir el cambio climático (hace veinte años, en 2003, eran solo un 0,8%). Wallapop realiza su propio estudio anual entre los españoles. Titulado La red del cambio, Edurne de Oteiza relata algunas de las conclusiones obtenidas en 2022. «El 62% de los españoles piensa en la sostenibilidad como criterio de compra y el 96% cree que consumiría de forma más sostenible si los precios fueran más ajustados», explica. Pero, sobre todo, destaca el cambio de conciencia del consumidor frente a la segunda mano, su principal obstáculo cuando Wallapop empezó a andar: «La cantidad de gente que afirma consumir segunda mano ha crecido muchísimo tras la pandemia. Hoy es el 60% de la población».
Con más de 17 millones de usuarios en el sur de Europa y una facturación de 72 millones de euros en 2022 (que provienen principalmente de la publicidad y el servicio premium, Wallapop Pro), Edurne de Oteiza no desvela cuáles son los proyectos a corto plazo de Wallapop, «pero sí puedo adelantar que son estrategias para fomentar la confianza. Muchas marcas están lanzando sus propios servicios de reventa porque ahí está el futuro, y creemos firmemente que si hoy el 60% de las personas compran segunda mano, queremos que la segunda mano no sea solo una opción, sino la primera opción».