Trucos para no acabar la temporada piscinera con el pelo achicharrado

De los productos específicos al ketchup, la aspirina, la yema de huevo y las mechas de quita y pon. Todo, con tal de salvaguardar nuestra melena.

Cordon Press

Que conste que la palabra piscinera es inexistente para el Diccionario de la Real Academia de la Lengua aunque Google le reserva 21.900 resultados. Dicho esto, a estas alturas de sabiduría popular en lo que a cuidar el cabello se refiere tampoco vamos a descubrir la pólvora recomendando lo de siempre: aclarar el cabello con agua mineral cada vez que se sale de la piscina para eliminar bien el cloro, aplicar protectores solares, darle un descanso a las planchas y el secador… Aún así, nunca está de más recordar qué se puede hacer (y qué no) para salvar la melena en verano.

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Que conste que la palabra piscinera es inexistente para el Diccionario de la Real Academia de la Lengua aunque Google le reserva 21.900 resultados. Dicho esto, a estas alturas de sabiduría popular en lo que a cuidar el cabello se refiere tampoco vamos a descubrir la pólvora recomendando lo de siempre: aclarar el cabello con agua mineral cada vez que se sale de la piscina para eliminar bien el cloro, aplicar protectores solares, darle un descanso a las planchas y el secador… Aún así, nunca está de más recordar qué se puede hacer (y qué no) para salvar la melena en verano.

1. Cortar por lo sano.

Quien mal empieza, mal acaba. Cédric Letertre, manager del salón de Franck Provost de Claudio Coello (Madrid) comenta que “es mejor arreglar las puntas antes de irse de veraneo. Si te vas de vacaciones con las puntas abiertas, al regresar estarán aún más estropeadas”.

2. Fortalecer el cabello antes.

Un pelo reseco y poroso se convertirá en una escarola capilar en cuanto intuya la humedad del mar. Eso sin contar con que resulta casi misión imposible doblegarlo sin usar planchas y secador, esos artilugios que tanta pereza da utilizar cuando el mercurio sobrepasa los 30 ºC. Luana Prieto, responsable de Formación en Oh My Cut!, aconseja un tratamiento de keratina antes de hacer las maletas. “Aunque dure menos que en otras épocas del año por la erosión del salitre, el sol y el cloro nos garantizamos una melena sedosa sin secador”. Las actividades propias del veraneo debilitan la fibra capilar así que “cuanto más fuerte llegue el cabello al verano, mejor lo soportará”, aconseja Letertre. Alexis Ferrer, director de los salones Anna Ferrer, recomienda fortalecer antes de la batalla playera con las Infusions del Servicio de Alquimia de System Professionals. “Son tratamientos personalizados y profundos que nos permiten cubrir más de una necesidad con la más alta tecnología capilar “

3. Mascarilla ‘ilegal’.

Es el mantra que todos los peluqueros repiten sin cansarse: mascarilla, mascarilla, mascarilla. O aceites protectores con filtros UVA. Y todos, por motivos de higiene, están más que prohibidos en las piscinas públicas, so pena de dejar una generosa capa de grasa flotando en el agua. En la playa, en cambio, todo vale. Así que, de aplicarse, debe ser de manera sutil para evitar que nos saquen los colores y con razón. “Si vas a exponerte al sol la mejor opción es humedecer ligeramente tu cabello y aplicar una generosa cantidad de tratamiento hidratante como Enrich Mask o Brilliance Mask de Wella. A continuación cúbrelo con una gorra, pañuelo o el accesorio que más te guste. Con el calor y la humedad el producto actúa más intensamente”, recomienda Luana Prieto. Al finalizar el día “solo hay que lavar para retirarlo y el cabello estará nutrido y suave”, apunta Lluis Llongueras. En Franck Provost apuestan por “tres o cuatro gotitas de Huile Sublime en las puntas y dejarlo hasta que nos lavemos el pelo en casa”.

4. Elegir el producto específico.

Lo habitual es bloquearse en mitad de la peluquería cuando se echa un vistazo al exhibidor de productos de cuidado del cabello y más, con los propios del verano. ¿Y ahora, qué me llevo? “Es increíble que la gente lleve en la bolsa de la playa mil productos solares para la piel y nada para el cabello. La piel, si se quema un poco, se regenera sin problemas, en cambio, en el cabello no es así”, recuerda Llongueras. Asun Pont, técnico de Kérastase, recomienda pararse a pensar cuándo y cómo se va a utilizar antes de elegir. “Si vas a la playa, aunque no metas la cabeza bajo el agua, piensa que el mar ejerce como un espejo reflejando la luz del sol, por lo que la agresión solar se duplica. Para este caso recomendamos Micro-Voile Protecteur, que además contiene activos para evitar el encrespamiento. Una de las peores cosas que hacemos en la playa es desenredar el pelo mojado a tirones porque, o se rompe, o se estira tanto que el resultado final es encrespamiento. Para evitarlo recomendamos Huile Lactée, que además tiene filtros UV y sirve también para aplicarlo después del lavado y dejarlo secar al aire sin peinar. Por último, si tenemos el cabello teñido o muy dañado hay que recurrir a la máxima protección antes de ir a la playa o la piscina. Nuestra sugerencia es Aqua Seal, que es casi un sérum con protección solar. También es estupendo para aplicar como tratamiento de puntas abiertas”.

5. El peligro del barco.

Según Lluis Longueras solo hay algo aún peor que el sol para el cabello: “El sol con viento marino, que lleva salitre”. Si en la hoja de ruta del veraneo hay largas estancias en la cubierta de un yate, por no hablar de baños pizpiretas en el azul Mediterráneo, “la mascarilla es indispensable”.

6. Sé infiel al champú.

Y no porque el de todo el año sea malo, sino porque en verano hay necesidades específicas de nutrición, resistencia, lavados más frecuentes y pérdida de brillo. “Desde Kérastase recomendamos lavar con el Bain Après Soleil para eliminar los restos de cloro, sal, yodo… y proteger de la fotodegradación. Y para las mujeres que en vacaciones prefieren hacerse un recogido tirante y no complicarse les sugiero aplicar Huile Celeste, con filtros UVA y UVB. Nutre porque lleva aceite de macadamia y además, debido a las micropartículas reflectantes, aporta un brillo increíble al pelo. Es perfecto con un rostro bronceado”, aconseja Pont. Ferrer también coincide en el uso de un champú específico para después del sol, “como el champú y el acondicionador solar SP After Sun de System Profesional.

No todo son remedios caseros. Aquí tienes algunos productos específicos porque cuanto más fuerte llegue el cabello al verano, mejor.

D.R.

7. Flequillo postizo.

El flequillo suele traernos por la calle de la amargura en verano ya que para que quede bien suele ser necesario plancharlo. Y se descuadra fácilmente. “Si la clienta quiere llevar flequillo en verano, ¿por qué no atreverse a uno postizo? Se lo pone al salir a pasear por la tarde y por la mañana, baja a la playa con su melena recogida sin pelearse con el flequillo”, recomienda Patrick Phelippeau, director general de Jean Louis David. En cuanto al largo “ya no se llevan las melenas largas. Yo apuesto por una media melena sobre los hombros, con las puntas ligeramente degradas para dar movimiento. Es fácil de manejar y no importa tanto si está uno o dos centímetros arriba o abajo. Así la mujer se va de vacaciones sin agobiarse por su pelo, que siempre va a quedarle bien”.

8. Tinte sin amoniaco

En la medida de lo posible conviene dejar descansar la melena en verano y no agredir con tintes que contribuyen a resacarla. Salvo que sean sin amoniaco. “Acabamos de sacar Optima, un tinte sin amoniaco, a base de aceites básicos que no solo no daña el cabello sino que lo reestructura. Un baño de color sin amoniaco es posible en cualquier época del año”, asegura Lluis Llongueras.

9. Mechas californianas de quita y pon.

El cloro hace que los rubios se vuelvan verdes. No es nada personal: se trata de una reacción entre los pigmentos azules del agua clorada y el amarillo del pelo. Cuanto más poroso el pelo, más verde. Y como las mechas ya de por sí resecan, hacerlas nadar en aguas cloradas es un billete en preferente al paraíso de los cabellos color césped. Con todo, si asumes el riesgo, “mejor hacerlas un mes antes de irse de vacaciones, para que no pille el pelo tan frágil. Nunca tres días antes”, recuerda Letertre. Para no machacar el cabello hay un truco: mechas californianas de mentira como las extensiones californianas de clips de She Hairextension elaboradas con cabello virgen natural. Para unas prisas o una noche loca en la que no se sabe cómo se va acabar lo mejor es no complicarse y tirar de las mechas instantáneas y lavables Isadora Hair Mascara de venta en las perfumerías Douglas que se irán con champú. Se aplican como la máscara de pestañas, son baratas y las hay en varios tonos, desde rubio ceniza a azul eléctrico. Duran hasta que se lava el cabello.

10. Un poco de Ketchup.

Si pese a las advertencias de todos los peluqueros del universo conocido la melena ya está verde lirio de nada sirve lamentarse. Queda ponerse manos a la obra para mitigar el desastre. “Aplicar ketchup de forma abundante en todo el cabello (mechón por mechón) y dejarlo actuar media hora. A continuación, aclaramos con agua y lavamos la melena con champú”, recomiendan desde Francisco Peluqueros. ¿La razón? “Los pigmentos rojos del tomate neutralizan los azules del cloro y el pelo vuelve a quedar rubio”.

11. Pilla aspirinas.

Las aplicaciones apócrifas de las aspirinas son numerosas. Alargan la vida de las flores en un jarrón, presuntamente reducen el riesgo de melanoma, quitan las manchas de sudor y café en la ropa… Y además, “en el caso de que se te quede el pelo verde por el cloro, el mejor remedio es diluir una aspirina efervescente y aclararte el cabello con ello”, revela Ferrer.

12. Trucos de la abuela.

Si las vacaciones incluyen avión surge un problema: todo el ejército de potingues en frascos de más de 100 ml están condenados a quedarse en casa o volar a la bodega del avión. Quienes optan por huir del sinvivir de facturar pueden recurrir a trucos de la abuela para salvaguardar la melena en vacaciones. “Mi abuela usaba yema de huevo. No está mal aunque resulta algo ácida. Y está totalmente desaconsejada en cabellos blancos porque puede teñirlos de amarillo”, sentencia Llongueras. Algunos peluqueros sugieren afanarse el aceite de oliva del desayuno para hidratar el cabello. Otros lo desaconsejan. “Mejor aplicar aceites cosméticos adecuados al cabello. Si no se quiere facturar siempre se puede rellenar algún frasquito de tamaño viaje”, explica Eduardo Sánchez, Director Cretivo de Dessange International. “Si lo que buscamos es hidratar como última solución siempre se puede emplear la hidratante de cuerpo. No como tratamiento habitual pero para un fin de semana nos saca del apuro”, desvela Phelippeau.

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