Linda Loppa, ex directora de la Escuela de Moda de Amberes: «La prensa de moda es más necesaria que nunca»
La ex directora de moda de la escuela de arte de Amberes y actual directora creativa de Polimoda cree que los desfiles son necesarios, que el consumidor todavía no ha aprendido la lección y que la información crítica y honesta es más necesaria que nunca en esta industria.
«Han cambiado nuestras prioridades. Los viajes y consumo ya no importan tanto», sentencia Linda Loppa. La que fuera durante décadas directora de moda de la Real Academia de Amberes (o lo que es lo mismo, la artífice, en parte, del mito de Margiela y de los llamados ‘Seis de Amberes’) y actual consultora de marcas independientes, tiene una opinión muy distinta a la muchos expertos. Para empezar, sigue manteniendo la necesidad de los desfiles: «Continúan siendo la mejor forma de comunicar, porque construyen un sueño (a veces, una pesadilla) y porque, sobre todo, es una actividad creativa que gen...
«Han cambiado nuestras prioridades. Los viajes y consumo ya no importan tanto», sentencia Linda Loppa. La que fuera durante décadas directora de moda de la Real Academia de Amberes (o lo que es lo mismo, la artífice, en parte, del mito de Margiela y de los llamados ‘Seis de Amberes’) y actual consultora de marcas independientes, tiene una opinión muy distinta a la muchos expertos. Para empezar, sigue manteniendo la necesidad de los desfiles: «Continúan siendo la mejor forma de comunicar, porque construyen un sueño (a veces, una pesadilla) y porque, sobre todo, es una actividad creativa que genera unión entre los distintos sectores implicados», opina. Y, para continuar, no cree, como la mayoría, que el comercio digital suponga una alternativa realista, al menos para las firmas de autor: «El ‘retail’ es el campo que lo tendrá más difícil. Y el digital no es la respuesta absoluta, sobre todo porque ciertas pieza sno las compras en Internet; buscas contacto humano y un tipo de relación con la marca que solo encuentras en lo analógico», dice. Para Loppa, la solución pasa «por un análisis muy detenido y complejo de cómo han reaccionado distintas culturas, países y comunidades y por estudios futuros que determinen la edad el género y el poder adquisitivo de los consumidores».
«En cualquier caso, este giro hace una producción más local y menos cuantiosa es una gran noticia», apunta Loppa. «Los pequeños se han dado cuenta de que es mejor tener el control y hacerlo todo en proximidad. Y los grandes parece que necesitan, por imagen, hacerlo de forma más sostenible». Su optimismo acaba cuando sale a colación el consumidor del presente: «No tengo muchas esperanzas en el consumidor consciente. Son muy pocos los que saben apreciar (o les importa) la calidad y el proceso creativo de una prenda, aunque sí que es cierto que durante el confinamiento muchos diseñadores han conectado con su audiencia explicando qué hay detrás de sus trabajos».
Curiosamente, Linda Loppa hace hincapié reiteradas veces en un sector que, a diferencia del retail o el marketing, está pasando desapercibido en esta forzosa transición: el de la prensa de moda. «En estos meses nos han bombardeado con Zooms, podcasts, debates, presentaciones, desfiles digitales….el resultado, salvo excepciones, ha sido confuso, sin importar si procedía de grandes marcas o de creadores amateur», opina. «Lo importante ahora es la educación; educar al público, ser críticos y filtrar la información que puebla las redes. Por eso la prensa es más importante ahora: sin educación la moda no construirá valores, y eso se hace desde los medios», dice. Y añade: «Da igual que sea en papel o en digital, es el momento de dar un enfoque honesto sobre lo que está pasando en la industria. Y eso va mucho más allá de la explicación de un diseñador y del storytelling que haya detrás de una marca».