El Schiaparelli de Lady Gaga: un vestido onírico para contrarrestar los tiempos convulsos
Lady Gaga fue la encargada de cantar el himno nacional en la investidura de Joe Biden. Para este momento histórico, apostó por una creación de Schiaparelli, que tiene al frente al creador estadounidense Daniel Roseberry. «Es una carta de amor al país que tanto echo de menos», ha dicho el diseñador.
Pocas firmas representan la edad dorada de la costura parisina mejor que Schiaparelli. Al mismo tiempo, pocos diseñadores ejemplifican mejor el actual imaginario de la moda americana que Daniel Roseberry, el que es, desde 2019, director creativo de la casa. Baste recordar la pasada semana de la moda de la Alta Costura, el pasado julio, cuando, en pleno confinamiento, la enseña cambió su centro de operaciones habitual, la casa taller de Elsa, en la mítica Place Vendôme, por un banco de Central Park. Allí se podía ver a Roseberry bocetando y hablando de la inspiración de unos vestidos aún por ha...
Pocas firmas representan la edad dorada de la costura parisina mejor que Schiaparelli. Al mismo tiempo, pocos diseñadores ejemplifican mejor el actual imaginario de la moda americana que Daniel Roseberry, el que es, desde 2019, director creativo de la casa. Baste recordar la pasada semana de la moda de la Alta Costura, el pasado julio, cuando, en pleno confinamiento, la enseña cambió su centro de operaciones habitual, la casa taller de Elsa, en la mítica Place Vendôme, por un banco de Central Park. Allí se podía ver a Roseberry bocetando y hablando de la inspiración de unos vestidos aún por hacerse.
La elección lógica de un participante y/o invitado a la ceremonia de inauguración presidencial siempre es la de un diseñador estadounidense. El mensaje de cada prenda viene de la mano de la etiqueta en cuestión: diversidad, feminismo, sostenibilidad se infieren de las firmas escogidas. Luego, por supuesto, las hay, como Melania Trump, que prefieren la filia al posicionamiento, y desplegar su colección de Chanel, Hermès, Louboutin y otras enseñas muy populares que hablan de lujo de forma literal.
En este sentido, la elección de Lady Gaga para entonar el himno nacional ha sido equidistante: Schiaparelli es una firma muy francesa diseñada por un creativo estadounidense. No es la primera vez que la utiliza, por supuesto; de hecho, el ADN de la enseña, la sinergia entre moda y surrealismo, entronca perfectamente con la imagen de la artista.
Esta vez, además, ese traje de cuerpo negro y falda roja kilométrica no solo ha destacado (y mucho) entre la sobriedad indumentaria del resto, también estaba cargada de simbolismo. “Como americano en París, esta pieza es una carta de amor al país que tanto echo de menos”, declaraba el autor. Curiosamente, y tal como apuntaba Vanessa Friedman hace unos minutos, los tres artistas que han actuado durante la ceremonia vestían con colores que, juntos, representaban la bandera de los Estados Unidos. Gaga iba de rojo, Jennifer López de blanco y Garth Brooks de azul. ¿Casualidad?
Otro de los puntos fuertes de este diseño, sin duda el más interesante de la investidura, es la gran paloma de la paz que lleva enganchada en forma de broche al ajustado cuerpo negro del vestido. El broche simboliza un mensaje de paz y resistencia y también se dibuja como un homenaje a la gran sintonía que Elsa Schiaparelli y Picasso tuvieron siempre. El malagueño hizo de su paloma de la paz un símbolo universal y reprodujo prendas de la creadora en sus cuadros.
La elección de Lady Gaga tiene también todo el sentido del mundo porque Elsa Schiaparelli siempre imaginó prendas oníricas en momentos especialmente convulsos, como la Segunda Guerra Mundial. Ante las crisis y la dificultad, resiliencia en forma un traje para soñar un mundo mejor. Todo un mensaje de esperanza.